ÁREA DE CIENCIAS DE LA SALUD. MORROS DE SAN JUAN

ÁREA DE CIENCIAS DE LA SALUD. MORROS DE SAN JUAN

X PROMOCIÓN DE MÉDICOS CIRUJANOS.

X PROMOCIÓN DE MÉDICOS CIRUJANOS.
UNERG.2010

PADRINO DE LA PRIMERA PROMOCIÓN. MISIÓN SUCRE.

PADRINO DE LA PRIMERA PROMOCIÓN. MISIÓN SUCRE.
ACTIVIDAD FÍSICA Y SALUD.

I PROMOCIÓN DE DERMATÓLOGOS.UNERG.2001

I PROMOCIÓN DE DERMATÓLOGOS.UNERG.2001
DERMATÓLOGOS.2001

PLACA DE RECONOCIMIENTO

PLACA DE RECONOCIMIENTO
X PROMOCIÓN DE MÉDICOS.UNERG.2010

AFICHE.X PROMOCIÓN DE MÉDICOS.UNERG.2010

AFICHE.X PROMOCIÓN DE MÉDICOS.UNERG.2010

miércoles, 28 de abril de 2010

EL OBISPO MARTÍ EXAMINA A UN EPILEPTICO




El Obispo Martí examina a un epiléptico

Lucas Castillo Lara refiere en su obra sobre Guardatinajas el caso de un hombre, aparentemente demente, que fue examinado por el Obispo Martí en su visita pastoral por el Guárico.

El obispo Martí llegó a Guardatinajas a las diez y cuarto de la mañana el 24 de abril de 1780. Ante su presencia le condujeron a un hombre blanco. Hace 14 años vivía entre Camaguán y los hatos de San Gerónimo, Pirital y Concepción. Tenía como 40 años. Se vestía con sólo un guayuco. Vivía de las limosnas.




Trataron de llevarlo a Calabozo, cuando el obispo allí se encontraba, pero el hombre se descompuso en el camino y empezó a echar espuma por la boca.




En Guardatinajas el obispo le hizo muchas preguntas pero no respondió. Otros lo interrogaron y el hombre calló. El obispo Martí decidió que no era cuerdo y lo remitió a Caracas al Hospital de San Pablo, con órden de no dejarlo salir para evitar que muriera sin asistencia o se lo comiera una fiera.El Obispo Martí examina a un epiléptico

Lucas Castillo Lara refiere en su obra sobre Guardatinajas el caso de un hombre, aparentemente demente, que fue examinado por el Obispo Martí en su visita pastoral por el Guárico.

El obispo Martí llegó a Guardatinajas a las diez y cuarto de la mañana el 24 de abril de 1780. Ante su presencia le condujeron a un hombre blanco. Hace 14 años vivía entre Camaguán y los hatos de San Gerónimo, Pirital y Concepción. Tenía como 40 años. Se vestía con sólo un guayuco. Vivía de las limosnas. Trataron de llevarlo a Calabozo, cuando el obispo allí se encontraba, pero el hombre se descompuso en el camino y empezó a echar espuma por la boca. En Guardatinajas el obispo le hizo muchas preguntas pero no respondió. Otros lo interrogaron y el hombre calló. El obispo Martí decidió que no era cuerdo y lo remitió a Caracas al Hospital de San Pablo, con órden de no dejarlo salir para evitar que muriera sin asistencia o se lo comiera una fiera.

lunes, 26 de abril de 2010

EN BARINAS






















EN BARINAS













Por : Edgardo Malaspina

Con el Dr. Alexis Castrillo viajamos a Barinas para participar en los XXXI Juegos Intercolegios Médicos Nacionales En la noche vamos a la inauguración oficial con discursos de bienvenida y un grupo de baile que danza maravillosamente bajo una ráfaga hermosa de fuegos artificiales.













Hago paseos matutinos por los caminos de la Universidad Experimental Ezequiel Zamora. Recorro espacios amplios bajo un cielo claro. Hay un bosque con árboles grandes y pájaros en sus enramadas. Llego hasta la escultura dedicada a la diosa indígena de la agricultura.













Para conocer el alma de una ciudad hay que visitar su casco histórico. Me voy al centro. Alrededor de la plaza Bolívar hay unas casas antiguas. Entro a la catedral. Es de los tiempos coloniales. Converso con el cura. Es joven y se llama Andrés Eloy. Dice que es de Barinitas. Me habla de catedral y de otros sitios de valor turístico.

Entro a la Casa de la Cultura. Se llama Napoleón Sebastián Arteaga. Tiene campanario (la campana rota recuerda una de las refriegas de Zamora en 1859), un patio grande y varias salas. Fue una cárcel desde la colonia hasta 1966. Agustín Codazzi la remodeló en 1846. Antonio Nicolás Briceño (El Diablo) estuvo preso allí antes de ser fusilado.


















Páez fue detenido en 1813 y encerrado con grillos. Logró escapar y regresó para liberar a los otros presos. En su intento liberador le cayó machetazos a los gendarmes. Uno de esos golpes quedó para siempre en la puerta de entrada, y hoy es una de las piezas museísticas de la institución cultural. Páez en sus Memorias narra el hecho así: “Dirígime entonces a la puerta de la cárcel , eché pie a tierra, y sin decir una palabra a la guardia…comencé a repartir sendos sablazos con tal furia, que todavía se conserva la señal de uno de tantos en una hoja de la puerta…”













Me dirijo al Museo de Barinas Alberto Arvelo Torrealba. Está ubicado es una casona que perteneció a los Pulidos, una familia rica y culta de la región.. Tiene varias salas. Hay fotos, manuscritos y algunas pertenencias, como un tintero, del poeta Arvelo Torrealba. En otra sala se exponen espadas, artesanía indígena y un fósil: el Barinasuchus Aerveloi. Es una enorme cabeza pétrea con dientes grandes. Es del jurásico.Se parece a un caimán.













En el Colegio de Médicos voy a la biblioteca José León Tapia y conozco el busto dedicado a Manuel Palacio Fajardo, un médico y prócer de independencia nacido en Barinas. Su hermano, Miguel Palacio Fajardo, también médico y político, vivió en Calabozo; y a pesar de ser barinés se consideraba calaboceño. Lorenzo Rubín Zamora afirma que cuando Monagas asaltó el Congreso Nacional en 1848 Miguel Palacio Fajardo gritó: “Nosotros los calaboceños morimos en campo abierto…”. Era un guariqueño de corazón.

sábado, 24 de abril de 2010

XXXI JUEGOS INTERCOLEGIOS MÉDICOS. BARINAS 2010

CAMPEÓN ABSOLUTO E INVICTO.
INAUGURACIÓN DE LOS JUEGOS

INAUGURACIÓN DE LOS JUEGOS






DR. MANUEL PALACIO FAJARDO. MÉDICO Y PRÓCER DE LA INDEPENDENCIA. COLEGIO DE MÉDICOS DE BARINAS.

