ÁREA DE CIENCIAS DE LA SALUD. MORROS DE SAN JUAN

ÁREA DE CIENCIAS DE LA SALUD. MORROS DE SAN JUAN

X PROMOCIÓN DE MÉDICOS CIRUJANOS.

X PROMOCIÓN DE MÉDICOS CIRUJANOS.
UNERG.2010

PADRINO DE LA PRIMERA PROMOCIÓN. MISIÓN SUCRE.

PADRINO DE LA PRIMERA PROMOCIÓN. MISIÓN SUCRE.
ACTIVIDAD FÍSICA Y SALUD.

I PROMOCIÓN DE DERMATÓLOGOS.UNERG.2001

I PROMOCIÓN DE DERMATÓLOGOS.UNERG.2001
DERMATÓLOGOS.2001

PLACA DE RECONOCIMIENTO

PLACA DE RECONOCIMIENTO
X PROMOCIÓN DE MÉDICOS.UNERG.2010

AFICHE.X PROMOCIÓN DE MÉDICOS.UNERG.2010

AFICHE.X PROMOCIÓN DE MÉDICOS.UNERG.2010

miércoles, 29 de abril de 2009

COLEGIO DE MÉDICOS DEL ESTADO ZULIA

COLEGIO DE MÉDICOS DEL ESTADO ZULIA. MARACAIBO. ABRIL DE 2009.(FOTO: EDGARDO MALASPINA)
JOSÉ MARÍA VARGAS, PADRE DE LA MEDICINA VENEZOLANA, EN EL JARDÍN DEL BELLÍSIMO COLEGIO DE MÉDICOS DEL ESTADO ZULIA. MARACAIBO. ABRIL DE 2009.(FOTO: EDGARDO MALASPINA)

HISTORIA DE LAS AMIBAS

LIBRO DE LA DOCTORA NINOSKA DONNARUMMA SOBRE LAS AMIBAS. ESTABLECE LA DIFERENCIA ENTRE UNA AMIBA PATÓGENA (LA QUE PROVOCA LA AMIBIASIS O HISTOLYTICA Y LA NO PATÓGENA O DISPAR). FUE PUBLICADO EN 2004 POR EDGARDO MALASPINA A TRAVÉS DE LA EDITORIAL GUÁRICO.
EL MÉDICO RUSO FEDOR LESH, DESCUBRIDOR DE LAS AMEBAS PATOLÓGICAS.







HISTORIA DE LAS AMEBAS

Por: Edgardo Malaspina

Las amebas son protozoarios, organismos unicelulares. Existen varias formas intestinales, tales como Endolimax nana, Entamoeba coli, Entamoeba dispar y Entamoeba histolytica, entre otras. Las tres primeras no son patógenas, es decir no provocan enfermedad en condiciones normales, y por lo tanto no exigen tratamiento. Pero la Entamoeba Histolytica es la culpable de la amibiasis. El médico ruso Fedor Alexandrovich Lesh fue el primero en estudiarla. Lesh nació en 1940.En 1858 ingresó a la Academia Médico-quirúrgica de San Petersburgo. Después de graduarse trabajo en una clínica privada tres años. En 1866 obtiene el Doctorado con la tesis “Infartos pulmonares en las embolias”. Viajó a Europa. En 1871 es profesor de patología y terapia .Hasta 1875 daba conferencias en los cursos femeninos de medicina. Trabajó en Kiev en la cátedra de diagnóstico clínico. Se ocupó de la Medicina Interna y publico 20 trabajos científicos. Especial atención dedicó a los parásitos intestinales. En 1873, en San Petersburgo, Lesh estudió el caso de un joven campesino que presentaba diarrea, malestar general y molestias rectales. Bajo el microscopio observó las heces del enfermo y notó formaciones en movimientos con seudópodos. Eran células amibianas, a las cuales denominó “amibas del colon”, o sea Amoeba coli. Lesh asoció la presencia de las amebas con la enfermedad del joven y aplicó tratamiento. Por primera vez se hacían ambas cosas en la Historia de la Medicina. No obstante el paciente murió. Lesh encontró en la autopsia ulceraciones en el colon. Luego introdujo material fecal del enfermo a unos perros y en uno de ellos apareció el cuadro disentérico. Pero Lesh dudó y no dijo que las amibas eran agente causal de la enfermedad. Simplemente pensó que empeoraban el cuadro clínico.
En 1870, Timothy Richard Lewis, cirujano británico de la Comisión Sanitaria de la India, descubrió la Entamoeba coli (no patógena). Jaroslav Hlava, en Praga, encontró amibas parecidas a las de Lesh, o sea histolytica. En 1890 Willian Osler describió un absceso hepático. Encontró muchas amibas, pero no sacó conclusiones para inculparlas. Councilman y Lafleur, en 1891, acuñaron los términos disentería amibiana y absceso hepático. Además hablaron de la existencias de diferentes tipos de amibas en el intestino humano: unas patógenas y otras no. Dos médicos alemanes, Quincke y Ross, en 1938, establecieron las diferencias entre Entomoeba coli y E. histolytica. Describieron también el quiste como forma resistente de las amibas. Fritz Schaudinn (el mismo que descubrió el agente causal de la sífilis) introdujo definitivamente el término Entamoeba histolytica en 1903. En 1913, Walter y Sellar hicieron un experimento con prisioneros filipinos, quienes ingirieron material con varias especies de amibas. Los que ingirieron Entamoeba coli (30 % de las personas la tiene) no enfermaron, al contrario del grupo que consumió la Entamoeba histolytica (25 % de las personas que la tienen se enferman, el otro 75 % son portadores sanos).
E. Brumpt (el mismo que invitó a J.F Torrealba para trabajar en Paris en 1939) en 1925 hablo de la existencia de la Entamoeba dispar, no patógena. La E. histolitica y dispar son muy parecidas, y prácticamente no son diferenciadas en los laboratorios, por cuanto se exige el uso de métodos más precisos. En San Juan de los Morros, por ejemplo, de los casos diagnosticados como Entomoeba histolytica, el 14,28 % son confirmados. El 4,76 % corresponde a la E. dispar. El resto, un poco más del 80 %, no son amibas, sino leucocitos o macrófagos (Donnarumma, 2004, Trabajo de Ascenso en la UNERG). Con respecto al la Endolimax nana ( o amiba enana, descrita por Wenyion y O’Connor en 1917)) el 20 % de las personas la tiene. Todos los comensales no patógenos, como Endolimax nana, Entamoeba coli y Entamoeba dispar , son considerados marcadores higiénicos, y en ciertas circunstancias ameritan tratamiento.

domingo, 26 de abril de 2009

CÁLCULO VESICAL DEL GENERAL RAFAEL URDANETA

CÁLCULO EXTRAIDO DE LA VESICULA URINARIA AL GENERAL RAFAEL URDANETA EN 1845, EN PARIS. MIDE CASI 7 CM Y PESA 134 GRAMOS.SU COMPOSICIÓN ES LA SIGUIENTE: OXANATO DE CALCIO 48,7 %; OXANATO DE AMONIO,29,09 %; FOSFATO DE CALCIO, 22, 1 %. LA AUTENTICIDAD FUE COMPROBADA POR LA DRA. ALBA GASKIN DE URDANETA, PROF. DE LA LUZ.(FOTOS: EDGARDO MALASPINA, EN RECIENTE VISITA AL MUSEO DE LA CASA NATAL DE RAFAEL URDANETA EN MARACAIBO)
RÉCIPE EN FRANCES CON INDICACIONES PARA EL PACIENTE RAFAEL URDANETA

GENERAL RAFAEL URDANETA


EL GENERAL RAFAEL URDANETA(1788-1845), UNO DE LOS PRÓCERES DE NUESTRO PAÍS , MURIÓ EN PARIS (23.08.1845) COMO CONSECUENCIA DE UNA OPERACIÓN QUIRÚRGICA PARA EXTRAERLE UN CÁLCULO DE LA VESICULA URINARIA(LITIASIS VESICAL).

jueves, 9 de abril de 2009

DOS POEMARIOS

LA POETISA GRIEGA SAFO (650-580 A C)
LIBROS Y COMENTARIOS

DOS POEMARIOS

Por: Edgardo Malaspina

La poetisa Amanda Reverón me entrega su poemario de otros diluvios. Lo reviso rápidamente y constato su buena calidad. Hago una lectura de exploración. . Me gusta la poesía gnómica, breve, con ilimitado horizonte de interpretaciones. El poeta hace grandes esfuerzos y concentra un caudal de ideas en pocas palabras. Es un ejercicio difícil donde se pone a prueba la capacidad para resumir.
Los poemas de Amanda son voluptuosos. Le digo que ese estilo sólo lo he visto en Safo(1), y ella se ríe. Veamos:

Naufragio I

Para naufragar
sólo me bastan tus manos.

