ÁREA DE CIENCIAS DE LA SALUD. MORROS DE SAN JUAN

ÁREA DE CIENCIAS DE LA SALUD. MORROS DE SAN JUAN

X PROMOCIÓN DE MÉDICOS CIRUJANOS.

X PROMOCIÓN DE MÉDICOS CIRUJANOS.
UNERG.2010

PADRINO DE LA PRIMERA PROMOCIÓN. MISIÓN SUCRE.

PADRINO DE LA PRIMERA PROMOCIÓN. MISIÓN SUCRE.
ACTIVIDAD FÍSICA Y SALUD.

I PROMOCIÓN DE DERMATÓLOGOS.UNERG.2001

I PROMOCIÓN DE DERMATÓLOGOS.UNERG.2001
DERMATÓLOGOS.2001

PLACA DE RECONOCIMIENTO

PLACA DE RECONOCIMIENTO
X PROMOCIÓN DE MÉDICOS.UNERG.2010

AFICHE.X PROMOCIÓN DE MÉDICOS.UNERG.2010

AFICHE.X PROMOCIÓN DE MÉDICOS.UNERG.2010

viernes, 26 de julio de 2019

UN HOMBRE AFORTUNADO







UN HOMBRE AFORTUNADO
Edgardo Malaspina

1
El escritor inglés John Berger (1926-2017) habla del doctor John Sassal, un médico rural. Muestra, con texto y fotografías,  con que pasión ejerce la medicina Sassal y como atiende a sus pacientes.
El escritor se siente afortunado de conocer a un médico afortunado; y describe filosóficamente la labor hipocrática de su amigo.
2
Sassal ejerce su profesión en un caserío inglés, situado en medio del bosque, y se compenetra con sus habitantes. Conoce de sus alegrías y tristezas. La labor del médico cubre las veinticuatro horas del día en busca de las soluciones para sus pacientes.
3
Sassal examina, escribe recetas, pone inyecciones, atiende emergencias y practica cirugías. Cura a sus pacientes no tanto con sus conocimientos sino con su trato; y cura para curarse a sí mismo: se convierte en cada uno de sus pacientes.
Realizó operaciones de apendicitis o de hernia sobre mesas de cocina. Llevó a cabo partos en caravanas. Se veía a sí mismo como una especie de hospital móvil.
4
Filosóficamente, podemos evadir el enigma. Pero no podemos mirar para otro lado.
5
Permitimos que el médico acceda a nuestros cuerpos, algo que sólo concedemos voluntariamente a nuestros amantes, y muchos incluso no sin cierto temor. Sin embargo, el médico es prácticamente un desconocido.
6
Cuando estamos enfermos, idealmente nos imaginamos  al médico como un hermano mayor.
7
Le pedimos al médico que nos cure y que alivie nuestra dolencia, pero si no nos puede curar, también le pedimos que sea testigo de nuestra muerte.
8
En la enfermedad se rompen muchas conexiones. La enfermedad separa y fomenta una forma distorsionada y fragmentada de la identidad. El médico trata de compensar las rupturas de esas conexiones.
9
Sassal cree que la medicina es más ciencia que arte.
La tragedia fundamental de la condición humana es no saber. No saber lo que somos  o por qué somos, no saberlo con seguridad. Pero esto no me hace más religioso. La religión no tiene la respuesta.
10
Unos dice que Sassal es un médico maravilloso; otros, que  está chiflado.
11
Practicar la medicina en un lugar remoto tiene un privilegio: el privilegio de ser indiferente al éxito.
12
Sassal es  testigo de las angustias de sus pacientes, las físicas y las espirituales. Angustia ante la enfermedad, la muerte y la soledad.
Una vez Sassal se retiró del lecho de una paciente agonizante. Lloraba amargamente a pesar de ser un hombre que controla sus emociones.
“El hombre que solloza  no se parece a un niño. El niño llora para hacerse oír. El hombre llora para sí. Puede que crea incluso que llorando como un niño recobrará  aquella capacidad de recuperarse propia de la infancia”.
13
Una de las fantasías  más generalizadas entre los adultos es creer que hay segundas oportunidades. Los niños sabes que no existen.
14
Hay un sufrimiento que no puede solucionar el médico simplemente expidiendo una receta.
15
Cada momento que pasa nos acerca a la muerte: y nuestra muerte se mide en relación con esa aparente eternidad de la existencia que ha de continuar  después de nosotros, sin nosotros.
16
Sassal piensa que la adversidad tiempla el carácter.
17
El aburrimiento es la sensación de que nuestras facultades  se van muriendo lentamente.
18
¿Cómo se compara da un diagnóstico correcto y extremadamente complicado con pintar un gran cuadro?
19
“Siempre que algo me recuerda la muerte –y eso me sucede todos los días-, pienso en la mía propia, y esto me hace  trabajar  aún más” (Sassal).
20
Quince años después de haberse publicado el libro, Sassal se suicidó. Su muerte hace más misteriosa su vida; y no debemos verla como un gesto negativo. Era su destino, según lo entendían los griegos en sus tragedias.
¡La muerte transforma profundamente la vida de todo hombre!