IMÁGENES DE BARINAS

BIBLIOTECA DR. JOSÉ LEÓN TAPIA, INSIGNE MÉDICO Y ESCRITOR BARINES. COLEGIO DE MÉDICOS DE BARINAS.


viernes, 23 de abril de 2010

EDGARDO MALASPINA CAMPEÓN DE AJEDREZ

EL DR. EDGARDO MALASPINA OBTUVO MEDALLA DE ORO EN LOS XXXI JUEGOS DEPORTIVOS NACIONALES INTERCOLEGIOS MÉDICOS CELEBRADOS EN BARINAS ENTRE EL 17 Y 22 DE ABRIL DE 2010. EN EL TORNEO PARTICIPARON MÁS DE CINCUENTA JUGADORES.

jueves, 15 de abril de 2010

REZAR DE RODILLAS Y SALUD EN LA COLONIA


POR: EDGARDO MALASPINA



Rezar de rodillas puede afectar la salud

Durante la colonia, el sexo, las diferencias sociales y raciales tenían sus consecuencias discriminatorias. Eso lo constatamos una vez más en el siguiente relato. Además observamos que ponerse de rodillas puede afectar la salud. Notamos también la muy difundida práctica de enterrar los muertos en las iglesias, cuando en otros países ya existían normas sanitarias para reglamentar los cementerios.

El siguiente episodio sucede a finales del período colonial en el Guárico: “palacio de la Suprema Junta 8 de enero de 1811.

Vista por los señores de ella, la nueva instancia que hace José Félix Salinas, vecino del pueblo de San Francisco de Tiznados, quejándose del Justicia mayor de la Villa de Calabozo por no haber dado cumplimiento a lo decretado por S.A. el veinte y seis de noviembre último, en que se ocupara y mantiene a dicho Salinas en la posesión y uso de la Alfombra que se le había concedido para su mujer y su familia, a pretexto de la aparición que se dice hicieron varios vecinos blancos de aquel partido: y teniendo en consideración la necesidad que autoriza semejante uso en las mujeres para conservar el aseo y limpieza de sus ropas, y preservarlas de los males que se les originan en la salud por la situación con que se colocan en las Iglesias, y humedad que generalmente conservan los suelos de éstas a causa de darse en ellas sepultura a los cadáveres de los difuntos, y particularmente en la de los campos por su temperamento y pocas precauciones; hallándose por consiguiente en disposición de causas mayores y unas frecuentes enfermedades, lo que no sucede en otras muchas partes, que por estar los templos con el aseo, decencia y precauciones necesarias, y ser naturalmente seco el piso, no se ha introducido semejante uso de tapetes. Dijeron que debían declarar, como declaran, por punto general: que el uso de estas en el otro sexo, es permitido a toda persona sin distinción alguna, y que sobre ellos ni debe hacerse ni consentirse se haga novedad que lo impida...”

miércoles, 14 de abril de 2010

EL DR. COUSIN Y HUMBOLDT




POR: EDGARDO MALASPINA



El Dr. Cousín recibe a Humboldt en su casa

El Dr. Miguel Angel Cousín nació en Calabozo entre los años 70 y 80 del siglo XVII.

En 1800 estuvo trabajando en la Intendencia de la Real Hacienda en Calabozo.

Cuando Alejandro de Humboldt visitó Calabozo, el Dr. Cousín le dio alojamiento en su casa. Además lo ayudo, junto a Carlos del Pozo, en sus actividades científicas.

martes, 13 de abril de 2010

RESULTADOS DE LOS INTEGRALES 3

RESULTADOS DE INTEGRALES 3 DE HISTORIA DE LA MEDICINA(09.04.2010)


1.SECCIÓN 1 G

1. Bolívar Walter. 19.380.013 (TIENE CUATRO (4) ASIGNATURAS APLAZADAS. DEBE REPETIR PRIMER Año)

2. Gutierrez Fátima .20.232.149 ---UNO (NO ASISTIÓ)

2.SECCIÓN 1 Y

3.María Barrios. 18.548.456 ---SEIS (6)

4. Russo Pier. 16.684.446—SEIS (6)

5.Conde Francymar. 20.895.664—UNO (NO ASISTIÓ)

6.Ruiz Mayiret. 19.276.667---SEIS PUNTOS (6)

7. Chacón Adriana . 19.930.622--- UNO ( NO ASISTIÓ)

8. Ziegler Flor velin . 20.877.053—UNO (NO ASISTIÓ)

3.SECCIÓN 1 E

9. Pedrique Willianny .19.701.841---UNO. (NO ASISTIÓ)

10. Castro Germary .20.588.312---SEIS PUNTOS (6)

11. Chávez Kisbel. 19.701.178—SEIS PUNTOS (6)

12.Ceballos Carlos. 19.472.657 –SEIS PUNTOS (6)

13. Gómez Betania 18.803.853 -SEIS PUNTOS (6)

14.Espinoza Italo .19.250.114.---UNO. (NO ASISTIÓ)

4.SECCIÓN 1 K

15.Carreño Jenni .18.75.647---UNO (NO ASISTIÓ)

5.SECCIÓN A


16.Alvarez Leidis .19.473.169---TRES PUNTOS (3)

17.Pulvereti Yonner 20.247.382---UNO (NO ASISTIÓ)

18. Rivero Yolanda 19.790.119---UNO. (NO ASISTIÓ)

19.Sanchez Carolina 20.587.81---UNO (NO ASISTIÓ)

20. Ramirez Catherine 19.985.598---UNO (NO ASISTIÓ)

6.SECCIÓN X

21.Guevara Joseh 20.586.025---UNO (NO ASISTIÓ)

22 Roa Edwin 20.880.000 ( TIENE 4 ASIGNATURAS APLAZADAS. DEBE REPETIR PRIMER AñO)

23.Delgado Mireya 18.855.494---UNO (NO ASISTIÓ)

