Doctor José de Briceño
Por: Edgardo Malaspina
El Libertador pasó por Maracaibo en 1821 y reclutó al joven José de Briceño para incorporarlo al ejército republicano. Tenía 14 años el futuro doctor José de Briceño. Su nacimiento data del 12 de noviembre de 1807 en Maracaibo, siendo sus padres Don Domingo Briceño y Briceño y Doña Ramona Carmona. El niño José participó en la Batalla de Carabobo con el batallón Tiradores de La Guardia.
José de Briceño estudió en Europa química, matemática e idiomas. Estudió Medicina en la Universidad Central de Venezuela. Se graduó de Doctor en Medicina el 28 de octubre de 1838. Tuvo siete hijos con Doña Rosalía Alamo. En 1839 fue designado Rector del Colegio Nacional de Calabozo. Aquí se destacó como gran pedagógo. En 1853 sucedió al Doctor José María Vargas en la cátedra de Anatomía de la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela. Desempeñó ese cargo por treinta años y por la mitad de la dotación mensual correspondiente a la cátedra. A la muerte de Vargas en Nueva York el 13 de julio de 1854 se sacó la cátedra a concurso por edicto convocatorio el 5 de septiembre de 1854 y se opusieron: José Arnal, Ramón Ramos y José de Briceño. Ganó el Dr. José de Briceño y se le declaró catedrático propietario el 23 de enero de 1855.
El Dr. Briceño enseñaba la Anatomía siguiendo el mismo método de Vargas. En 1874 utilizaba la misma obra de Vargas, argumentando: “El texto seguido, hasta hoy, en la clase de Anatomía que regento es la obra del Sr. Dr. José Vargas, mi ilustre antecesor, compuestamente expresamente para la enseñanza de ésta ciencia en la Universidad de Caracas. En mi larga carrera del profesorado no he encontrado libro más competente ni que mejor llena el honorable fin que se propuso nuestro sabio maestro. Y a falta de las razones que de lo expuesto se desprenden para recomendar la continuación de la enseñanza en ésta cátedra por el libro que nos sirve de guía hoy todavía, la grata memoria del eminente facultativo y distinguido ciudadano, que fue su fundador, sería por si solo motivo suficiente para pedir y suplicar que asi se acordase”.
En 1865 fue concejal del Ilustre Ayuntamiento del Distrito Federal. Allí defendió a Andrés Bello de algunos detractores que se negaban a colocar su retrato en el Salon de Sesiones. Presidió la Facultad Médica de Caracas. Fue vicerrector de la Universidad Central de Venezuela en 1870.
Su carácter era alegre y festivo. Tuvo muchos éxitos en su práctica médica. En 1873, siendo presidente del Consejo Municipal del Distrito Federal (Gobernador) inauguró los carnavales de Caracas. Un cuarteto recuerda esa momento:
Gloria, Gloria a Don José
que inauguró el Carnaval
esta fiesta sin igual
promovida por él fue.
El Doctor José Briceño fue también catedrático de Higiéne y Fisiología de la facultad de Medicina de la UCV y fundador de la Academia Nacional de Historia. Recibió La Órden del Libertador y la Medalla de Instrucción Pública.
Escribió mucho. Entre sus obras tenemos: Fisiología: Experimentos que prueban que el nervio glosofaríngeo es el especial del gusto, Colera Morbus, el Gremio Médico en Caracas en el año 1877, La Espada Redentora de los Humanos; una biografía de su tío, el Doctor Antonio Nicolás Briceño.
El Doctor José de Briceño fue un médico práctico destacado. El 17 de marzo de 1853 la facultad médica, por proposición del Dr. Toribio González, autorizó a su director, Dr. José de Briceño, para que manifieste al Gobierno la aparición bien comprobada de la fiebre amarilla en Caracas y sugerir las medidas de órden sanitario convenientes. El Dr. José de Briceño pasó sus últimos días en su fundo agrícola.
El Doctor Francisco Antonio Rízquez, su discípulo dijo de él: “Aquel viejo de voz recia, de mirada escudriñadora, de hablar ameno, ocupando la curul donde se había sentado el que llamaba invariablemente con tono de respetuosidad, hoy anacrónico, el Doctor Vargas, me impresionó honda y gratamente... Pepe Briceño, como familiarmente le llamábamos a espaldas sus discípulos, era un catedrático sugestivo hasta donde podía serlo en aquella materia, cuando se acostumbraban las prácticas anatómicas de obligación”.