Naufragio V
Desnuda
breve palabra
que te precede…

Naufragio VII

Un espacio
un milímetro
de tu cuerpo
que me salve
que me lleve hasta la orilla.

Nostalgia IV

Si pudieras
venir esta noche
y treparte por mi cuerpo
cabalgar más allá de mi soledad
detener el tiempo
cósmico
para encontrarte con mis nostalgias
si tu aguacero amaneciera
junto a mis letargos en plena madrugada.

Creo (fragmento)
Creo
En lo sublime del tacto.

El Dr. José Ramón López Gómez, quien preside la comisión del doctorado en Ciencias Médicas de la Universidad de Carabobo, me obsequia su libro de poemas más reciente que denomina Nocturnal. Leo en voz alta uno de sus poemas que me llama mucho la atención:

La canción de la Noche:

Los árboles se han acostado
muy temprano
y las estrellas asoman sus
puntos de luz

para que los grillos comiencen
pronto su música
los cocuyos de luz ensayan
sus danzas
y la brisa juguetona peina
las oscuras espigas
de las sombras
los duendes imperceptibles de
la nada
penetran el aire cargado de
aromas
y cantan, cantan, cantan

(1) Safo: poetisa griega (650-580 A C) . Por sus poemas dedicados a sus amigas, muchos suponen que era homosexual. Otros investigadores rechazan esas opiniones. De ella derivan dos términos usados en medicina, sobre todo en psiquiatría: Safismo y lesbianismo (porque vivió en la isla griega llamada Lesbos) para denominar la homosexualidad femenina..

DR. JOSÉ DE BRICEÑO, RECTOR DEL COLEGIO NACIONAL DE CALABOZO

Dr. José de Briceño.
Doctor José de Briceño


Por: Edgardo Malaspina

El Libertador pasó por Maracaibo en 1821 y reclutó al joven José de Briceño para incorporarlo al ejército republicano. Tenía 14 años el futuro doctor José de Briceño. Su nacimiento data del 12 de noviembre de 1807 en Maracaibo, siendo sus padres Don Domingo Briceño y Briceño y Doña Ramona Carmona. El niño José participó en la Batalla de Carabobo con el batallón Tiradores de La Guardia.

José de Briceño estudió en Europa química, matemática e idiomas. Estudió Medicina en la Universidad Central de Venezuela. Se graduó de Doctor en Medicina el 28 de octubre de 1838. Tuvo siete hijos con Doña Rosalía Alamo. En 1839 fue designado Rector del Colegio Nacional de Calabozo. Aquí se destacó como gran pedagógo. En 1853 sucedió al Doctor José María Vargas en la cátedra de Anatomía de la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela. Desempeñó ese cargo por treinta años y por la mitad de la dotación mensual correspondiente a la cátedra. A la muerte de Vargas en Nueva York el 13 de julio de 1854 se sacó la cátedra a concurso por edicto convocatorio el 5 de septiembre de 1854 y se opusieron: José Arnal, Ramón Ramos y José de Briceño. Ganó el Dr. José de Briceño y se le declaró catedrático propietario el 23 de enero de 1855.

El Dr. Briceño enseñaba la Anatomía siguiendo el mismo método de Vargas. En 1874 utilizaba la misma obra de Vargas, argumentando: “El texto seguido, hasta hoy, en la clase de Anatomía que regento es la obra del Sr. Dr. José Vargas, mi ilustre antecesor, compuestamente expresamente para la enseñanza de ésta ciencia en la Universidad de Caracas. En mi larga carrera del profesorado no he encontrado libro más competente ni que mejor llena el honorable fin que se propuso nuestro sabio maestro. Y a falta de las razones que de lo expuesto se desprenden para recomendar la continuación de la enseñanza en ésta cátedra por el libro que nos sirve de guía hoy todavía, la grata memoria del eminente facultativo y distinguido ciudadano, que fue su fundador, sería por si solo motivo suficiente para pedir y suplicar que asi se acordase”.

En 1865 fue concejal del Ilustre Ayuntamiento del Distrito Federal. Allí defendió a Andrés Bello de algunos detractores que se negaban a colocar su retrato en el Salon de Sesiones. Presidió la Facultad Médica de Caracas. Fue vicerrector de la Universidad Central de Venezuela en 1870.

Su carácter era alegre y festivo. Tuvo muchos éxitos en su práctica médica. En 1873, siendo presidente del Consejo Municipal del Distrito Federal (Gobernador) inauguró los carnavales de Caracas. Un cuarteto recuerda esa momento:
Gloria, Gloria a Don José
que inauguró el Carnaval
esta fiesta sin igual
promovida por él fue.

El Doctor José Briceño fue también catedrático de Higiéne y Fisiología de la facultad de Medicina de la UCV y fundador de la Academia Nacional de Historia. Recibió La Órden del Libertador y la Medalla de Instrucción Pública.

Escribió mucho. Entre sus obras tenemos: Fisiología: Experimentos que prueban que el nervio glosofaríngeo es el especial del gusto, Colera Morbus, el Gremio Médico en Caracas en el año 1877, La Espada Redentora de los Humanos; una biografía de su tío, el Doctor Antonio Nicolás Briceño.

El Doctor José de Briceño fue un médico práctico destacado. El 17 de marzo de 1853 la facultad médica, por proposición del Dr. Toribio González, autorizó a su director, Dr. José de Briceño, para que manifieste al Gobierno la aparición bien comprobada de la fiebre amarilla en Caracas y sugerir las medidas de órden sanitario convenientes. El Dr. José de Briceño pasó sus últimos días en su fundo agrícola.

El Doctor Francisco Antonio Rízquez, su discípulo dijo de él: “Aquel viejo de voz recia, de mirada escudriñadora, de hablar ameno, ocupando la curul donde se había sentado el que llamaba invariablemente con tono de respetuosidad, hoy anacrónico, el Doctor Vargas, me impresionó honda y gratamente... Pepe Briceño, como familiarmente le llamábamos a espaldas sus discípulos, era un catedrático sugestivo hasta donde podía serlo en aquella materia, cuando se acostumbraban las prácticas anatómicas de obligación”.


(Para citar este artículo: Malaspina, Edgardo. Historia de la Medicina en el Estado Guárico)

miércoles, 8 de abril de 2009

FRANCISCO LAZO MARTÍ

IMAGEN DE LAZO MARTÍ REALIZADA POR EL INSIGNE PINTOR GUARIQUEÑO ABILIO BRICEÑO PARA EL LIBRO DE ARGENIS RODRIGUEZ "PARA CONOCER A FRANCISCO LAZO MARTÍ". LA OBRA FUE PUBLICADA POR EDGARDO MALASPINA, A TRAVÉS DE FUNDACULGUA EN 1996.


Francisco Lazo Martí: Profesor de Patología Interna en el Colegio de Primera Categoría de Calabozo

Por: Edgardo Malaspina
EL MÉDICO
La labor de Médico de Lazo Martí es muy poco conocida. Como Chejov, Bulgakov y Manuel Díaz Rodríguez cambió rápidamente el estetoscopio por la pluma, el récipe por el verso. Prefirió auscultar el alma de los hombres. Optó por la rima del verbo antes que por el ritmo del corazón. En 1884, cursando el primer año de Ciencias Médicas, obtuvo el primer premio al rendir exámenes en Anatomía e Higiéne. En 1885, en el segundo año de medicina, se adjudica un sobresaliente en Anatomía descriptiva y Fisiología. En 1886, en su tercer año, continúa con buenas notas en medicina Operatoria, Cirugía y Patología. En cuarto año tiene como materias Patología Interna, Cirugía y Obstetricia, Medicina Legal y Toxicología. En 1890 se le expide una constancia por haber asistido dos años a la Clínica del Hospital de Beneficencia de Calabozo. En 1890 rinde en exámenes en la Universidad Central para obtener el Título de Médico. Le preguntan acerca de los tumores abdominales, el líquido ascético, los papilomas, las verrugas y la enfermedad de Addison. Termina con éxito e inmediatamente le escribe a un amigo: “Hoy recibí Título, regularcito”.

