ÁREA DE CIENCIAS DE LA SALUD. MORROS DE SAN JUAN

ÁREA DE CIENCIAS DE LA SALUD. MORROS DE SAN JUAN

X PROMOCIÓN DE MÉDICOS CIRUJANOS.

X PROMOCIÓN DE MÉDICOS CIRUJANOS.
UNERG.2010

PADRINO DE LA PRIMERA PROMOCIÓN. MISIÓN SUCRE.

PADRINO DE LA PRIMERA PROMOCIÓN. MISIÓN SUCRE.
ACTIVIDAD FÍSICA Y SALUD.

I PROMOCIÓN DE DERMATÓLOGOS.UNERG.2001

I PROMOCIÓN DE DERMATÓLOGOS.UNERG.2001
DERMATÓLOGOS.2001

PLACA DE RECONOCIMIENTO

PLACA DE RECONOCIMIENTO
X PROMOCIÓN DE MÉDICOS.UNERG.2010

AFICHE.X PROMOCIÓN DE MÉDICOS.UNERG.2010

AFICHE.X PROMOCIÓN DE MÉDICOS.UNERG.2010

sábado, 22 de agosto de 2009

ORTIZ EN LA HISTORIA DE LA MEDICINA

(FOTO: EL NACIONALISTA)





V ENCUENTRO DE CRONISTAS E HISTORIADORES DEL MUNICIPIO 0RTIZ.
21 de agosto de 2009.

EL MUNICIPIO ORTIZ EN LA HISTORIA DE LA MEDICINA

Por: Edgardo Malaspina. CRONISTA OFICIAL AD HONOREM DE LAS MERCEDES DEL LLANO


VERSIÓN RESUMIDA







MEDICINA INDIGENA



Tribus nómadas de guires, palenques, guaiquiries y píritus merodearon por el Valle de Ortiz en las temporadas de lluvia.

En Tiznados vivieron los guaiquiries o guamonteyes. Dormían en ranchos armados en cuatro palos, se acostaban sobre cueros de venado que después arrastraban cuando viajaban. También los guires habitaban la región. Eran nómadas y recolectores.

Oldman Botello narra la persecución que hizo Garci González de Silva en 1576 a los indios Caribes Guárico. Encontró en las orillas del río Tiznados cerca de 200 cabezas de indígenas. Oviedo y Baños interpretó el hecho como producto de borracheras y festines que terminaban en sacrificios “para saciar con sus cuerpos la bestial inclinación de hartarse de carne humana.” . Sin embargo a la luz de la etnología moderna ese acto se interpreta como antropofagia ritual.
Las tribus que habitaron el Guárico fueron nómadas. Iraida Vargas Arenas hace una descripción de esos grupos, los cuales pasaban la mayor parte del año errantes .
Los guaiqueríes y guamonteyes gozaban de aparente buena salud. Son descrtitos como altos, morenos y de mucha fuerza.
En conclusión, los indígenas que habitaron en las tierras del Municipio Ortiz por su condición errante no alcanzaron mayor desarrollo en la ciencia médica.


PERIODO COLONIAL

El desarrollo de la medicina en la Provincia de Venezuela durante el régimen colonial se ubicó preferiblemente en la ciudad de Caracas. En las otras ciudades que conformaban la Capitanía el progreso de las instituciones y los servicios médicos fue lento. La medicina era ejercida por curanderos, barberos y escasamente por médicos diplomados. En la mayoría de los casos los métodos empleados constituían una combinación proveniente de las prácticas indígenas y los conocimientos europeo .El primer hospital del país se construye en Barquisimeto en 1582, y de estos establecimientos médicos tenemos conocimientos por los periplos de los dignatarios de la iglesia, quienes tenían la potestad de visitarlos. El Obispo Martí da testimonio de que en el siglo XVIII existían hospitales en Caracas, La Guaira, Maracaibo, Carora, El Tocuyo, Trujillo, Guanare, San Felipe, Barquisimeto, Valencia, San Sebastián de los Reyes y Puerto Cabello. El Obispo constata que no hay hospitales en Nirgua, Ospino, Araura, Villa de Cura y Calabozo; por lo que toma medidas para fundarlos en esas ciudades. No obstane el 30 de julio de 1805 el Obispo Ibarra elabora una lista de ciudades con hospitales existentes en el país. Allí aparecen: Caracas, La Guaira, Puerto Cabello, Valencia, San Felipe, Barquisimeto, El Tocuyo, Carora, Guanare y San Sebastián. Como notamos, Ortiz y sus parroquias actuales no son mencionados.