El Libertador pasó por Maracaibo en 1821 y reclutó al joven José de Briceño para incorporarlo al ejército republicano. Tenía 14 años el futuro doctor José de Briceño. Su nacimiento data del 12 de noviembre de 1807 en Maracaibo, siendo sus padres Don Domingo Briceño y Briceño y Doña Ramona Carmona. El niño José participó en la Batalla de Carabobo con el batallón Tiradores de La Guardia.
José de Briceño estudió en Europa química, matemática e idiomas. Estudió Medicina en la Universidad Central de Venezuela. Se graduó de Doctor en Medicina el 28 de octubre de 1838. Tuvo siete hijos con Doña Rosalía Alamo. En 1839 fue designado Rector del Colegio Nacional de Calabozo. Aquí se destacó como gran pedagógo. En 1853 sucedió al Doctor José María Vargas en la cátedra de Anatomía de la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela. Desempeñó ese cargo por treinta años y por la mitad de la dotación mensual correspondiente a la cátedra. A la muerte de Vargas en Nueva York el 13 de julio de 1854 se sacó la cátedra a concurso por edicto convocatorio el 5 de septiembre de 1854 y se opusieron: José Arnal, Ramón Ramos y José de Briceño. Ganó el Dr. José de Briceño y se le declaró catedrático propietario el 23 de enero de 1855.
El Dr. Briceño enseñaba la Anatomía siguiendo el mismo método de Vargas. En 1874 utilizaba la misma obra de Vargas, argumentando: “El texto seguido, hasta hoy, en la clase de Anatomía que regento es la obra del Sr. Dr. José Vargas, mi ilustre antecesor, compuestamente expresamente para la enseñanza de ésta ciencia en la Universidad de Caracas. En mi larga carrera del profesorado no he encontrado libro más competente ni que mejor llena el honorable fin que se propuso nuestro sabio maestro. Y a falta de las razones que de lo expuesto se desprenden para recomendar la continuación de la enseñanza en ésta cátedra por el libro que nos sirve de guía hoy todavía, la grata memoria del eminente facultativo y distinguido ciudadano, que fue su fundador, sería por si solo motivo suficiente para pedir y suplicar que asi se acordase”.
En 1865 fue concejal del Ilustre Ayuntamiento del Distrito Federal. Allí defendió a Andrés Bello de algunos detractores que se negaban a colocar su retrato en el Salon de Sesiones. Presidió la Facultad Médica de Caracas. Fue vicerrector de la Universidad Central de Venezuela en 1870.
Su carácter era alegre y festivo. Tuvo muchos éxitos en su práctica médica. En 1873, siendo presidente del Consejo Municipal del Distrito Federal (Gobernador) inauguró los carnavales de Caracas. Un cuarteto recuerda esa momento:
Gloria, Gloria a Don José
que inauguró el Carnaval
esta fiesta sin igual
promovida por él fue.
El Doctor José Briceño fue también catedrático de Higiéne y Fisiología de la facultad de Medicina de la UCV y fundador de la Academia Nacional de Historia. Recibió La Órden del Libertador y la Medalla de Instrucción Pública.
Escribió mucho. Entre sus obras tenemos: Fisiología: Experimentos que prueban que el nervio glosofaríngeo es el especial del gusto, Colera Morbus, el Gremio Médico en Caracas en el año 1877, La Espada Redentora de los Humanos; una biografía de su tío, el Doctor Antonio Nicolás Briceño.
El Doctor José de Briceño fue un médico práctico destacado. El 17 de marzo de 1853 la facultad médica, por proposición del Dr. Toribio González, autorizó a su director, Dr. José de Briceño, para que manifieste al Gobierno la aparición bien comprobada de la fiebre amarilla en Caracas y sugerir las medidas de órden sanitario convenientes. El Dr. José de Briceño pasó sus últimos días en su fundo agrícola.
El Doctor Francisco Antonio Rízquez, su discípulo dijo de él: “Aquel viejo de voz recia, de mirada escudriñadora, de hablar ameno, ocupando la curul donde se había sentado el que llamaba invariablemente con tono de respetuosidad, hoy anacrónico, el Doctor Vargas, me impresionó honda y gratamente... Pepe Briceño, como familiarmente le llamábamos a espaldas sus discípulos, era un catedrático sugestivo hasta donde podía serlo en aquella materia, cuando se acostumbraban las prácticas anatómicas de obligación”.
(Para citar este artículo: Malaspina, Edgardo. Historia de la Medicina en el Estado Guárico)
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