jueves, 25 de julio de 2019

CUADRAGÉSIMO SEGUNDO ANIVERSARIO DE LA UNIVERSIDAD RÓMULO GALLEGOS





¡FELICITACIONES A TODOS LOS UNERGISTAS!



CUADRAGÉSIMO SEGUNDO ANIVERSARIO DE LA UNIVERSIDAD RÓMULO GALLEGOS
 Edgardo Malaspina
1
El 25 de julio de 1977 el presidente de la república, señor Carlos Andrés Pérez, decretó la creación de las universidades Rómulo Gallegos y Francisco de Miranda, respectivamente. El acto se realizó en Coro, ciudad que celebraba 450 años de fundada, y el decreto se firmó exactamente a las siete y quince minutos de la noche.
2
El Dr. Adolfo Rodríguez y don Ángelo Dunarumma recogen la historia  con lujo de detalles, datos y fechas en un libro imprescindible para quienes pertenecemos a esta casa de estudios superiores: UNERG, TIERRA LLANA PARA UNA UTOPÍA BUENA. El libro deviene en una síntesis vital para entender cómo un proyecto impulsado por un grupo de hombres y mujeres idealistas fue cobrando fuerza hasta materializarse en la pujante institución educativa que hoy conocemos. Podemos decir, entonces, que esta obra es simplemente la Historia de la Universidad Rómulo Gallegos.
3
En 1973 Carlos Andrés Pérez prometió en su campaña electoral una universidad para San Juan de los Morros; y ,ya siendo presidente, cumplió su palabra.
4
En 1974 se creó el Comité Pro-universidad, dirigido por Adolfo Rodríguez y Ángelo Dunarumma. En 1975 el ministro Peñalver instaló la comisión de Estudio de Factibilidad de un Instituto de Educación Superior para SJM.
4
En palabras preliminares Doña Elisa Pineda de Belisario anota que la UNERG es la continuación lógica de un hito importante anterior: la creación del Liceo J.G Roscio en la década de los treinta por parte de Emilio Arévalo Cedeño.
Luego Adolfo Rodríguez comenta las personalidades que se barajaron como posibles epónimos de la universidad: Juan Germán Roscio, José Francisco Torrealba y Rómulo Gallegos.
5
Sigue una cronología de acontecimientos significativos: 1972: los guariqueños dirigen una misiva a la Comisión de Cultura del Congreso Nacional planteando las necesidades que tiene la región en materia educativa.
6
 1978: son designadas las primeras autoridades de la UNERG: J.J González Matheus(Rector), Adolfo Rodríguez(Vicerrector Académico) y Eduardo Carreño (Vicerrector Administrativo).
7
1980: se inician las clases de Ingeniería Agronómica.1986: aprobación de la carrera de TSU en  Enfermería y Primera Promoción de Ingenieros Agrónomos.
1988: aprobación de la Licenciatura en Enfermería. 1990: la UNERG empieza a funcionar en su sede actual de El Castrero (antes había funcionado en el Liceo Luis Barrios Cruz). Es aprobada la carrera de Medicina Veterinaria para Zaraza. Egresa la primera promoción de TSU en Enfermería y es aprobada la carrera de Odontología.
8
1991: designación de una  comisión para la elaboración del proyecto de medicina humana. 1992: el Consejo Nacional de Universidades aprueba el programa de medicina, cuyo epónimo  es el Dr. J.F Torrealba.  1993: se inician las clases en medicina.
9
En el libro, además, hay unas reseñas de las gestiones de los rectores de la Unerg : González Matheus, Viale Rigo,Pérez Levy, Nani , Brito Figueroa, Herrera y Gallardo. Los autores de “UNERG, TIERRA LLANA PARA UNA UOPÍA BUENA”, afirman que –hasta la fecha de su publicación- la UNERG ha contado con seis rectores. Todos con una gestión  que obligan al reconocimiento”. 
10
Yo agregaría, a lo arriba expuesto, que una de las gestiones más breves ha sido la del filósofo José Rafael Herrera; sin embargo, en ese corto periodo  de apenas unos meses se desarrolló una intensa actividad académica y cultural:   se relanzó el doctorado en Ciencias de la Educación que había sido paralizado. Se  hicieron unas jornadas de reflexión académica. Por primera vez las reuniones del consejo universitario se  efectuaron fuera de San Juan de los Morros: en Calabozo, Valle de la Pascua y Zaraza. Se relanzó la revista del postgrado Lumen.  La  Cultura  fue dirigida por Levy Rossel, dramaturgo de proyección internacional. Se realizaron importantes exposiciones de artistas de la talla de Regulo Pérez y Oswaldo Vigas. Se efectuó la primera feria del libro en la UNERG.la cual también  fue sede por primera vez de la reunión del Núcleo de Decanos de Medicina.Se efectuaron jornadas de Medicina Familiar y Dermatología. Muy importantes fueron las jornadas ideo-políticas, realizadas bajo el lema: “Deber de disentir y el derecho a pensar”.