24. Valero Natali 20.592.480---UNO (NO ASISTIÓ)

25 Pereira Geraldine21.097.069---UNO. (NO ASISTIÓ)

26. Zavala Heira 19..296.802---SEIS PUNTOS (6)

27.Osuna F 18.884.532---TRES PUNTOS (3)

28.Delgado E 19.699.239---UNO. (NO ASISTIÓ)







29. Legall E. 20.343.045---UNO (NO ASISTIÓ)

30. Rebolledo E19.724.614---TRES PUNTOS (3)

31. Cortesía R.19.222.711—SEIS PUNTOS (6)



7.SECCIÓN 1 V

32.Ramirez W 20.451.953 UNO (NO ASISTIÓ)

33..Montaño Jesús 19.126.516 (TIENE CUATRO -4- ASIGNATURAS APLAZADAS. DEBE REPETIR PRIMER AÑO)

34..Gómez Hector 19.473.016---UNO (NO ASISTIÓ)

35.Hernández F 19.740.488---UNO (NO ASISTIÓ)

36. Torrealba A 19.472.438---DEBE REPETIR

8.SECCIÓN H

37. Vequett F. 19.488.453----DOS PUNTOS



38.. Pérez Y 20.357.219---UNO (NO ASISTIÓ)

39.. Ortega A 19.608.831---UNO (NO ASISTIÓ)

40. Oliveros Y. 19.003.305---UNO (NO ASISTIÓ)

41.. Pèrez I 19.207.771---UNO (NO ASISTIÓ)

9.SECCIÓN W

42. Alvarez C18.489.854 ---TRES PUNTOS (3)

10.SECCIÓN P

43.Valero W 20.119.522---UNO (NO ASISTIÓ)

44. Astudillo L 20.246.567---UNO (NO ASISTIÓ)

45. Suarez A 19.601.537---UNO (NO ASISTIÓ)

46.Jaramillo J 18.617.928---UNO (NO ASISTIÓ)

47. Romero 19.688.397---UNO (NO ASISTIÓ)

48.Ramirez M 18.972.283---UNO (NO ASISTIÓ)

49.Bautista D 18.029.514---UNO (NO ASISTIÓ)

50. Natera C 19.411.899---UNO (NO ASISTIÓ)

11.SECCIÓN N

51.Tribiño D.19.725.621—UNO (NO ASISTIÓ)

52.Paredes F. 18.475.188 ---DOS (2)

12.SECCIÓN Ñ

53..Silva E 20.246.723 –SEIS (6)



54. Hospedales A 18.868.406 ( TIENE CUATRO (4) ASIGNATURAS APLAZADAS. DEBE REPETIR PRIMER Año)

13. SECCIÓN F
55. Caballero N 20.651.300---TRES PUNTOS(3)

56. Diaz Y 19.725.037---UNO (NO ASISTIÓ)


OTROS CASOS:


Infante L. 19.792.158. SIETE PUNTOS (7)

Osmel Torrealba , 19.374.739 --SEIS PUNTOS (6)


Prof. Edgardo Malaspina

SÍNDROME DE KARTAGENER


EL SÍNDROME DE KARTAGENER ES UNA ANOMALIA ESTRUCTURAL Y FUNCIONAL DE LOS CILIOS.


SE CARACTERIXZA POR:


1.INVERSIÓN DE LOS ÓRGANOS.


2.ENFERMEDADAES PULMONARES (BRONQUITIS, PULMONÍA,ATELECTASIA)


3.SINUSITIS

lunes, 12 de abril de 2010

UN JUICIO A UN BRUJO EN 1791

POR: EDGARDO MALASPINA
Un Juicio a un curioso de Calabozo en 1791 nos da luces sobre la situación médica regional

Como ya se observó en la colonia los médicos y curiosos ejercieron el arte de curar indististintamente. A veces los curiosos demostraban mayores o iguales conocimientos que los galenos, producto de su experiencia y práctica. Por otro lado la lucha contra ese ejercicio ilegal se hacía difícil por cuanto los graduados eran muy pocos.

Don José Romualdo de Silva Arrechadera era una especie de curioso y médico que ejercía en Calabozo, y en 1791 fue acusado por el Regidor del Cabildo, Francisco Javier Gutiérrez Noriega. El juicio llegó hasta la Real Audiencia.

La acusación del Regidor era sencilla: Silva ejercía ilegalmente la medicina en la Villa de Calabozo, había causado la muerte de varias personas, entre ellas la de una esclava suya, cuyo valor reclamaba. A favor de Silva esta una parte del cabildo, el cura y Vicario Don Juan Angel Leal, el Sub – delegado de Real Hacienda Don Carlos del Pozo, el Alcalde Ordinario de primera elección Don Rafael Villamediana, el Escribano Demetrio Montiel, el Alferéz Real Don Juan Delgado, el pbro Br. Diego Pasquier, cura Doctrinero de la Santísima Trinidad y el pbro. Don Jorge Antonio García, cura Doctrinero de Nuestra Señora de los Angeles.

Las personas arriba mencionadas abogaban en la defensa de Silva: “El acierto con que Romualdo está ejerciendo la medicina en Calabozo desde fines del año ochenta y siete, un genio afable y humilde, por cuya razón ha merecido que lo atiendan y favorezcan con su cariño y trato de piedad con que mira a los enfermos, con particularidad a los pobres a quienes no sólo visita sin interés, sino que le suministra los medicamentos y alimentos en su propia casa, sin haber sido oido jamás que alguno se le haya muerto sin confesión...”

El abogado defensor de Silva ante la Real Audiencia, en su interveción arroja bastante luz sobre el ejercicio de la medicina en los pueblos de Venezuela para esa época. Decía el abogado que era imposible atender a la ciudad de Caracas con los médicos titulares y con mayor razón a la provincia, “por ello no es cosa monstruosa ni rara, que curen en los pueblos, villas y ciudades fuera de esta capital, los que carecen de principios en las universidades y colegios, pues aquí mismo (Caracas) se encontraban muchos que en calidad de curiosos lo hacen con aceptación del público, y aun allí (en Calabozo) lo practica el propio Don Francisco Noriega y otros muchos, sin tener como tiene Romualdo licencia del protomédico desde agosto del ochenta y nueve, autorizada con el pase y recibimiento del Cabildo (como se ve al folio trece y catorce), y siendo tan pocos los profesores que se hayan aun en esta ciudad, carecerían de consuelo los enfermos de toda la provincia sino pudiesen los curiosos recetarlos, cuya práctica siempre observada y necesaria, sólo pueden atenderla los Jueces Territoriales para con los desaciertos en sus curaciones, falta de caridad para con los pobres, o de costumbres corrompidas y del mal ejemplo pero no con un sujeto como Romualdo a cuyo favor certifican los mismos jueces y los cabezas y personas principales de la Villa de Calabozo...”