En 1886 Lazo Martí es profesor de Alemán en el Colegio de Primera Categoría de Calabozo, donde cursaba la carrera de Medicina. En 1897 es vicerrector de esa institución y dicta clases de Patología Interna a los estudiantes del cuarto año de Ciencias Médicas.

Oscar Sambrano Urdaneta nos da una noción del ejercicio de Lazo Martí en su profesión médica: “Largo rato estuvo inclinado sobre la paciente, auscultándola. Al final extrajo de su maletín un frasquito de pastillas y lo entregó al muchacho con las indicaciones debidas. Este último ni siquiera intentó preguntarle al médico por el valor de la visita, pues conocía de sobra que aquel señor humanitario era incapaz de cobrarle a los pobres como ellos”.

Argénis Rodríguez dice: “Como calaboceño, Lazo Martí no le cobraba a los paisanos y se ve en la necesidad de instalarse en Puerto Nutrias, Barinas. Pero aquí tampoco vive de la medicina. Regala remedios, no cobra y es entonces cuando se le ocurre meterse a comerciante y vende papelón, queso, panelas, frutos de la tierra, tabaco en rama y café. Tiene algo así como una pulpería. Vende cuerdas de gallos de pelea”.

Estaba convencido de que su profesión de médico era para satisfacer la necesidad espiritual de ayudar al necesitado; por eso una vez escribe a alguien que quiere ser médico: “no cuentes con que ese oficio, tan penoso, te haga rico”.

LA FILOSOFÍA MÉDICA DEL POETA

El pensamiento filosófico ha tenido a través de la Historia de la Medicina representación de casi todas sus corrientes: desde los animistas, escépticos, malthusionistas, preformistas hasta los cínicos, nihilistas, voluntaristas, economistas, deterministas, idealistas, materialistas. Chamberlen, médico escocés del siglo XVII, inventó los fórceps obstétricos, usándolos ampliamente en secreto para su propio enriquecimiento; mientras tanto miles de mujeres morían con sus niños en los partos donde esos instrumentos estaban indicados. Palfyn fue el antípoda de Chamberlen: inventó su propio modelo de fórceps e inmediatamente comunicó sobre esto a la Academia de Ciencias de París. He allí dos posiciones filosóficas al ejercer la medicina: la misantrópica y la filantrópica, la egoísta y la altruista.

El ejercicio de la medicina, como cualquier otro desempeño humano, está guiado en su cotidianidad por una actitud filosófica, consciente o inconsciente; militante o espontánea.

En Venezuela, desde sus propios inicios, la medicina estuvo ligada a la filosofía. Lorenzo Campins y Ballestes, Francisco Molina, Vicente Fajardo y muchos otros pioneros de nuestra ciencia hipocrática fueron médicos – filósofos. Elllos eran dignos representantes de la filosofía escolástica en boga en ese entonces. Correspondió a José María Vargas romper esos esquemas con su materialismo pragmático y experimentalista. Vargas era vector del pensamiento médico – filosófico progresista de la época y llegó incluso a traducir al español El Contrato Social de Rousseau.

Lisandro Alvarado se atenía en sus principios médico – filosóficos al materialismo y la diálectica. Rafael Villavicencio y Adolfo Ernst fueron los máximos representantes del positivismo en la medicina Venezolana. Y es en la escuela positivista de estos dos maestros donde se forja el pensamiento médico de Lazo Martí. Para los positivistas el objetivo de la ciencia radica en la descripción pura de los hechos, en la experiencia directa, en la razón. Los problemas científicos se resuelven aplicando los fundamentos del raciocinio. Con todas sus limitaciones ese fue el marco teórico filosófico de los estudios médicos de Lazo Martí.

En la práctica la actitud del médico puede ser distinta. La posición cambia cuando se tiene un paciente con las miserias de su cuerpo, el dolor de la enfermedad y el agobio de la circunstancia económica adversa.

En Venezuela muchos médicos se han destacado al tener como filosofía de vida el apostolado de su profesión. Estos grandes hombres tuvieron por creado el altruismo, el humanismo, el amor al prójimo, la comprensión de la tragedia ajena como si fuera propia. Allí están, entre otros, José Gregorio Hernández, Emilio Conde Flores, Alfredo Machado, Eloy Calvo, Juan Lavie y Francisco Lazo Martí, que como todos sabemos, no teniendo para comer no cobraba a sus pacientes de los estratos sociales más desfavorecidos. Lazo Martí pudo haber dicho con todo orgullo, como decía Alberto Plaza Izquierdo: “no coloco en mi bolsillo la lágrima del pobre”.

DESCRIPCIÓN DE LA FIEBRE EN UN SONETO

El Médico Lazo Martí describió los síntomas de la fiebre, una fiebre cualquiera, en un soneto, El Tumbador o Leñador:

En silencio la selva se recrea:
ya no turba su paz el rudo hachero
a cuyo golpe aquel roble altanero
vibraba con un ritmo de odisea.

Junto al árbol que un hálito menea,
presa de oculto mal yace el bracero:
y a través de la fronda un sol artero
con lanzas de cien puntas lo alancea.

Abrazando a su hacha de combate,
contraida la faz, en ceño adusto,
en garras de la fiebre se debate.

Y bajo el roble de la vida ignota
finge su cuerpo miserable arbusto
que despiadado el vendaval azota.

PROSA

Su Prosa era también Poesía. Muchos de sus artículos tienen el don y la belleza del verbo poético. Veamos por ejemplo:

El dolor, ese verdugo del alma, todo lo ha destruido. Como rocío que se evapora al poderoso influjo del calor solar, así las más bellas esperanzas que arrullaban nuestro pecho, se han evaporado ante el ardiente sol de la amarga realidad; las ilusiones, esos sueños del alma, se han disipado al soplo talador del turbón de la desgracia, la vida es un continuo y un triste recuerdo la miseria existencia.

El amor es tan variado como las flores; y como las flores
[hermoso.

Sentir es hablar con la naturaleza.
Pensar es hablar con el alma.
Para lo primero es necesario que nuestros sentidos
[se abran:

Para lo segundo, hay necesidad de que reconcentren .
Deseas comprender a Dios y admirar sus creaciones
[fuera de la vida

real, disponed por algunos instantes de vuestros
[pensamientos.

El hombre es obra de un pensamiento, y a él debe
[su redención.

Fuera del pensamiento no hay verdadera grandeza.

Quien verdaderamente siente, verdaderamente ama.

LA MUERTE

En 1908 se queja de dolores. Mientras examina a un niño siente que se le cae un brazo. Lisandro Alvarado dice que su letra en esa época es tambaleante y con mala ortografía. El ataque sorpresivo de la hemiplejía le impide andar a caballo unas pocas leguas en tierra plana. En cuatro versos refleja su estado anímico producto de la terrible enfermedad que lo lleva a la tumba:

Has llegado mortal. Mira callado
lo que llaman los hombres maravilla!
Adora este coloso encadenado
que viene a suspirar sobre la orilla.

Sobre la enfermedad y muerte del bardo Francisco Lazo Martí es poco lo que sabemos. El acta de defunción, registrada en la Parroquia Maiquetía en 1909 y suscrita por el médico Luis Velázquez, se dice que murió de apoplejía cerebral.

Oscar Sambrano Urdaneta escribe: “En sus funciones como médico contrajo una terrible enfermedad que lo llevó al sepulcro. Víctima de una hemiplejía, fue conducido por algunos de sus amigos a Caracas, y más tarde a Maiquetía, en el Litoral venezolano con la esperanza de que sanara”.

Adolfo Rodríguez en Viaje de Francisco Lazo Martí hacia la ola que no cae hace un recuento de las manifestaciones de los contemporáneos sobre la salud del poeta.

Argénis Rodríguez dice que “en 1908 empieza a sentir dolores. El 3 de julio está recetando a un niño y siente que se le cae un brazo.”