(https://edgardomalaspinaylaunerg.blogspot.com/)
11
También se resalta el papel que jugaron algunas personalidades para alcanzar la meta de lograr una universidad para nuestro terruño: Ángelo Dunarumma, Carmen Idilia Rodríguez, Elisa Pineda de Belisario, Peña Bouchard, Crespo Peraza, Argenis Ranuarez, Felipe Rodriguez José Ágreda, José Díaz Milano, Antonio Arcia, Dario Laguna, Manuelito Rodriguez Elfraile, Luis Gallardo, Adolfo Rodríguez y los niños Juan y Omar Parra, y  Clara Esperanza Rodríguez.
12
Esta Historia de la Universidad Rómulo Gallegos contiene gran cantidad de material fotográfico, ilustraciones y artículos de prensa que nos transportan y  ubican en la época precisa cuando se libró esta singular batalla por el progreso, la  cultura y la academia.






lunes, 22 de julio de 2019

CAROTENEMIA




CUANDO LA GENTE CAMBIA LA COLORACIÓN DE SU PIEL.

Edgardo Malaspina
1
En un momento de la crisis humanitaria,  ante la dificultad para obtener los alimentos más básicos y la problemática para acceder al agua potable, las  líneas se cruzaron y aparecieron en las consultas médicas algunas personas preocupadas por el cambio de la coloración  de su piel. En algunos casos se detectó hepatitis A; y en otros, la precisión diagnóstica fue más benigna: se trataba de una simple carotenemia o carotenodermia (exceso de caroteno con sólo consecuencias estéticas)
2
El pigmento caroteno (un antioxidante)  es de color amarillo o anaranjado y está contenido en  ciertos alimentos del reino vegetal (los animales no lo producen, pero lo necesitan) a partir de los cuales se procesa la vitamina A.
Caroteno viene de latín “carota” (zanahoria), que lo contiene en grandes proporciones, en la batata, en la auyama, etc.
La vitamina A es liposoluble, y es por eso que la grasa (la nuestra y la de los animales)  es amarillenta. La mantequilla también. Las hojas se ponen amarillas por el caroteno; los flamencos son anaranjados porque comen camarones que a su vez comen algas que contienen carotenos.
La grasa de los niños y de los animales jóvenes es blanca porque aún no han acumulado suficiente caroteno.
3
Observé dos casos de carotenodermia en gente proveniente del campo: desayunaban con auyama, merendaban con auyama, almorzaban con auyama y cenaban con auyama.
Estaban amarillos por todas partes (sobre todo las plantas de las manos), pero no en los ojos; y eso hace la diferencia con la ictericia (amarillo en griego), la cual  refleja un trastorno hepático; y que la gente en su aféresis  (tiricia) la asocia con la flojera, uno de los posibles síntomas de la hepatitis, por ejemplo.
4
El tratamiento de la carotenodermia consiste en dejar de comer el alimento que la produce.
Uno de los pacientes me preguntó:
-¿Puedo comer yuca?
-Sí, le dije, y agregué:- pero no confunda la dulce con la amarga. Porque hay muy malas noticias rodando por allí. Tenga en cuenta que la ingesta exagerada de la auyama conlleva sólo a cambios dermatológicos reversibles, pero el de la yuca amarga, incluso en proporciones exiguas, puede causar rigidez cadavérica sin segundas oportunidades.