De esta exposición se desprende que en aquella época el ejercicio médico de los curiosos era necesario.


domingo, 11 de abril de 2010

EXAMEN MÉDICO EN EL EJÉRCITO EN 1779




El Médico examina a quienes se alistan en el ejército en Calabozo






POR: EDGARDO MALASPINA







En 1779 el Teniente de Justicia busca hombres para combatir las cimarroneras en las montañas de Tiznados. Un francés es llamado pero se niega ir al servicio.




El teniente de Justicia expone: “Cuando eché las cajas para juntar gente, un francés que está avecindado en esta Villa, llamado Reinaldo, que ha sido soldado o cabo veterano, no quizo parecer donde concurre la gente y necesitando yo en este lance tanto a un hombre que había servido, para que diese algunas instrucciones al cabo, por ser hombre del país; y siendo necesario se hiciese cargo de algún piquete lo llamé y dí la órden de alistarse para ir; pretextome al principio estar enfermo de una pierna, visto que no; pretextó dijo tenía pujos, reconociéndolo el médico y no lo encontró enfermo...”

sábado, 10 de abril de 2010

SAN JUAN DE LOS MORROS SIN MÉDICO EN ...1783


SAN JUAN DE LOS MORROS CON POCOS HABITANTES Y SIN MÉDICO EN 1783


POR: EDGARDO MALASPINA


Aunque estuvo hasta el 28 de noviembre como párroco de San Juan de los Morros, Domingo de Herrera, renunció al curato el 2 de julio de 1783. Alegaba motivos de salud, desamparo y escasez del pueblo y la falta de médico y medicinas.



Enrique Olivo escribe :“En 1804 la población es de 800 vecinos, y el pueblo es tan pequeño que no tiene más de 30 casas. Sus moradores son pobres. Don Silvestre Alonso Mena falleció el año anterior. Era un sujeto de arraigo y comodidad y en 1802 estaba muy quebrantado...”“En 1805 la población era de 1500 habitantes”.


viernes, 9 de abril de 2010

MEDICINA INDIGENA EN GUÁRICO


POR: EDGARDO MALASPINA



Aproximación a la Medicina Indígena en el Guárico

Todos los pueblos indígenas en sus sistemas filosófico – religiosos tiene una concepción ligada a la salud. No obstante esas nociones con respecto a la medicina dependen del grado de desarrollo cultural alcanzado por determinado grupo indígena.

Según J.A. De Armas Chilty la parte occidental del Estado Guárico (Calabozo, San Juan de los Morros) fue ocupada por Caribes, denominados apones, cumanagotos, aoriguires y otomacos. Estas eran tríbus que vivían de la caza y de la pesca. Los apones practicaban la poligamia.

Zaraza, Tucupido, Santa María de Ipire, El Socorro, Valle de La Pascua y Chaguaramas fue zona de los palenques, cumanagotos, guamos y guamonteyes. Altagracia de Orituco, Macaira y Guaribe fue habitada por indios guaiquiries, güigüires, ipares y guaribes. El Alto Orituco fue territorio de los tomuzas y quiriquires. Palenques y cumanagotos vivieron en la Selva Tamanaco. En el siglo XVII fueron llevados por los colonizadores indios caribes, güires, atapaimas, chinos y amaibas a Calabozo, Camaguán, Cabruta y Guardatinajas.

De Armas Chilty define dos corrientes indígenas en el Estado Guárico: “la que proviene desde el oriente, norte y noroeste con palenques y cumanagotos. En este grupo también se incluye los Quiriquires y Tomuzas de los Valles del Orituco. La otra corriente se divide en otomacos y abaritocos que suben desde Guayana hacia Cabruta; los amaibas, guamos y apones que llegan desde el Apure y el Portuguesa y alcanzan en sus correrías hasta el Guárico medio.”

Tribus nómadas de guires, palenques, guaiquiries y píritus merodearon por el Valle de Ortiz en las temporadas de lluvia.

En Tiznados vivieron los guaiquiries o guamonteyes. Dormían en ranchos armados en cuatro palos, se acostaban sobre cueros de venado que después arrastraban cuando viajaban. También los guires habitaban la región. Eran nómadas y recolectores.

Oldman Botello narra la persecución que hizo Garci González de Silva en 1576 a los indios Caribes Guárico. Encontró en las orillas del río Tiznados cerca de 200 cabezas de indígenas. Oviedo y Baños interpretó el hecho como producto de borracheras y festines que terminaban en sacrificios “para saciar con sus cuerpos la bestial inclinación de hartarse de carne humana.” Sin embargo a la luz de la etnología moderna ese acto se interpreta como antropofagia ritual.


Las tribus que habitaron el Guárico fueron nómadas. Iraida Vargas Arenas hace una descripción de esos grupos, los cuales pasaban la mayor parte del año errantes y descansaban en un asentamiento o base central. Tenían una densidad de población muy baja. Los grupos no pasaban de 25 familias emparentadas unas con otras. Recolectaban raíces silvestres, cazaban y pescaban. No conocían la agricultura. Se embriagaban con chicha. Los guamos comían caimanes, aborrecidos por otros indios. Los guamonteyes usaban arcos, flechas y fisgas, este último instrumento es un arpón de tres dientes. Los otomacos en su fase estable cultivaban el maíz de dos meses, el cual en ese tiempo crece, echa mazorca y madura. Los betoyes se cubrían el cuerpo desde las axilas hasta la ingle con una corteza de árbol. La mayoría de los estudiosos coinciden con que los indios del llano andaban desnudos. Pero los guamos usaban un ceñidor ancho de algodón tan bien hilado que los españoles los adquirían. Estos mismos indios se pintaban antes de ir a la guerra y practicaban un tipo incipiente de cirugía: se separaban el filo exterior de sus orejas por una incisión en la cual se colocaban pequeños objetos que no querían perder o traer en sus manos.

Los guaiqueríes y guamonteyes gozaban de aparente buena salud. Son descrtitos como altos, morenos y de mucha fuerza. Los guamos hacían festines, bebían y bailaban. A la hora de dormir lo hacían en el suelo. Eran buenos alfareros y hacían jarras de dobles asas para beber agua. Utilzaban contra sus enemigos hechizos y venenos, aunque se desconoce la naturaleza de estos últimos.