De las diferentes fuentes puede deducirse que en general Lazo Martí en sus últimos meses de vida padeció de hemiplejía con cefalea, dolores articulares, dificultad para caminar y escribir y cierta confusión mental. Los síntomas descritos pueden ser consecuencia, entre otras posibilidades, de un accidente cerebro vascular por hipertensión arterial o por sífilis cerebral o nerosífilis.

Sobre la hipertensión arterial podemos decir muy poco: la enfermedad aun no había sido clasificada como uno de los padecimientos de la civilización del siglo XX y además el tensiómetro o aparato para detectar las cifras de la presión sanguínea apenas se había inventado en 1905 y en nuestro país era poco conocido.

Sobre la posible neurosífilis padecida por Lazo Martí, Lisandro Alvarado nos comenta: “Pero sus cartas de mayo de 1908 están con letra tambaleante y lamentable ortografía. El ataque sorpresivo de la hemiplejía – culto inoportuno al amor, se decía – unido al reumatismo, le impiden andar a caballo unas pocas leguas de tierra plana. “Ya mis carnes y articulaciones están dolorosas”, escribe.

Lisandro Alvarado prosigue: “Después del invierno abandona el llano en busca de un temperamento de mar. La enfermedad se lo complicaba. Dentro de su cráneo germinaba una extraña desintegración que a paso lento conquistaba el laberíntico laboratorio del pensamiento.”

De lo anterior puede deducirse que era comentario general lo de la sífilis de Lazo Martí. En su obra Para conocer a Francisco Lazo Martí, Argénis Rodríguez nos habla de la conducta sexual de nuestro personaje: “Nos enteramos que al padre de Lazo Martí lo llamaban El enigmático. Nunca entraba a la habitación de su esposa sin antes llamar a la puerta y preguntar si podía entrar. Era gentil y con gallardía le preguntaba a Margarita:
¿Podré entrar?

Y la mujer se desnudaba en la oscuridad y nunca se dejaba ver ni tocar por el mismo esposo. Bien porque ella quisiera que fuera así o porque el marido veía en el deseo un desorden espiritual del mismo Sattanás. De los padres de Lazo Martí podemos afirmar que todo ocurrió así. No del médico de quien se dice, antes de volver a casarse en Puerto Nutrias, tuvo un hijo natural”.

La sífilis cerebral o neurosífilis comprende 3 tipos de manifestaciones clínicas: La neurosífilis meningovascular, la parálisis general y la Tabes Dorsal o ataxia locomotriz.

La neurosífilis meningovascular afecta las meninges y las estructuras vasculares del sistema nervioso y en ella puede llevar a la hemiplejía.

La parálisis general afecta la corteza cerebral. Sea compaña de cefalea o dolor de cabeza, disartría o dificultad dolorosa en las articulaciones, temblor en los dedos y las manos que puede conllevar a la agrafia o dificultad para escribir.

La tabes dorsal o ataxia locomotriz afecta la médula espinal y produce dificultad para caminar.

Moría Lazo Martí con el halo romántico de los hombres superiores de la época: solo, como desafiando con su obra las misteriosas fuerzas del destino; triste pero elevando su canto, su poesía, sus estrofas hacia la posteridad.

Lazo Martí pasó del positivismo médico – filosófico al idealismo poético, y de allí a la inmortalidad.


(Para citar este artículo: Malaspina, Edgardo. Historia de la Medicina en el Estado Guárico. Gráfica Los Morros. San Juan de los Morros. 2006)

domingo, 5 de abril de 2009

CALABOZO, CUNA DE LOS ESTUDIOS MÉDICOS GUARIQUEÑOS





CALABOZO: CUNA DE LOS ESTUDIOS MÉDICOS GUARIQUEÑOS

Por: Edgardo Malaspina

- Dos médicos son los primeros Rectores del Colegio Nacional de Calabozo.
- El Dr. Bartolomé Liendo.
- El Dr. José de Briceño.
- El Colegio Federal de Calabozo es elevado a la primera categoría y otorga títulos de Doctor en Ciencias Médicas.
- Bachilleres y Doctores en Medicina.
- Vicente Viana Camacho.
- José María Carrero Pérez.
- Carlos Segundo Madera.
- Cecilio Sarmiento.
- Francisco Monroy González.
- Luis Ascanio.
- Paulo Landaeta.
- El primer médico graduado en Guárico.













Calabozo: Cuna de los estudios médicos guariqueños

El Colegio Federal de Calabozo del Estado Guzmán Blanco, al ser llevado a la primera categoría con la prerrogativa de conferir títulos de Doctor en Ciencias Médicas, es el antecesor institucional del Programa Dr. José Francisco Torrealba del área de Ciencias de la salud de la Universidad Rómulo Gallegos.

Calabozo no sólo es la cuna de los estudios médicos guariqueños sino tambien de la educación en la región. Como en casi todos los pueblos de Venezuela durante la época colonial en el Guárico la educación era impartida por los padres, los misioneros, los curas y los maestros particulares. Según Lucas Guillermo Lara a la llegada del Obispo Martí en Calabozo no había escuela. El Cabildo de la ciudad se dirigió a Martí solicitándole la apertura de una escuela pública con su preceptor y estatutos respectivos. El Ayuntamineto se comprometía a pagar una renta de 25 pesos anuales al maestro. Los padres debían cancelar mensualmente 2 reales por leer, 4 reales por leer y escribir, 4 reales por contar y 8 reales por estudios de gramática. Los pobres estaban exonerados de pago. El Obispo estuvo de acuerdo y la institución recién creada fue denominada Escuela Pública de Primeras Letras y Latinidad. Su primer preceptor fue Don José Julián Llamosa. Esto sucedía en 1780. La educación religiosa era la asignatura fuerte de la escuela, los alumnos debían asistir a misa todos los días y confesarse una vez al mes. El maestro debía trabajar todos los días de 8 a 10 y media de la mañana y de 3 a 5 de la tarde. Los domingos eran libres. Se rezaba antes de iniciar la clase. Se estudiaba gramática con los textos de Nebrija. Con el tiempo los estudiantes debían estudiar todas las materias en latín. La poesía era muy importante. Leían a Ovidio, Virgilio y Homero. Las oraciones y construcciones idiomáticas de Cicerón eran estudiadas en retórica.

En 1786 la escuela funcionaba y se le llamaba de Primeras Letras, Latinidad y Retórica de Calabozo. El maestro, en los informes del Cabildo, es nombrado como “el escolero público”.

Dos Médicos son los primeros Rectores del Colegio Nacional de Calabozo

El Dr. Adolfo Rodríguez en su obra El Estado Guárico, orígenes, Mundo y Gente dice que el 13 de julio de 1839 es decretado el Colegio Nacional de Calabozo, “cuyo primer rector nominado es Bartolomé Liendo, pero el efectivo será el médico zuliano José de Briceño...”


Doctor Bartolomé Liendo

Bartolomé Liendo participó en las guerras independentistas desde 1814. Su ingreso lo hace con la emigración a Oriente. Liendo se hizo Ferviente bolivariano desde esa época. Cuentan que el Libertador lo ayudó a subir un barranco, siendo Bartolomé un muchacho. El Dr. Liendo recibió su título de médico en la Universidad de Colombia el 26 de Noviembre de 1826. Fue admitido en la Facultad Médica de Caracas el 19 de mayo de 1832. La revalida se le aceptó sin examen.

Liendo había tomado parte en la batalla de Aragua de Barcelona y otros combates. Viajó a Nueva Granada donde realizó sus estudios de medicina. Bolívar lo designó cirujano del ejército de la Gran Colombia. Se incorporó como Doctor en Medicina y Cirugía de la Universidad Central de Venezuela el 26 de Junio de 1847. Antes, en 1836; aparece en una comisión de la Facultad de Medicina para investigar un volcán de la Parroquia de Sanare, Cantón Tocuyo. Liendo nació en Caracas en la última década del siglo XVIII y murió en esa misma ciudad a una edad muy avanzada. Dejó una numerosa descendencia.


Doctor José de Briceño

El Libertador pasó por Maracaibo en 1821 y reclutó al joven José de Briceño para incorporarlo al ejército republicano. Tenía 14 años el futuro doctor José de Briceño. Su nacimiento data del 12 de noviembre de 1807 en Maracaibo, siendo sus padres Don Domingo Briceño y Briceño y Doña Ramona Carmona. El niño José participó en la Batalla de Carabobo con el batallón Tiradores de La Guardia.