Y para que no quedaran dudas le expliqué en lenguaje castizo, popular y hasta vulgar: la auyama nos pone amarillos, y nada más; pero la yuca amarga nos puede poner tiesos.


                                 

lunes, 8 de julio de 2019

LAUREANO MÁRQUEZ A LOS MÉDICOS:


LAUREANO MÁRQUEZ A LOS MÉDICOS:
 “Querido doctor:

Quiero que sepas que los venezolanos estamos orgullosos de ti, que estamos clarísimos: sabemos que nuestros médicos son los mejores del mundo y los más humanos. En ningún otro lugar se ejerce la medicina como en nuestro país, en el que hasta en una piñata puedes tener una consulta ambulatoria con uno de los papás del amiguito de tu hijo.

En Venezuela uno no va a una consulta impersonal, como hace la gente de otros países; aquí tu médico es tu amigo y conoces a su esposa y vas a la graduación de su hija; si lo encuentras en el mercado, pregunta por tu salud y averigua si te estás tomando la pastillita. Él no revisa tu historia porque se la sabe de memoria: la ha hecho parte de la suya y ves en ella los colores de todas las plumas fuente de sus años y los tuyos, porque la relación de un paciente con un médico en Venezuela es “hasta que la muerte los separe”.

Tu médico envejece contigo; podrá pasar de los noventa, como el Dr. Otto Lima Gómez, pero tu confianza en él no merma, porque lo hallas cada vez más sabio, más bueno y hasta más elegante; pero especialmente porque él sabe lo que tú tienes no a partir de los exámenes de sangre, sino del examen que hizo de tu alma en la mirada triste con la que entraste a su consulta y porque su mano en tu hombro es la mejor medicina. Estamos tan orgullosos de ustedes, queridos amigos médicos, tan conmovidos con su quehacer, que no hallamos las palabras exactas de gratitud en esta dolida hora en la que ustedes sacan las balas de los cuerpos de los hijos de esta tierra, caídos en una guerra a la que van con “un canto infinito de paz”.

Ser médico en la Venezuela de estos tiempos es un acto de heroísmo y de amor, de ingenio y de creatividad para salvar vidas en medio de esta tragedia artificial llamada gobierno, que lleva dieciocho años destruyendo lo mejor de nosotros, lo más bueno, lo más noble, lo más sagrado. Seguro que hay algo —los alumnos lo sabrán— en nuestras escuelas de Medicina que hace que quien salga de allí sea dueño de un alma especial, no solo plena de sabiduría, sino lo más importante: de sensibilidad y virtud. Es como si en una cápsula de Petri se hubiesen mezclado la ciencia de Razetti, la santidad de José Gregorio y el sentido de la justicia de Vargas.

Ahí están los muchachos de la Cruz Verde, los estudiantes de Medicina, salvando, ayudando, sembrando vida donde otros se la roban. Son nuestros superhéroes, nuestros salvadores, nuestra certeza de que no toda esperanza ha sido arrebatada por la maldad, de que esta tierra es esencialmente de gente buena y solidaria, inteligente y pacífica, por más que el mal, la crueldad y el terror se hayan apoderado temporalmente de las riendas de nuestro destino envileciéndonos a todos; es “el vil egoísmo que otra vez triunfó”: Boves redivivo siembra de muerte los campos de Venezuela. En medio de esta debacle están ustedes, los médicos, más que ejerciendo la medicina, haciendo milagros. Junto a ustedes, las enfermeras y enfermeros, porque si el médico salva vidas, la enfermera salva al médico.