Iraida Vargas Arenas presenta un cuadro cultural de los Yaruros del Estado Apure y los otomacos por su parecido al que existía en el Estado Guárico en la época prehistórica.

Los Yaruros andan errantes por el río Capanaparo y Sinaruco. Transportan sus pocas posesiones. Fuman y tiene un Shaman que describe imágenes religiosas y explica la existencia y hace preparativos para la comunión con los dioses. No practican la agricultura. El perro es el único animal que domestican. Carecen de viviendas: colocan ramas en la arena para protegerese de los vientos, los insectos, el sol y la lluvia. Durante la noche duermen en huecos cavados en la arena.

Los otomacos eran cazadores y pescaban. Preparaban aceite extraído de los huevos de tortugas. Recolectaban semillas, raíces, frutos, cera y miel de abejas. Cultivaban yuca, pero práctiamente no preparaban cazabe. Consumían una arcilla especial de color gris amarillento quemada al fuego. Lloraban a los muertos al iniciarse el día. Jugaban a la pelota. Después de la caza, comían y se bañaban en el río. Luego cantaban y bailaban hasta la media noche. Adoraban a la luna. Eran buenos tejedores. Hacían pabellones para protegerse de los mosquitos.

En 1780 el obispo Martí visitó Guardatinajas. Allí vivían indios cumunagotos, los cuales hicieron una exhibición para distraer al dignatario religioso con arco y flecha. Fray Joseph Francisco de Caracas registró el hecho de esta manera: “Con estas armas (arcos y flechas) cazan, pescan, se defienden y matan, untando sus lancetas con un veneno que llaman curare, tan activo que lo mismo es tocar la sangre, que infeccionar toda su masa y causar la muerte; sin embargo, como en el mismo acto de recibir la herida, se acierta a tener un grano de sal en la boca, puede el paciente escapar la vida.” (5) Es decir conocían este importante veneno, usado en la farmacología moderna, y trataban de aplicar un posible antídoto.

José Gumilla (1686 – 1750) hizo importantes apuntes en sus libros para entender el desarrollo de la medicina de los indios del llano. En su obra “El Orinoco Ilustrado” se refiere constantemente a tríbus indígenas que a través del Orinoco se desplazaban hasta las tierras del Guárico. José Rafael Fortique hace el estudio del aspecto médico en la obra de Gumilla (7) y de allí a continuación hablaremos.

Los indios del Orinoco practicaban la circuncisión, la poligamia, y se bañaban tres veces al día. Tenían buena dentadura. Algunas tríbus practicaban el infanticidio en las niñas para evitar el sufrimiento futuro seccionando el cordón umbilical para que se desangraran. Comían abundantemente, excepto los otomacos que hacían una sola comida en el atardecer y tenían como regla higiénica enterrar sus excretas. Eran geofagos, enterraban los granos y luego los extraían y amasaban con la tierra. Practicaban autoescarificaciones. Las mujeres guamas se traspasaban la lengua con un hueso amolado y bañaban con su sangre los niños enfermos. Los guaiqueries aislaban a las muchachas cuando presentaban la menarquía, para evitar que perjudicaran las cosas y a los demás. Estos mismos indios encerraban a las jóvenes que contraían matrimonio, por 40 días con una dieta de cazabe y agua. Las indias parían solas y luego se lavaban en el río. El parto gemelos era castigado: se comparaba al de los animales como ratones o cachicamos de partos múltiples y se sospechaba infidelidad. Se reconocía un solo hijo y el otro era asesinado. Practicaban la eugenesia: los niños defectuosos eran inmediatamente enterrados vivos. Las indias amamantaban a sus hijos por largo tiempo.

Los guamos explicaban las enfermedades como producto de la acción de espíritus malignos. Eran animistas. Los otomacos ponían al lado de sus cadáveres raciones de alimento y de chicha para calmar el hambre y la sed en el último viaje. Algunos indios cargaban a sus enfermos en canastas. Las indias se esterilizaban con hierbas y bebidas.

Los indios de Orinoco tenían una medicina mágica con exorcismos y ritos misteriosos. El Piache chupaba el sitio anatómico donde pensaba que estaba el mal y extraía piedras, previamente colocadas en su boca. Pero conocían también hierbas, raíces, hojas, semillas y flores de efectos medicinales. En algunas enfermedades recurrían al ayuno y en las fiebres sumergían al afectado en el río o lo rociaban con agua (balneoterapia). Para las mordidas de serpiente aplicaban tabaco masticado. Contra los mosquitos se untaban el cuerpo con onoto y manteca de tortuga. Los otomacos fabricaban pabellones con hojas de palma.

Sobre las enfermedades que padecían los indios del Orinoco Gumilla habla de jejenes (phlebotomus) transmisores de las leishmaniasis visceral y cutánea, y de unos mosquitos verdes que dejan sus huevos en la piel del afectado con desarrollo posterior de un gusano y apostema (miasis furuncular). Esta enfermedad la curaban con chimó. También describe a los pitos (Rhodnius prolixus), transmisor de la enfermedad de Chagas. Los indios del Orinoco sufrían de herpes zoster, sarna, paludismo, neumonía, etc. Empleaban la tuatua como laxante, hueso de cachicamo para el dolor de oido, piedra de iguana en las afecciones urinarias, uña de danta como amuleto. Con este último fin también usaban los colmillos del caimán, y las piedras de curbinatas. De las plantas medicinales conocían el mastranto, la hierba Santa María (parecida a la hierbabuena) y el árbol otova, el merey y el palo de aceite.

Gumilla dice que las heridas de raya entre los indios “se encanceraban.” Los indios del Orinoco no sólo practicaban la circuncisión sino también la cliredectomía.

Los otomacos usaban como anestesico unos polvos llamados yupaz, aplicados en las fosas nasales. La yupa es una planta estupefaciente (piptadenia peregrina).

Entre los indios del Orinoco una mordida de serpiente venenosa terminaba con la amputación del miembro afectado para evitar la difusión del mal. Guimilla vio tribus hasta con 50 manco o cojos.