José de Briceño estudió en Europa química, matemática e idiomas. Estudió Medicina en la Universidad Central de Venezuela. Se graduó de Doctor en Medicina el 28 de octubre de 1838. Tuvo siete hijos con Doña Rosalía Alamo. En 1839 fue designado Rector del Colegio Nacional de Calabozo. Aquí se destacó como gran pedagógo. En 1853 sucedió al Doctor José María Vargas en la cátedra de Anatomía de la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela. Desempeñó ese cargo por treinta años y por la mitad de la dotación mensual correspondiente a la cátedra. A la muerte de Vargas en Nueva York el 13 de julio de 1854 se sacó la cátedra a concurso por edicto convocatorio el 5 de septiembre de 1854 y se opusieron: José Arnal, Ramón Ramos y José de Briceño. Ganó el Dr. José de Briceño y se le declaró catedrático propietario el 23 de enero de 1855.

El Dr. Briceño enseñaba la Anatomía siguiendo el mismo método de Vargas. En 1874 utilizaba la misma obra de Vargas, argumentando: “El texto seguido, hasta hoy, en la clase de Anatomía que regento es la obra del Sr. Dr. José Vargas, mi ilustre antecesor, compuestamente expresamente para la enseñanza de ésta ciencia en la Universidad de Caracas. En mi larga carrera del profesorado no he encontrado libro más competente ni que mejor llena el honorable fin que se propuso nuestro sabio maestro. Y a falta de las razones que de lo expuesto se desprenden para recomendar la continuación de la enseñanza en ésta cátedra por el libro que nos sirve de guía hoy todavía, la grata memoria del eminente facultativo y distinguido ciudadano, que fue su fundador, sería por si solo motivo suficiente para pedir y suplicar que asi se acordase”.

En 1865 fue concejal del Ilustre Ayuntamiento del Distrito Federal. Allí defendió a Andrés Bello de algunos detractores que se negaban a colocar su retrato en el Salon de Sesiones. Presidió la Facultad Médica de Caracas. Fue vicerrector de la Universidad Central de Venezuela en 1870.

Su carácter era alegre y festivo. Tuvo muchos éxitos en su práctica médica. En 1873, siendo presidente del Consejo Municipal del Distrito Federal (Gobernador) inauguró los carnavales de Caracas. Un cuarteto recuerda esa momento:
Gloria, Gloria a Don José
que inauguró el Carnaval
esta fiesta sin igual
promovida por él fue.

El Doctor José Briceño fue también catedrático de Higiéne y Fisiología de la facultad de Medicina de la UCV y fundador de la Academia Nacional de Historia. Recibió La Órden del Libertador y la Medalla de Instrucción Pública.

Escribió mucho. Entre sus obras tenemos: Fisiología: Experimentos que prueban que el nervio glosofaríngeo es el especial del gusto, Colera Morbus, el Gremio Médico en Caracas en el año 1877, La Espada Redentora de los Humanos; una biografía de su tío, el Doctor Antonio Nicolás Briceño.

El Doctor José de Briceño fue un médico práctico destacado. El 17 de marzo de 1853 la facultad médica, por proposición del Dr. Toribio González, autorizó a su director, Dr. José de Briceño, para que manifieste al Gobierno la aparición bien comprobada de la fiebre amarilla en Caracas y sugerir las medidas de órden sanitario convenientes. El Dr. José de Briceño pasó sus últimos días en su fundo agrícola.

El Doctor Francisco Antonio Rízquez, su discípulo dijo de él: “Aquel viejo de voz recia, de mirada escudriñadora, de hablar ameno, ocupando la curul donde se había sentado el que llamaba invariablemente con tono de respetuosidad, hoy anacrónico, el Doctor Vargas, me impresionó honda y gratamente... Pepe Briceño, como familiarmente le llamábamos a espaldas sus discípulos, era un catedrático sugestivo hasta donde podía serlo en aquella materia, cuando se acostumbraban las prácticas anatómicas de obligación”.


El Colegio Federal de Calabozo es llevado a Primera Categoría y otorga títulos de Doctor en Ciencias Médicas

El Doctor Campins y Ballester abrió en la Universidad de Caracas la cátedra de Medicina el 10 de octubre de 1736. En 1775 la Universidad de Caracas otorgó el título de Bachiller en Medicina a José Francisco Molina, procedente de Puerto Cabello. En esa época los estudiantes cursaban tres años de latín, tres de filosofía y tres de bachillerato en medicina. Para recibir el título de Doctor en Medicina se requerían tres años más de estudios.

La facultad de Medicina de Caracas fue instalada en 1827 con las reformas programadas por Vargas y refrendadas por Simón Bolívar.

Otras ciudades del país no se quedaban atrás con respecto a las cátedras de medicina. El Real Colegio de Mérida fundó su cátedra de Medicina en 1805. En 1850 el Colegio de Cumaná abrió su primer curso de medicina. El Colegio de Carabobo inauguró un curso médico en 1852. En 1854 lo hizo Maracaibo. La Escuela Médica de Guayana empezó a funcionar en 1858.

Desde el 8 de junio de 1875 se reorganizaron los colegios de la República y se crearon otros en cada capital de Estado. Se dividieron los colegios en tres categorías: Federales, Seccionales y de Primera Categoría. Estos últimos tenían la función de administrar tanto la enseñanza secundaria como la superior. El nombre de primera categoría servía para distinguirlos de los simplemente Colegios Federales que estaban unicamente destinados al suministro de la enseñanza secundaria.

Entre los colegios de primera categoría con escuelas de medicina estaban el de Falcón – Zulia, creado en 1881 y el de Barquisimeto fundado en 1884.

El colegio de primera categoría de Calabozo fue decretado el 29 de agosto de 1883, y podía otorgar los títulos en Ciencias Políticas, Ciencias Eclesiásticas y Ciencias Médicas.

Los colegios de primera categoría que tenían escuelas de medicina por lo general contemplaban en sus programas las siguientes materias: primer año, Anatomía General e Higiéne; segundo año, Anatomía Descriptiva y Fisiología; tercer año, Patología General, Cirugía General y Medicina Operatoria; cuarto año, Patología Interna, Cirugía Especial y Obstetricia; quinto año, Química Orgánica, Terapéutica y Materia Médica, y sexto año, Medicina Legal y Toxicología. El programa de la facultad de Medicina del colegio de primera categoría de Calabozo se diferencia muy poco del arriba descrito.

La facultad de Ciencias Médicas la conformaban el Doctor Estanislao Landaeta en la presidencia; Ignacio Oropeza Blanco en la Vicepresidencias; el Doctor Cecilio Sarmiento en la secretaría; y los vocales Pedro María García, Miguel Antonio Montiel, Juan Bautista Rodríguez, José Francisco Delgado y Antonio María Parra.

En 1883 se inician las clases. El Dr. Oropeza enseña Anatomía y el Dr. Landaeta se encarga de Higiene. Nueve estudiantes se inscriben, entre ellos Vicente Viana Camacho, Lazo Martí, Carlos Segundo Madera y José María Carreño Pérez.

Vicente Viana Camacho obtuvo su título de Doctor en Ciencias Médicas en 1890 y luego en la Universidad Central de Venezuela se graduó de Agrimensor Público y de Procurador Judicial. Se dedicó a la abogacía y fue presidente de la Corte Suprema del Estado Guárico. Defendió el derecho de Calabozo para ser capital del Estado. Nació en 1864 y murió en 1948.

En 1888 reciben su título de Bachiller en Ciencias Médicas Lazo Martí, José María Carreño y Carlos Segundo Madera.

José María Carreño Pérez nació en Calabozo en 1868. Fue un gran orador. En 1911 pronunció un memorable discurso con motivo de la inauguración de los servicios públicos en el Hospital de San José de Calabozo. Escribió para el periódico Argos. Publicó El Centenario de la Independencia. Murió en 1912.

Carlos Segundo Madera nació misión de Los Angeles en 1861. Ejerció la medicina como un verdadero. Compartió su profesión con el periodismo y la poesía. Fue amigo de Lazo Martí, este le dedicó el poema Hojas de Hiedra. El 8 de febrero de 1887 es designado profesor de inglés en el colegio. Fue muy querido y apreciado por su talento y gran calidad humana. Murió en Calabozo en 1927.