Querido amigo: gracias por dar la cara por la salud y recibir heridas de aquel de quien te vengarás salvando la vida de su hijo o la suya propia. Gracias por tu humanidad toda, por la santidad de tu vida cotidiana, por las causas que apoyas en los lugares más remotos, por actualizarte cada día en un país al que ya no llegan las revistas de medicina. Gracias por hallar un sustituto al remedio que no se consigue, o por dármelo tú mismo, aunque en ello se te vaya la vida cruzando el mar. Gracias por las consultas que no causaron honorarios cuando me suponías pelando. Gracias, pichón de médico, que saliste a una calle insegura a entregar tu vida salvando a tu hermano; ojalá que el que te arrolló siempre encuentre médicos y medicinas; ojalá que viva para siempre. Gracias, doctor, muchas gracias, que Diosito me le pague, como dicen nuestras abuelitas cuando salen de tu consulta. ¡Ah! y no te preocupes: Carujo, esta vez, también pasará, porque “es el hombre de bien el que siempre ha vivido y vivirá feliz sobre la tierra y seguro sobre su conciencia”.

viernes, 5 de julio de 2019

LOS CUATRO MÉDICOS FIRMANTES DEL ACTA DE INDEPENDENCIA.


LOS CUATRO MÉDICOS FIRMANTES DEL ACTA DE INDEPENDENCIA.
Edgardo Malaspina
1




En total durante la guerra por la libertad de Venezuela trabajaron para el bando patriota doscientos diez médicos, y cuatro firmaron el Acta de Independencia el 5 de julio de 1811:
2
José Ángel Álamo Nació en Barquisimeto en 1774. Estudió Medicina en la Real y Pontificia Universidad de Caracas. En 1804 recibió su título de Doctor. Tenía conocimientos de política, historia y literatura. Dominaba el francés y el inglés. En 1804 asistió a cinco mil enfermos durante una epidemia de fiebres perniciosas en los Valles de Aragua. En 1804 fue miembro de la Junta Central de  Vacunación. En 18007 sirvió como médico Segundo del Real Hospital de Militares de Caracas. Fue quien le puso el nombre satírico de la “Cosiata” al movimiento separatista de 1826.
3
José Luis Cabrera nació en la Gran Canaria en 1776. En 1785 inicia sus estudios de medicina en la en la Real y Pontificia Universidad de Caracas bajo la dirección del Protomédico Dr. José Francisco Molina.  En 1814 fue designado médico y cirujano del Hospital Militar de la Guaira. Fue el primer Presidente (decano) de la Facultad Médica y en 1827 Director de la Sociedad Médica. Asistió al Almirante Brión en Curazao durante la enfermedad que lo llevó a la muerte en 1821. Al morir en Caracas en 1837 la Gaceta de Venezuela escribió : “…Se dedicó al estudio de la medicina, ciencia, que por su objeto, era la más cónsona con su natural filantropía”.
4
Francisco  Isnardi * nació en Turín (Italia) en 1764. Desde niño fue observador y estudioso de la naturaleza. En 1791 llega a la Guayana Holandesa como secretario de la Compañía de India. Luego se trasladó a la isla de Trinidad . En esa época tenía conocimientos de medicina y cirugía. En 1796 vive en Guiría. Se dedica al comercio y ejerce de Médico Cirujano. En su biblioteca tiene libros de Medicina, Política, Historia, geografía, Religión y Literatura. En total su biblioteca estaba conformada por ciento sesenta y un libros. En 1811 es Secretario del Congreso , redacta el Acta de Independencia y la firma. En 1812, con la caída de la Primera República, es apresado y enviado a España. Murió en 1818.
5
Manuel Palacio Fajardo nació en Mijagual ( Edo. Barinas) en 1784. Estudió Medicina y Abogacía en Santa Fe de Bogotá. Se destacó  en literatura y química. Formó parte del Congreso Constituyente de 1811.  Fue profesor de Medicina en el Seminario de Mérida.  Murió en 1819 en Angostura ( Ciudad Bolívar) de una aneurisma en la aorta, se dijo . Presentó fiebre y vómitos con sangre por tres días. Sin embargo, es lógico pensar en fiebre amarilla. En la prensa de Angostura se escribió: “… Palacio tenía siempre tiempo para ir a consolar al enfermo; y este encontraba en él todo auxilio médico, dado con el interés  y la bondad de un amigo”.

NOTA:
*La historiadora ítalo-venezolana Marisa Vannini de Gerulewicz habría probado en 2001 que el “Isnardi”firmante del acta era originario de Cádiz, España.
Iustraciones:
5 de julio de 1811 (Juan Lovera)
José Ángel Álamo (claroscuro)
Francisco  Isnardi
En la foto: Busto del Dr. Manuel Palacio Fajardo en la sede del Colegio de Médicos del estado Barinas.