Sobre los cumanagoto siempre presentes en las tierras del Guárico, el Dr. Jesús Cordero Moreno (realizó un estudio referente a sus concepciones médicas. Los hombres cubrían su sexo con una calabaza, las mujeres usaban guayuco. El piache se colocaba en la cabeza una faja, usaba brazaletes de cuentas en los brazos, se pintaban los dientes con colorante negro y mascaba una yerba llamada ayo. Repudiaban la esterilidad femenina. El hombre descansaba después del parto de las mujeres porque suponían que el espíritu del padre cuidaba del hijo recién nacido. Durante 8 días la mujer observaba una dieta sin carne ni pescado y no se bañaba hasta la caída del cordón umbilical del niño. La sangre menstrual la consideraban sagrada.

Los cumanagoto en su farmacopea empleaban la coca que adqurían de los tomuza; ñongues (estupefaciente que contiene alcaloides como la atropina), el tabaco, tusiya (astringente), secua (emitio y purgante), yerbamora, aceite de palo, cáscara de plátano, piedras bezales de venados, concha molida de cachicamo como exudatorio, piedras de la vejiga de iguana para el dolor de muela, etc. Los cumanagoto recurrían a las sangrías en los brazos y otras partes del cuerpo para tratar varias enfermedades. Todos las acciones médicas estaban encaminadas a expulsar los espíritus malignos. El piache era llamado piaza o pizamo y estudiaba su arte desde la juventud con profesores. Cuando moría el enfermo podía ser culpado de errar la cura y su vida corría peligro. Lo podían castigar con la pena de muerte.

En conclusión, los indígenas que habitaron en las tierras de Guárico por su condición errante no alcanzaron mayor desarrollo en la ciencia médica, sin embargo es evidente que poseían incipientes elementos de la misma. Por otro lado algunas tríbus tuvieron adelantos médicos notables.

jueves, 8 de abril de 2010

MEDICINA EN GUÁRICO DURANTE LA COLONIA



MEDICINA EN GUÁRICO DURANTE LA COLONIA. INEXISTENCIA DE HOSPITALES EN GUÁRICO.



POR: EDGARDO MALASPINA


El desarrollo de la medicina en la Provincia de Venezuela durante el régimen colonial se ubicó preferiblemente en la ciudad de Caracas. En las otras ciudades que conformaban la Capitanía el progreso de las instituciones y los servicios médicos fue lento.


La medicina era ejercida por curanderos, barberos y escasamente por médicos diplomados. En la mayoría de los casos los métodos empleados constituían una combinación proveniente de las prácticas indígenas y los conocimientos europeo .



El primer hospital del país se construye en Barquisimeto en 1582, y de estos establecimeintos médicos tenemos conocimientos por los periplos de los dignatarios de la iglesia, quienes tenían la potestad de visitarlos. El Obispo Martí da testimonio de que en el siglo XVIII existían hospitales en Caracas, La Guaira, Maracaibo, Carora, El Tocuyo, Trujillo, Guanare, San Felipe, Barquisimeto, Valencia, San Sebastián de los Reyes y Puerto Cabello.



El Obispo constata que no hay hospitales en Nirgua, Ospino, Araura, Villa de Cura y Calabozo; por lo que toma medidas para fundarlos en esas ciudades. No obstane el 30 de julio de 1805 el Obispo Ibarra elabora una lista de ciudades con hospitales existentes en el país. Allí aparecen: Caracas, La Guaira, Puerto Cabello, Valencia, San Felipe, Barquisimeto, El Tocuyo, Carora, Guanare y San Sebastián. Como notamos, ningun pueblo del Guárico es nombrado.

miércoles, 7 de abril de 2010

ARTÍCULO SOBRE MAL DE CHAGAS EN CARACAS

PARA MIS ESTUDIANTES: ARTÍCULO PUBLICADO EN REVISTA INGLESA SOBRE INFECCIONES. TRATA DE MAL DE CHAGAS ORAL EN CARACAS. LEÁNLO, APRENDAN MEDICINA Y PRACTIQUEN EL INGLÉS.
Orally Acquired Chagas Disease: Lessons from an Urban
School Outbreak
Michael A. Miles
Pathogen Molecular Biology Unit, Department of Infectious and Tropical Diseases, London School of Hygiene and Tropical Medicine, London, United Kingdom
(See the article by de Noya et al, on pages 1308–1315.)
Received 19 January 2010; accepted 19 January 2010;
electronically published 22 March 2010.
Potential conflicts of interest: none reported.
Financial support: Wellcome Trust and EC contract 223034
(ChagasEpiNet).
Reprints or correspondence: Prof Michael A. Miles, Pathogen
Molecular Biology Unit, Dept of Infectious and Tropical Diseases,
London School of Hygiene and Tropical Medicine, Keppel St,
London WC1E 7HT, UK (michael.miles@lshtm.ac.uk).
The Journal of Infectious Diseases 2010;201(9):1282–
1284
_ 2010 by the Infectious Diseases Society of America. All
rights reserved.
0022-1899/2010/20109-0002$15.00
DOI: 10.1086/651609