Angel Rafael Acosta dice: “El Doctor Carlos Segundo Madera nace en el año de 1861 y muere en Calabozo en 1927. Hijo de Urbano Madera y Mercedes de Madera, gente humilde y trabajadora. Su padre fue campesino y agricultor en la Misión de Arriba y hombre de recia formación llanera acostumbrado a las labores del campo en vegas y prados de su propiedad existentes para ese entonces en las costas del río Guárico. Madera resultó el más destacado de sus seis hermanos: Agapito, Ceferino, Manuel, Rosaura, Felícitas y Simona. Joven ingresa al Colegio Federal de Primera Categoría llamado “Guzmán Blanco” que existió en Calabozo en las décadas finales del siglo XIX bajo el rectorado, primero, del notable pedagogo Angel Moreno y Fernández y más tarde, de don Evaristo Fombona, abuelo de Rufino Blanco Fombona. Allí cursa sus estudios de Medicina hasta obtener el doctorado. Contemporáneo del poeta Francisco Lazo Martí y el periodista, abogado y tribuno Filiberto Rodríguez Motamayor, sus dos entrañables amigos, el doctor Madera cultivó asimismo, dentro de la cátedra y los estudios, la amistad y el compañerismo de José María y Francisco Carreño, de Arístides Landaeta, Rafael Parra y otras figuras que sobresalieron como profesionales y científicos.

Negro de pelo achicharronado, como se ve en la gráfica; caballero y ciudadano de altas virtudes; culto en el hablar y fino en la cortesía y el trato social, Carlos Segundo Madera, por las mismas cualidades humanísticas que le singularizaron en su vida de hombre y de científico, gozó de acendrado aprecio en la sociedad de su tiempo. Fue compadre de sacramentos de Filiberto Rodríguez Motamayor, de Vicente Viana Camacho, de José Rafael Viso, de los doctores Luis Ascanio García y Miguel A. Espinosa y del General Juan Andrés Acosta. El poeta Lazo Martí, además de honrarle con su amistad, le dedicó en vida varios de sus magistrales poemas. Llevó a la pila bautismal en Calabozo a Marco Aurelio Rodríguez, a Pedro Viana González, a Rafael Angel Viso Pittaluga, a José Ramón Ascanio Rodríguez, al Dr. Alfonso Espinosa y al que esto escribe. El doctor y general Roberto Vargas, hombre parco en el elogio de los mismos, ponderaba siempre los méritos del Doctor Madera diciendo que era un médico de piel negra pero que tenía el alma blanca. El pueblo calaboceño lo recuerda con cariño desde la época de la gripe española cuando el científico y el hombre se conjugaron en alma y corazón para socorrer a los enfermos con solicitud y humanidad víctimas de la tremenda epidemia.

Madera, el médico, el amigo y el compañero, lloró como el que más la muerte de Lazo Martí. Cuando el poeta, en el mismo año de su fallecimiento, regresa de Barinas a Calabozo y lo ve partir, dramáticamente deshecho por la enfermedad, rumbo a Caracas y Maiquetía en solicitud de alivios para sus graves quebrantos, exterioriza a persona de su intimidad los temores y la angustia que le embargan ante la deplorable salud del bardo llanero. En ese amargante trance sentimental, por la piel oscura del galeno calaboceño, rodaron a hurtillas encendidas lágrimas de dolor”.

El segundo año de Ciencias Médicas se inicia en 1884. Anatomía Descriptiva enseña Cecilio Sarmiento; y Fisiología es dictada por Estanislao Landaeta.

El Dr. Cecilio Sarmiento además de médico era escritor, periodista y orador. Se destacó como impulsor de la cultura regional. Fue tambien vicerector del colegio de primera categoría de Calabozo en 1882. Escribió la obra “Sobre la loza de mi amigo Clemente”.


En 1884 la facultad de Ciencias Médicas atraviesa una crisis: No hay instrumentos quirúrgicos ni esqueletos para los estudios.

En 1885 José Gregorio Domínguez es nombrado para regentar la cátedra de Anatomía y se inicia el tercer año de medicina con Patología General, Cirugía General y Medicina Operatoria. El Dr. Francisco Monroy González es presidente de la facultad de Ciencias Médicas.

Francisco Monroy González nació en Calabozo en 1860. Fue tambien escritor y periodista. En 1886 junto con el Dr. Estanislao Landaeta publicó el periódico La Palabra en el cual se emitían opiniones científicas y literarias. En 1888 fue Rector del colegio. Fue profesor de Patología Interna y General, comisionado del Ministerio de Sanidad. En 1883 pronunció en la Sociedad Amigos del Saber el discurso “¿Tiene el pueblo de Venezuela la suficiente educación para regirse por el sistema federal?”. Como médico recorrió el Guárico aplicando sus conocimientos a favor de la salud de sus pobladores. Murió en 1932.

El 14 de diciembre de 1885 son nombrados Monroy para dirigir la cátedra de Patología General e Interna; y Cecilio Sarmiento en la de Cirugía y Obstetricia.

En septiembre de 1885 se inicia el cuarto año de medicina con Patología Interna, Obstetricia y Cirugía. Lazo Martí da clases de alemán.

En 1887 el quinto año de medicina arranca con Química Inorgánica, Terapéutica y Materia Médica. Las prácticas las realizan los estudiantes durante dos años en la clínica del Hospital de Beneficiencia de Calabozo. En la clase de Anatomía carecen de los instrumentos necesarios.

En 1888 en el sexto año de medicina se estudia Química Orgánica, animal y vegetal, Medicina Legal y Toxicología.

Ese mismo año aparece el Dr. José Ignacio Oropeza Blanco como profesor de Anatomía General y Descriptiva. El sueldo de un profesor es de 120 bolívares. Comienzan sus estudios médicos Carlos Hulsen, Paulo Emilio Landaeta, Francisco García, José Tomás Crúces y Rafael Parra.

En 1893 la facultad de Ciencias Médicas estaba dirigida por Estanislao Landaeta como presidente y Monroy González en la vicepresidencia. Los vocales eran José María Carreño, Juan Bautista Rodríguez, Guillermo Rodríguez, Arístides Landaeta, Carlos Segundo Madera, Viana Camacho y Luis Ascanio.

Luis Ascanio nació en Calabozo en 1868. Fue médico y poeta. Escribió sobre literatura, historia y temás científicos. Realizó una obra humanitaria importante. Murió en Calabozo en 1953.

En 1894 obtienen el título de Doctor en Ciencias Médicas Francisco Carreño, Paulo Emilio Landaeta, Carlos Hulsen y Rafael Parra Soto.

Paulo Landaeta nació en Calabozo en 1870. Fue un médico dedicado a los pobres, a quienes atendía y regalaba los medicamentos. Se le recuerda como hombre honorable y cortez. Contrajo matriomonio con Margarita Lazo Martí, hermana del poeta.

En 1895 comienza un nuevo curso de medicina con cinco alumnos. Los profesores son Monroy González y Paulo Landaeta. José María Carreño trabaja en el tercer año.

En 1897 Lazo Martí es vicerrector del colegio y dicta clases de Patología Interna a los alumnos del cuerto año. Además funcionan el segundo y el quinto año. Los estudiantes de éste último curso se retiran del colegio y se incorporan a la carrera de medicina en la Universidad Central de Venezuela.

A principios del siglo XX desapareció el Colegio de Primera Categoría de Calabozo.





El primer Médico graduado en Guárico

El primero en recibir el título de Doctor en Ciencias Médicas en el Colegio de Primera Categoría de Calabozo fue el bachiller Antonio María Parra. El jurado examinador lo constituían Miguel Antonio Montiel, Juan Bautista Rodríguez, Ignacio Oropeza Blanco, Estanislao Landaeta y Cecilio Sarmiento. El examen se realizó en el Salón de actas del Colegio el 17 de noviembre de 1883. Veinticuatro horas antes Parra había escogido su pregunta a la suerte. Su tema era “Todo paciente bajo la influencia de caquexia palúdica si no puede huir del paludismo (la causa) esta fatalmente condenado a muerte”. Hizo su exposición. En el examen se trataron puntos como la fiebre intermitente de los niños de pecho y de la segunda infancia y su diferencia con los adultos, y la afasia como accidente raro de la infancia.

