EMBARAZO Y PARTO
ENTRE NUESTROS INDÍGENAS
Edgardo Malaspina
1
Para la mayoría
de los indígenas venezolanos la procreación es producto del intercambio de
entrañas. El varón toma prestado el
órgano reproductor de la mujer y luego de hacer el hijo lo devuelve para que la
madre lo nutra con su sangre. Es clara
la consecuencia social de esa idea por cuanto es el hombre quien descansa
después del parto, e incluso puede presentar síntomas como náuseas y vómitos,
los cuales están en algunas mujeres en la fase inicial del embarazo. Esa
herencia indígena forma parte de ciertos cuadros clínicos en pacientes
venezolanos en la actualidad. ¿Inconsciente colectivo? ¿Viveza criolla? ¿O las
dos cosas juntas?
2
Entre los guaiqueries el parto
gemelos era castigado: se comparaba al de los animales como ratones o
cachicamos de partos múltiples y se sospechaba infidelidad. Se reconocía un solo hijo y el otro era asesinado.
3
Los añú (gente) viven
en la laguna de Sinamaica (Edo. Zulia). Para ellos la infertilidad es consecuencia
de un mal de ojo. La fecundación sólo se da si las relaciones sexuales se
realizan con la luna llena. El sexo lo determinar por la forma del abdomen de
la mujer embarazada: puntiaguda significa varón; mientras que la redonda es
propia de las niñas.
4
Los yukpa (indio manso) habitan
en la sierra de Perijá. Cuando la mujer tiene dolores de parto se retira del
grupo para evitarle males en caso de que
el niño nazca muerto. La mujer pare agachada, mientras la sostienen por la
espalda. La placenta es enterrada fuera de la choza y el cordón umbilical es
quemado.
5
Los cumanagoto ( ríos Neverí y Unare ,Edo. Anziategui. De ellos
provienen los vocablos: coroto, catire, cacahapa, arepa, catara, cunaguaro,
mapanare, cayapa, guarar). Cuando sus mujeres tenían partos difíciles se
retiraban al campo para invocar la ayuda de los espíritus.
6
Entre los jivi (viven en los
Estados Amazonas, Apure y Bolívar) la mujer cuenta 280 noches al advertir
la ausencia de menstruación para
calcular la fecha de parto, el cual se realiza en una choza pequeña. La mujer
se acuesta en el suelo sobre una estera de palma . El chamán le sopla agua si
el parto es difícil y sopla sobre todas las cosas y personas que intervienen en
el trabajo de parto. Esto protege al niño de los espíritus malignos .Con una
vara afilada cortan el cordón umbilical, el cual es amarrado con un pedazo de
hilo y untado con barro para evitar el sangramiento y seque rápido. A la madre
se la da de beber agua caliente para expulsar la placenta.
7
Sobre los sanená (Estado Bolívar)
: Durante los primeros días del embarazo , la mujer y su esposo no consumen
aves y animales grandes. El hombre no se expondrá a la lluvia durante la
cacería. En el momento de un parto difícil se recurrirá al chamán. El hombre
descansara quince días después del parto para evitar enfermedades al niño y su
madre.
8
En el libro “La obstetricia en
Venezuela” de Pedro Gutiérrez Alfaro y Ricardo Archila hay una estatuilla de
una mujer embarazada (1), única en nuestro arte indígena. Es la Venus de Willendorf
(2)venezolana.
También nos trae esta
incomparable obra dos fotografías de sendos petroglifos (3 y 4) con escenas de
parto, que como todo idioma pictórico no necesita de palabras. A propósito, el
cabello erizado tal vez es la mejor manera de representar el dolor.
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