The protozoan pathogen Trypanosoma
cruzi causes Chagas disease, one of the
most important parasitic infections in
Latin America. Without effective treatment,
infection is usually for life. A likely
outcome of infection is heart disease, with
electrocardiogram abnormalities and cardiomyopathy.
In some geographical areas,
this may be complicated by megasyndromes,
particularly megaesophagus and
megacolon [1].
The insect vectors are blood-sucking
triatomines. Transmission occurs when
insects feed, but the route is precarious
and indirect, by contamination of mucous
membranes or abraded skin with T. cruzi–
infected triatomine feces. The main culprit
vectors are a few triatomine species that
colonize poor rural dwellings and feed
from the inhabitants and from their domestic
animals. Despite the recent success
of international programs to control such
domestic triatomines (notably, Triatoma
infestans in the Southern Cone countries
of South America), wide regions of domestic
transmission remain. Furthermore,
T. cruzi is a zoonosis; there are many
mammal reservoir hosts (such as opossums,
armadillos, and rodents), and many
triatomine species act as vectors in sylvatic
habitats. Such sylvatic bugs pose a threat
by replenishing household colonies or by
new adaptations to domestic habitats, as
well as by occasional incursion of adult
insects that fly into houses and may cause
sporadic cases of Chagas disease.
T. cruzi is not confined to transmission
by contamination of the host as the vector
feeds, and it has several secondary routes
of dissemination. Potential transfusion of
contaminated blood demands that all
blood donors in areas of endemicity
should be screened with serological testing.
Similarly, transplant of organs and
other tissues may require screening of
both donors and recipients, who, if they
carry T. cruzi, are liable to experience relapse
to an acute infection when immunosuppressed.
Ideally, the possibility of
congenital transmission requires followup
of infants born to seropositive mothers. T.
cruzi can travel with Latin American migrants,
and these secondary routes allow
transmission beyond the established
regions of endemic Chagas disease. Thus,
T. cruzi infection has been demonstrated
among potential blood donors in North
America and in Europe, where occasional
autochthonous transmission has occurred.
As if that were not enough, there is at
least 1 more increasingly apparent and important
means of T. cruzi dissemination,
and that is transmission by the oral route,
which is the focus of the report by deNoya
et al [2] that appears in this issue of the
Journal. Consumption of infective forms
of T. cruzi may occur as the result of eating
raw or undercooked blood and meat of
reservoir hosts or by contamination of
food with the anal gland secretions of the
common opossum, Didelphis (which, extraordinarily,
may contain forms equivalent
to the infective forms in the hindgut
of the triatomine). However, by far the
most likely source of orally acquired T.
cruzi infection is food contaminated by an
entire infected triatomine or by infected
insect feces. Not only are the adult triatomine
winged, but several species are attracted
to artificial lights, bringing them
into houses or to other sites where food
is produced locally or commercially. In experimental
animals, infection by ingestion
and gastric invasion can readily occur and
is believed to be an important mechanism
of propagation among omnivorous or insectivorous
mammal reservoirs of infection.
T. cruzi is destroyed in dry triatomine
feces and by high temperatures, so the
food that is contaminated must remain
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moist or be partially liquid and be kept at
not much more than ambient temperature.
In such foods, T. cruzi may survive
for hours or days and might even multiply
in some foodstuffs. Cooling does not kill
T. cruzi and may prolong survival, although
freezing without chemical protection
can destroy the organism. Palm, sugar
cane, and fruit juices are therefore ideal
contaminated sources for oral outbreaks,
because they are often grown, harvested,
and pressed locally, with the aid of artificial
light, in rural or periurban areas where
sylvatic triatomines may be abundant.
Orally acquired human infection with
T. cruzi has been known since the 1930s
but has risen to more recent prominence
as a result of the series of outbreaks that
has occurred in the Amazon region, which
have been associated with preparation and
consumption of popular juice from the
fruit of the ac¸ai palm (Euterpe oleracea)
[3]. These outbreaks are especially notable
because, although T. cruzi is enzootic and
abundant among Amazonian sylvatic vectors
and reservoirs, there are as yet no
commonly established domestic triatomine
species, and orally acquired Chagas
disease therefore accounts for approximately
one-half of the known Amazonian
cases. South of the Amazon region in Brazil,
several outbreaks have been associated
with consumption of sugar cane juice.
The report by de Noya et al [2] in this
issue is unique and extraordinary in several
respects. First, it describes by far the
largest known outbreak of orally acquired
Chagas disease. Second, it is urban and
occurred in a school. Third, it indicates a
new type of contaminated food, guava
fruit juice. Furthermore, the study incorporates
considerable detail on the clinical
presentation and uses an interesting combination
of epidemiological methods. Several
important conclusions are derived
from or reinforced by the investigation.
A crucial initial observation was the detection
by microscopy of trypomastigotes
in blood smears obtained from the 9-yearold
index case patient, which triggered follow-
up in other students who were hospitalized
with fever of unknown origin. A
combination of parasitology, serological
testing, and polymerase chain reaction
amplification of T. cruzi kinetoplast DNA
led to the confirmation of 103 cases
among the 1000 individuals exposed. As
expected, cardiovascular symptoms were
commonplace, whereas some clinical features
were considered to be unusual and
possibly related to the oral transmission
route. Because the school was in a relatively
well-developed urban area with no
evidence of vector infestation, it was presumed
that contaminated food must be
the source.
A traditional investigative epidemiological
approach was then used, with a
within-cohort, case-control approach for
all students, staff, at-risk contacts, and external
food producers. Questionnaires,
odds ratios, and multivariate analysis revealed
that guava juice, prepared and
cooled over night in a Caracas suburb, was
the likely source. Infection was most common
among the morning shift of children,
who were the first to consume the juice.
Peridomestic rodents and T. cruzi–infected
Panstrongylus geniculatus were found in
the suburb where the juice was prepared;
P. geniculatus has previously shown signs
of adapting to peridomestic habitats in
both Brazil and Venezuela [4]. Commendably,
de Noya et al [2] then married
this traditional approach with molecular
characterization of the T. cruzi genetic lineage
that was involved in the outbreak. A
provisional comparison of 3 isolates from
patients with 1 isolate from P. geniculatus
found no differences, which supported the
identification of the source.
T. cruzi is not a single entity but a complex
of at least 6 genetic lineages or discrete
typing units. Until recently, these were divided
into TcI and TcIIa-e, but they have
now, more logically, been redesignated as
6 distinct groups—TcI, TcII, TcIII, TcIV,
TcV, and TcVI—with differences between
ecologies, hosts, vectors, and geographical
and disease distributions [1, 5]. North of
the Amazon, the principal agent of Chagas
disease is TcI, which, consistent with the
Caracas outbreak, causes severe and fatal
cardiomyopathy. In contrast, in the Southern
Cone countries, where megaoesophagus
and megacolon are common, Chagas
disease is predominantly caused by TcII,
TcV, and TcVI. It is of considerable epidemiological
interest that TcV and TcVI
are natural TcII /TcIII hybrids, which have
spread rapidly through the Gran Chaco
and adjacent regions of South America.
Robust and relatively straightforward
methods are now available to identify all
6 T. cruzi genetic lineages [6], and multilocus
microsatellite typing (MLMT) provides
additional high-resolution analysis
for molecular epidemiological tracking
[1]. It would be of great value to deploy
these methods far more widely and routinely
to research groups in areas of endemicity,
to allow more-detailed epidemiological
investigations. Although investigation
of the Caracas outbreak benefited
from the limited molecular comparisons,
under ideal circumstances, far more isolates
would have been available and characterized
in detail by molecular methods.
Both multilocus sequence typing and
MLMT can also be applied to resolve population
structures of closely related and
morphologically similar triatomine species,
clarifying the risk of reinvasion from
sylvatic cycles after vector-control programs
[1].
Several important messages might be
drawn from the landmark study of de
Noya et al [2]. First, the importance of
awareness among clinicians of the presentation
of Chagas disease beyond the usual
epidemiological circumstances, and even
among populations far from areas of vector-
borne transmission. Second, the need
for a rapid response, including standardized,
proven diagnostic procedures and
easy access to chemotherapy. Third, the
importance of the traditional epidemiological
approach and the added value of
molecular methods, which allow precise
epidemiological tracking and should be
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more widely deployed. Fourth, the need
for health education to diminish the risk
of orally acquired Chagas disease. Vigilance
or cleaning of crops might exclude
insects. Presses should ideally be covered
to protect against triatomines and should
not be operated directly beneath or adjacent
to artificial light. Commercial ac¸ai
production can be made safe by pasteurization.
Vulnerable juice preparations
should not be left uncovered and open to
contamination. Finally, despite the novelty
and undeniable importance of orally acquired
Chagas disease, it is well to remember
that domestic vectors still colonize
houses across wide areas, and efforts to
eliminate them must be sustained.
References
1. Miles MA, Llewellyn MS, Lewis MD, et al. The
molecular epidemiology and phylogeography
of Trypanosoma cruzi and parallel research on
Leishmania: looking back and to the future.
Parasitology 2009; 136:1509–1528.
2. de Noya BA, Diaz-Bello Z, Colmenares C, et
al. Large urban outbreak of orally acquired
acute Chagas disease at a school in Caracas,
Venezuela. J Infect Dis 2010; 501(9):1308–1315
(in this issue).
3. Pan American Health Organization. Doenc¸a de
Chagas: Guia para vigilancia, prevenc¸a˜o, controle
e manejo clı´nico da doenc¸a de chagas
aguda transmitida por alimentos. PAHO/HS/
CD/539.09. 2009. http://bvs.panalimentos.org.
Accessed 18 March 2010.
4. Feliciangeli MD, Carrasco H, Patterson JS, et
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Stal, 1859 and Panstrongylus geniculatus
Latreille, 1811, vector incrimination, and seroprevalence
for Trypanosoma cruzi among inhabitants
in El Guamito, Lara State, Venezuela.
Am J Trop Med Hyg 2004; 71:501–505.
5. Zingales B, Andrade SG, Briones MR, et al. A
new consensus for Trypanosoma cruzi nomenclature:
second revision meeting recommends
TcI to TcVI. Mem Inst Oswaldo Cruz 2009;
104:1051–1054.
6. Lewis MD, Ma J, Yeo M, et al. Genotyping of
Trypansoma cruzi : systematic selection of assays
allowing rapid and accurate discrimination
of all known lineages. Am J Trop Med Hyg
2009; 81:1041–1049.