Cada examinador interrogó a Parra por media hora. Lo aprobaron con la calificación de sobresaliente. El candidato pidió el grado de Doctor acompañado del Monseñor Sendrea. El Rector le impuso el grado con el Busto del Libertador.

El segundo grado de Doctor fue concedido al bachiller Juan José Bracho el 10 de noviembre de 1885.



(Para citar este artículo : Malaspina, Edgardo. Historia de la Medicina en eL Estado Guárico. 2006)









miércoles, 1 de abril de 2009

UN GUARIQUEÑO REFORMA LOS ESTUDIOS MÉDICOS

GENERAL JOAQUÍN CRESPO


Un guariqueño reforma los estudios de medicina en el país

Por: Edgardo Malaspina

Ildefonso Leal en su “Historia de la UCV” se refiere al renacimiento de la medicina venezolana entre 1891 y 1900, asignándole un importante papel al General guariqueño Joaquín Crespo en esa labor.

Vargas intentó llevar la ciencia médica nacional a la altura de los centros europeos, luego de lo cual nuestra medicina se estanca por mucho tiempo. Francisco Antonio Rísquez dice que al incorporarse en 1887 a la universidad, los estudios de medicina se encontraban “Como los había dejado una larga década atrás, a la misma altura que los había colocado medio siglo antes la voluntad, el patriotismo y el genio de nuestro inmortal Vargas. Las mismas cátedras, con los solos cambios que la muerte ó los azares de la política habían introducido en el personal de sus profesores; los antiguos hospitales... los mismos textos en que era costumbre enseñar a los alumnos las páginas que debían estudiar y traer aprendidas a las clases; los mismos procedimientos de examen, sin otra diferencia que la de haber perdido los grados aquella antigua solemnidad, con sus mucetas y sus borlas, los bedeles con sus porros de plata y los importantes convenios bajo las bóvedas de San Francisco”.

Hasta 1888 los estudios médicos estaban en una situación de completo atraso; no existía la disección de cadáveres, la anatomía y la cirugía se estudiaban en libros y las cátedras clínicas de histología y bacteriología eran débiles. Ricardo Archila dice “que la enseñanza de la medicina era entonces puramente teórica; ni disecciones, ni laboratorios, ni hospitales, todo se tenía que aprender de memoria en los textos franceses que recomendaban los maestros. Antipedagogicamente impartían sus enseñanzas los profesores por medio de las explicaciones orales y las lecciones de memoria”.

En medio de esas circunstancias desfavorables el General Joaquín Crespo decretó en 1895 la creación de las cátedras de Clínica Médica, Clínica Quirúrgica y Clínica Obstétrica y Ginecología. Crespo designó para dirigir esas cátedras a los doctores Santos Dominici, Pablo Acosta Ortiz y Miguel Ruíz, todos destacados científicos. Además Crespo en 1896 realizó reformas en el programa de enseñanza de la medicina en la Universidad Central de Venezuela.

Joaquín Crespo nació el 22 de agosto de 1841 en San Francisco de Cara, perteneciente al antiguo Cantón de San Sebastián de los Reyes, provincia de Caracas. San Francisco de Cara, situado en la márgen derecha del río Guárico lo vió nacer, pero Parapara, cerca de Ortiz, fue el pueblo de su niñez y hasta tal punto esta identificado con ese pueblo que los cantores populares le daban la bienvenida con el cuarteto:

Saludo al General Crespo
que nació aquí en Parapara
perro que come manteca
mete la lengua en tapara.

Además el Guárico fue su centro de operaciones políticas y militares. Su carrera como hombre de armas la inició desde la propia infancia a la órden de los generales Zoilo Medrano, Manuel Borrego y José de Jesús González. Lucho para la causa Federal; por sus victorias militares recibió el título de “Héroe del Deber Cumplido” según acuerdo del Congreso Nacional. Don Manuel Aquino dice: “(Crespo) Magnánimo, guerrero, temerario y contumaz en el combate. Su vida está estrechamente ligada a la provincia, lleva a sus amigos guariqueños a altísimas posiciones del poder bajo su lema personal: el que no manda con los suyos se suicida”.

Fue un gran demócrata que respetó la prensa y la libre expresión del pensamiento. Como ejemplo tenemos la siguiente anécdota: Un periodista critica a Crespo en su periódico constantemente. El periódico es elaborado en una imprenta de poca calidad y antigua por lo tanto son borrosos los párrafos. Crespo manda a buscar al periodista y le dice: “Amigo necesita usted cambiar el periódico, darle nuevo formato y mejor presentación; en fin que sea digno del Presidente de la República. Usted siga sus críticas; pero en escritos claros y bien presentados”. De inmediato le da una órden para que el periodista opositor adquiera nuevos equipos de imprenta.

Julio De Armas le adjudica a Joaquín Crespo como características temperamentales la fe, el valor y la lealtad; además, De Armas apreciaba en el General el respeto por los asuntos universitarios y narraba el siguiente relato: “pasaba el General Crespo con varios de sus Ministros por el frente de la Universidad Central. Como de costumbre, se encontraban unos estudiantes en la puerta del edificio; y he aquí que la muchachada, esa muchachada que es siempre la misma, llena de rebeldía constructiva como debe ser la juventud, se produce en manifestaciones hostiles hacia el Presidente Crespo, y algunos, más atrevidos, llegar hasta proferir frases irrespetuosas. Cuando el grupo llegó a Miraflores, aún se hacían lenguas los ministros acerca de las medidas que habían que tomarse. Hablábase de prisiones y hasta de destierros. Y al día siguiente, al reunirse el Gabinete, volvió el asunto al tapete; y Crespo, como solía hacerlo, habló de último, después de oir las opiniones:

“Bien señores Ministros: no encontrando solución al caso, la solución es que yo no pase más por la universidad”.

Crespo fue Presidente de la República de 1884 a 1880 y de 1892 a 1896. Las reformas de los estudios médicos en la Universidad Central las hace en su segundo mandato. Con el decreto del 31 de enero de 1845, Crespo crea las cátedras de Clínica Médica, Anatomía Patológica, Clínica Quirúrgica y Clínica Obstétrica y Ginecología con sus respectivos servicios en el Hospital Vargas, la ubicación en su año respectivo y el pago correspondiente a los profesores.

En el segundo decreto emitido el 1 de agosto de 1896 se estipulan las disciplinas requeridas para optar al grado de Doctor en Medicina y Cirugía, se distribuyen las materias por cátedras, se institucionalizan los ejercicios prácticos de laboratorio en Fisiología, Bacteriología, Física, Química y las disecciones en Anatomía. Además se restructura la distribución de las asignaturas de acuerdo a los años de estudio.

Los decretos firmados por Crespo para la reforma de los estudios médicos en la UCV dice textualmente:

JOAQUIN CRESPO

Presidente Constitucional de los Estados Unidos
de Venezuela, etc.

“Con el fin de propender al perfeccionamiento del estudio de las Ciencias Médicas, en la Universidad Central de Venezuela,

Decreto:

Artículo 1º - Se establecen en el Hospital “Vargas·, de esta ciudad, las cátedras de Clínica Médica y Anatomía Patológica, de Clínica Quirúrgica y de Clínica de Obstetricia y Ginecología, dependientes de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad mencionada.

Artículo 2º - Cada uno de los profesores de las clases referidas tendrán un servicio adecuado en el hospital indicado.

Artículo 3º - Las materias correspondientes a estas cátedras quedan adscritas al 3er. bienio de ciencias Médicas; y con las certificación de haber sido examinado y aprobado en ellas, se suplirá la de que trata el artículo 57 del Decreto citado, relativo a la práctica profesional.

Artículo 4º - Se señala la asignación mensual de Bs. 200 para sueldo de cada uno de los Profesores de las cátedras expresadas, los cuales serán nombrados de conformidad con las prescripciones del artículo 109 del mismo Decreto.

Artículo 5º - Se autoriza al Rector y al Presidente de la Facultad de Ciencias Médicas de dicha Universidad, para dictar las disposiciones reglamentarias de estas cátedras, en todo lo relativo a inscripción de alumnos, horas de clase y exámenes, sujetándose para ello al espíritu y letra del susodicho Decreto.

Artículo 6º El Ministro de Instrucción Pública y el Gobernador del Distrito Federal, quedan encargados de la ejecución de este Decreto.