GUERRA DE INDEPENDENCIA

La asistencia médica durante la guerra de Independencia era precaria y en la provincia era practicamente inexistente. La suposición es lógica teniendo en cuenta que hasta el comienzo de la era republicana la Escuela Médica de Caracas, fundada por Lorenzo Campins y Ballester, sólo había formado 32 doctores.

Al proclamarse la República en 1810 había 21 alumnos estudiando Medicina y abandonaron la carrera para alistarse en el ejército.

Los pueblos del Guárico son mencionados en muchos pasajes de la guerra. El llano fue escenario de importantes combates, cuyos desenlaces y consecuencias nos dan idea del aspecto médico – asistencial de aquellos dramáticos momentos.
La guerra a muerte establecida en el país no permitía la asistencia de los heridos en los combates. Los patriotas no tenían una organización sanitaria en sus frentes de batalla, al menos al principio de la guerra; los realistas si lo poseían.

Para 1815 es evidente la existencia de un sistema de protección para los soldados y sus familiares :... Agustín Tablante, teniente provisional de la de San Francisco de Tiznados, murió con seis heridas, la pensión de los decretos para su viuda”.
Por otro lado,desde tiempos inmemoriales la población se ha considerado un importante parámetro para entender muchos fenómenos biosociales. La demografía es una ciencia muy ligada a la medicina. En ese sentido es curiosa una publicación de la Gaceta de Caracas realizada en 1817 y en la que los realistas pretenden culpar a los patriotas del decrecimiento de la población y sus consecuencias nefastas para el desarrollo del país. Específicamente nos referimos a los pueblos del Guárico mencionados en el informe. Un primer reporte compara las poblaciones de 1809 y 1810 y anota el exceso o aumento de poblaciones. Es claro que se quiere demostrar el beneficio de la paz. Veamos: San José de Tizanados es mencionado dos veces en sendas investigaciones: en 1809 con 2.180 habitantes, y en 1810 con 2.262. Luego en 1816 en pleno auge de la guerra aparece con 2.105 habitantes , y en 1819 con solo 157.
El Dr. José Domingo Díaz, médico realista, hace el análisis: explica porque en algunas regiones hay deficit y en otras hay aumento de la población; pero en líneas generales constata que la guerra ha influido en el deficit de la misma y culpa a los patriotas del problema que se presenta ante el país.
En 1818 los realistas afirman que en Ortíz y Parapara los habitantes andan en las inmediaciones por los montes, huyendo de las vejaciones. También afirman que los vecinos de esos lugares han recogido y auxiliado a varios soldados.

Los realistas informan en la Gaceta de Caracas Nº 184 que “tenemos noticias del Cuartel General hasta el 19 S.E. el General en jefe tiene sus heridas enteramente cicatrizadas, y puede llamarse sano: queda aun un poco de debilidad en sus fuerzas que se restauran sensiblemente en virtud de su sana constitución. El bizarro Comandante del batallón de pardos de Valencia, teniente coronel José Pereira gravemente herido en la jornada de Ortíz de una bala que le atravesó el cuello y un hombro, está ya también restablecido que pasea libremente por las calles de aquella ciudad. (11). No Sabemos donde fue tratado el Coronel Pereira; porque en 1813 no existían en Ortiz instituciones hospitalarias, lo que comprobamos con el siguiente párrafo: “No hay cárceles ni casas de correción, sino una de dos mujeres blancas nombradas Antonia y Francisca Cosén, que se dedica a enseñar niños, cuyo número por lo regular alcanza a 12 o 15, que viven en sus respectivas casas y a sus horas van a la escuela. No hay hospitales...”

Los realistas publican la correspondencia tomada a los patriotas. Especificamente publican una carta que Bolívar envía a Cedeño el 5 de mayo de 1818.
Allí Bolívar habla de un caballo que se perdió en San José de Tiznados y pide que lo envíen a Calabozo porque tiene noticias de que ha sido encontrado. Luego habla de su salud: “Mis carbuncos van mejor, uno de ellos se ha reventado y pronto podré montar a caballo, aunque me ha dejado una llaga que no dudo podrá curarse en tres ni cuatro días. Sin embargo, estoy pronto a marchar aunque sea en hamaca si hay la menor novedad.
En líneas generales en tiempos de las luchas independentistas, en el Guárico, y más precisamente en Ortiz, se observan las mismas características de la asistencia médico – sanitaria de todo el territorio nacional, inexistente del lado patriota en los primeros años de la Guerra. Muy por el contrario el bando de los realistas estaba mejor organizado en ese aspecto desde un principio.

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