jueves, 1 de abril de 2010

GENOMA HUMANO



El genoma no ha cumplido todavía las promesas que anunciaban un siglo de oro de la medicina, pero la revolución no ha hecho más que comenzar y puede dar fruto, afirman los expertos en un debate con motivo del aniversario inminente del primer borrador del código genético humano.
El 26 de junio del 2000, dos equipos –un consorcio público y otro privado– emprendieron una frenética carrera de miles de millones de dólares por ser el primero en publicar un borrador del ADN humano.



Desde entonces se han inyectado decenas de miles de millones de dólares en la investigación genómica. La idea es buscar nuevos medicamentos para combatir el cáncer, las enfermedades coronarias y cerebrales, entre otras plagas para el ser humano.



Además, proporcionar los instrumentos para hacer diagnósticos fiables sobre la propensión de un individuo a desarrollar determinadas enfermedades y también encaminar la ciencia hacia tratamientos a medida para los pacientes.



Pero a medida que se acerca el aniversario, las opiniones sobre los logros conseguidos durante la década confluyen en que por el momento los resultados están lejos de la revolución médica.
"Por consiguiente las consecuencias para la medicina clínica... han sido, de lejos, modestas", admite Francis Collins, quien dirigió el consorcio público Proyecto Genoma Humano (HGP), esta semana en la revista científica Nature.




"Se han desarrollado algunos medicamentos potentes para ciertos cánceres; las pruebas genéticas pueden predecir si las personas que sufren cancer de mama necesitan quimioterapia; se han identificado los principales factores de riesgo de degeneración macular (una enfermedad de los ojos) y se puede predecir la respuesta de los medicamentos en más de una docena de medicamentos".



"Pero es justo decir que el Proyecto Genoma Humano todavía no tiene efectos directos en el tratamiento médico de la mayoría de los individuos", matizó.
El biólogo y empresario estadounidense Craig Venter, que también se lanzó en esa aventura hace diez años, pide paciencia. "La revolución del genoma acaba justo de empezar", considera.
Lo positivo es que el coste de la secuenciación del genoma ha caído de forma asombrosa entre 1999 y 2009.



El Proyecto Genoma Humano (HGP) fue financiado con 3 mil millones de dólares, o aproximadamente un dólar por cada par o anillo de la escalera genética, y tardó 10 años en producir el borrador, que fue seguido por una versión "pulida" en 2003.



Hoy, las compañías californianas Illumina y Life Technologies dicen que pueden hacer el mismo trabajo en un día por menos de 6.000 dólares, mientras que su rival Complete Genomics ofrece supuestamente 5.000 dólares.



Esta caída de los costos ha permitido a los científicos descifrar el ADN de toda una gama de especies no humanas: más de 3.800 organismos, desde los ratones hasta las moscas de la fruta, claves para la investigación en laboratorio.



En la próxima década, escribe Venter, se puede contar con el ADN del esperma, de las células embrionarias, de células pretumorales y de las células madre para ver si son sanas o propensas a enfermedades.



Pero la pregunta hoy en día es ¿por qué tarda tanto tiempo en dar resultados? Es que una cosa es tener una mina de datos y otra comprender su significado.
Y el significado resulta ser mucho más complejo que el pensamiento: el número de genes de un organismo no es automáticamente una señal de su complejidad, ya que los genes y las proteínas que controlan pueden desempeñar múltiples papeles.



Ahora en esta barahúnda de información hacen falta medios para poder manipular estos datos con coherencia y desentrañar su contenido.



"Ahora que se ha secuenciado casi todo el genoma humano, todavía pocos comprenden cómo actúan realmente los genes", dice Monika Gisler y los colegas del ETH Zúrich, una investigadora suiza y la universidad tecnológica, en el diario Arxiv.org.



"Se reconoce ampliamente que llevará décadas explotar los frutos del HGP, a través de un proceso lento y arduo que apunta a desenredar la complejidad extraordinaria del problema", añade.
Una apuesta a largo plazo. (TOMADO DE TAL CUAL)