Dado, firmado, sellado y refrendado por el Ministro de Instrucción Pública, y el Gobernador del Distrito Federal, en el Palacio Federal de Caracas, a 31 de enero de 1895. – Año 84º de la Indepencia y 36º de la Federación. –
(Fdo.) Joaquín Crespo. – Refrendado, El Ministro de Instrucción Pública. –
Luis Espelosín. – Refrendado, El Gobernador del Distrito Federal, F. Tosta García”.

JOAQUÍN CRESPO,

Presidente Constitucional de los Estados Unidos de Venezuela,

Considerando:

Que después que está en Vigor la Ley de 24 de septiembre de 1883, sobre Instrucción Superior y Científica, el Ejecutivo Nacional en uso de la atribución que le concede el artículo 148 de la misma Ley ha creado nuevas asignaturas en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Central, lo cual hace indispensable una nueva organización en el plan general de la enseñanza de dichas ciencias,

Decreto:

Artículo 1. – Para optar al grado de Doctor en Medicina y Cirugía de la Universidad Central de Venezuela se requiere: haber sido examinado y aprobado en las materias siguientes: Anatomía Descriptiva, Histología, Fisiología Experimental, Patología General, Patología Interna, Patología Externa, Medicina Operatoria, Obstetricia, Ginecología, Pediatría, Terapéutica, Higiéne, Materia Médica, Medicina Legal, Toxicología, Antropología, Física y Química Médicas, Clínica Médica, Clínica Quirúrgica, Clínica Ginecológica y Obstétrica, Anatomía Patológica, Historia de la Medicina.

Artículo 2. – Estas materias se distribuyen en once cátedras servidas cada una por un profesor a saber: 1º - Anatomía Dexcriptiva; 2º - Histología y Bacterilogía, Fisiología Experimental; 3º - Patología General e Interna; 4º - Patología Externa; 5º - Obstetricia, Ginecología y Pediatría; 6º - Terapéutica, Materia Médica e Higiene; 7º - Física y Química médicas; Medicina Legal y Toxicología; 8º - Clínica Médica y Anatomía Patológica; 9º - Clínica Quirúrgica; 10º – Clínica Ginecológica y Obstetricia; 11º - Antropología e Historia de la Medicina.

Artículo 3 – Además de estas cátedras habrá ejercicios prácticos de Histología y Bacteriología en el Laboratorio de Fisiología Experimental bajo la dirección del profesor de Fisiología; ejercicios prácticos de Disección y Medicina Operatoria en el anfiteátro anatómico, bajo la dirección del profesor de Anatomía y ejercicios prácticos de Física y Química Médica bajo la dirección del profesor correspondiente. Estos ejercicios son obligatorios para todos los alumnos.

Artículo 4- La enseñanza se distribuye en los seis años que dispone la Ley del modo siguiente:

Primer año: Física y Química Médicas.
Anatomía Descriptiva (primer curso).
Ejercicios prácticos de Histología y Bacteriología.

Segundo año: Anatomía Descriptiva (2º curso).
Fisiología Experimental.
Ejercicios prácticos de disección.

Tercer año: Patología General.
Patología Externa (primer curso)
Ejercicios prácticos de Medicina Operatoria.

Cuarto año: Patología Interna.
Patología Externa (2º curso).
Obstetricia.
Clínicas.

Quinto año: Terapéutica y Materia Médica.
Ginecología y Pediatría.
Antropología.
Clínicas.

Sexto año: Higiéne pública y privada.
Medicina Legal y Toxicología.
Historia de la Medcina.
Clínicas.

Artículo 5 – Además de las materias señaladas, los aspirantes al grado de Doctor en Medicina están obligados a comprobar que han cursado Historia Natural, Historia Universal y dos idiomas vivos, como lo dispone la Ley.

Artículo 6 – La Facultad de Medicina reglamentará los ejercicios prácticos de Histología, Bacteriología, Disección y Medicina Operatoria, la enseñanza clínica y los exámenes anuales de estas materias.

Artículo 7 – Los alumnos al inscribirse para tomar parte en los ejercicios prácticos harán efectiva una contribución anual de cuarenta y cinco bolívares (Bs. 45) que se destinarán a la conservación de los respectivos laboratorios y cuyo empleo se designará en el reglamento de que trata el artículo anterior.

Artículo 8 – Los actuales cursantes harán sus estudios de Física y Química durante el tercero y quinto año.

Artículo 9 – Los estudios de Antropología, como la Medicina Legal son obligatorios para todos los cursantes de Ciencias Políticas.

Artículo 10 – Se declaran vacantes todas las cátedras de Medicina de la Universidad Central y el Rector pasará al Ministerio de Instrucción Pública las ternas respectivas para proveerlas con títulos definitivos.

Artículo 11 – Las disposiciones de este Decreto empezarán a regir el 15 de septiembre próximo.

Dado, firmado, sellado con el sello del Ejecutivo Nacional y refrendado por el Ministro de Instrucción Pública en el Palacio Federal, en Caracas, a siete de agosto de mil ochocientos noventa y seis. – Año 86º de la Independencia y 38º de la Federación.

Refrendado. JOAQUÍN CRESPO
El Ministro de Instrucción Pública, Federico R. Chirinos.



(Para citar este artículo: Malaspina, Edgardo. Historia de la Medicina en el Estado Guárico. 2006)

UN GUARIQUEÑO EN LA SOCIEDAD INSTRUCCIÓN




Un guariqueño en la Sociedad de Instrucción de la Facultad Médica de Caracas

Por: Edgardo Malaspina

El Decreto creado de la Facultad Médica de Caracas fue emitido por Simón Bolívar el 25 de junio de 1827 y contemplaba la formación de una Sociedad Médica de Instrucción. Esta sociedad la constituían los miembros de la Facultad, los cursantes de medicina e individuos de letras que querían ser socios.

La Sociedad era un organismo de extensión para mantener el contacto entre la universidad, los egresados y demás hombres de ciencia para estudiar conjuntamente los problemas nacionales.

La Sociedad se instaló el 3 de noviembre de 1827 y su reglamento fue aprobado el 24 de noviembre de 1828. En las reuniones de la Sociedad se exponían trabajos sobre enfermedades, Historia de la Medicina y otros.

En 1829 fue admitido como socio cortrespondiente de la Sociedad José Félix Roscio.

José Félix Roscio nació en San Francisco de Tiznados en 1777. En Caracas estudió en el Seminario y en la Universidad.

En 1796 se graduó de bachiller en Artes (Filosofía) y en 1798 de bachiller en Ciencias Eclesiásticas. En 1800 se licenció en Teología. Ejerció el sacerdocio en Puerto Cabello. Fue enjuiciado en 1812 por simpatizar con los patriotas. En sus sermones apoyaba la causa de la Independencia. Fue encerrado en el castillo de Puerto Cabello. En 1813 le sobreseyaron la causa. En 1814 fue apresado y enviado a España. Fue liberado después de la Independencia. Se doctoró en Teología en 1824. Participó activamente en la vida política y social de Caracas, donde murió.


(Para citar este artículo: Malaspina, Edgardo. Historia de la Medicina en el Estado Guárico. 2006)

EL CORAZÓN DE VENEZUELA, PATRIA Y POESIA


CON INCLUSIÓN DE VARIOS GUARIQUEÑOS



PUBLICADO OBRA “EL CORAZÓN DE VENEZUELA, PATRÍA Y POESÍA”

Recientemente fue publicado el libro El corazón de Venezuela, patria y poesía, el cual representa una compilación original que acopia textos poéticos de 147 autores venezolanos de diferentes generaciones y vinculaciones literarias, referidos al tema de la nacionalidad y a la categoría insoslayable de patria, en su dimensión amorosa y comprometida a favor de la sociedad. La visión parte de la vertiente de una concepción afirmativa y continuamente en construcción, en el horizonte de las mutaciones de carácter socio histórico a las que gran parte del fenómeno poético ha expresado, desde la misma singularidad que la caracteriza y a lo largo de nuestra modernidad, su aspiración por ser parte esencial de ese mismo proceso transformador. La obra, publicada con el apoyo de PDVSA, fue compilada por los poetas Luis Alberto Angulo y Luis Ernesto Gómez. Entre los guariqueños incluidos están Enrique Mújica y Edgardo Malaspina.