ÁREA DE CIENCIAS DE LA SALUD. MORROS DE SAN JUAN

ÁREA DE CIENCIAS DE LA SALUD. MORROS DE SAN JUAN

X PROMOCIÓN DE MÉDICOS CIRUJANOS.

X PROMOCIÓN DE MÉDICOS CIRUJANOS.
UNERG.2010

PADRINO DE LA PRIMERA PROMOCIÓN. MISIÓN SUCRE.

PADRINO DE LA PRIMERA PROMOCIÓN. MISIÓN SUCRE.
ACTIVIDAD FÍSICA Y SALUD.

I PROMOCIÓN DE DERMATÓLOGOS.UNERG.2001

I PROMOCIÓN DE DERMATÓLOGOS.UNERG.2001
DERMATÓLOGOS.2001

PLACA DE RECONOCIMIENTO

PLACA DE RECONOCIMIENTO
X PROMOCIÓN DE MÉDICOS.UNERG.2010

AFICHE.X PROMOCIÓN DE MÉDICOS.UNERG.2010

AFICHE.X PROMOCIÓN DE MÉDICOS.UNERG.2010

miércoles, 22 de diciembre de 2021

LA EPIDEMIA DEL PELEPONESO

 


[La peste de Ateneas. Michael. Sweerts]


LA EPIDEMIA EN LA GUERRA DEL PELEPONESO SEGÚN TUCÍDIDES.

Edgardo Rafael Malaspina Guerra

 

(“Hablo como quien lo sabe bien, pues yo mismo fui atacado de este mal y vi los que lo tenían”. Tucídides)

I

Durante la guerra del Peloponeso   (431 a. C.-404 a. C.) ,  un conflicto militar de la Antigua Grecia que enfrentó a las ciudades formadas por la Liga de Delos (encabezada por Atenas) y la Liga del Peloponeso (encabezada por Esparta) , Tucídides  (460 a. C -396 a. C) nos cuenta sobre una epidemia (430 a. C, 429 a. C, 426-425 a .C)) que azotó las ciudades en conflicto. Nos cuenta con lujos de detalles sobre sus síntomas

II

La epidemia atacó a las ciudades beligerantes: Atenas y Esparta. La epidemia provino de Etiopía y llegó a Grecia a través de Egipto y Libia. La epidemia atacó a Atenas y mató a un tercio de sus habitantes.  Los espartanos que sitiaban la ciudad, huyeron temerosos .Pericles murió del mal (429 a. C).

Se cree que la epidemia era provocada por la fiebre tifoidea.

III

1

Jamás se vio en parte alguna del mundo tan grande pestilencia, ni qué tanta gente matase.

2

Los médicos no acertaban el remedio, porque al principio desconocían la enfermedad y muchos de ellos morían los primeros al visitar a los enfermos.

3

No aprovechaba el arte humana, ni los votos ni plegarias en los templos, ni adivinaciones, ni otros medios de que usaban, porque en efecto valían muy poco; y vencidos del mal, se dejaban morir.

4

Quiero hablar aquí de ella para que el médico que sabe de medicina y el que no sabe nada de ella declare si es posible entender de dónde vino este mal y qué causa puede haber bastante para hacer de pronto tan gran mudanza.

5

Síntomas:

 Primero sentían un fuerte y excesivo calor en la cabeza; los ojos se les ponían colorados e hinchados; la lengua y la garganta sanguinolentas y el aliento hediondo y difícil de salir, produciendo continuo estornudar; la voz se enronquecía y descendiendo el mal al pecho, producía gran tos, que causaba un dolor muy agudo; y cuando la materia venía a las partes del corazón, provocaba un vómito de cólera, que los médicos llamaban apocatarsis (*), por el cual con un dolor vehemente lanzaban por la boca humores hediondos y amargos; seguía en algunos un sollozo vano, produciéndoles un pasmo que se les pasaba pronto a unos y a otros les duraba más. Al tacto, la piel no estaba muy caliente ni tampoco lívida, sino rojiza, llena de pústulas pequeñas; por dentro sentían tan gran calor, que no podían sufrir un lienzo encima de la cama, estando desnudos y descubiertos.

 

*Sustantivo femenino. Esta palabra de uso obsoleto y que, (en medicina) que alude a una purgación o la evacuación del sistema digestivo que se puede asociar al estreñimiento.

 

6

Tratamiento:

El mayor alivio era meterse en agua fría, de manera que muchos que no tenían guardas, se lanzaban dentro de los pozos, forzados por el calor y la sed, aunque tanto les aprovechaba beber mucho como poco.

7

Desenlace :

 Sin reposo en sus miembros, no podían dormir, y aunque el mal se agravase no enflaquecía mucho el cuerpo, antes resistían a la dolencia, más que se puede pensar. Algunos morían de aquel gran calor, que les abrasaba las entrañas a los siete días y otros dentro de los nueve conservaban alguna fuerza y vigor. Si pasaban de este término, descendía el mal al vientre, causándoles flujo con dolor continuo, muriendo muchos de extenuación.

8

Cuadro clínico:

Esta infección se engendraba primeramente en la cabeza y después discurría por todo el cuerpo. La vehemencia de la enfermedad se mostraba, en los que curaban, en las partes extremas del cuerpo, porque descendía hasta las partes vergonzosas y a los pies y las manos. Algunos los perdían; otros perdían los ojos, y otros, cuando les dejaba el mal, habían perdido la memoria de todas las cosas y no conocían a sus deudos ni a sí mismos.

En conclusión, este mal afectaba a todas las partes del cuerpo; era más grande de lo que decirse puede y más doloroso de lo que las fuerzas humanas podían sufrir.

9

Conducta de los animales con respectos a los muertos por el mal:

Que esta epidemia fuese más extraña que todas las acostumbradas, lo acredita que las aves y las fieras que suelen comer carne humana, no tocaban a los muertos, aunque quedaban infinidad sin sepultura; y si algunas los tocaban, morían. Pero más se conocía lo grande de la infección en que no aparecían aves, ni sobre los cuerpos muertos, ni en otros lugares donde habían estado, ni aun los perros que acostumbraban a andar entre los hombres más que otros animales; de lo cual se puede bien conjeturar la fuerza de este mal.

10

Medicinas inseguras:

Unos morían por no ser bien curados y otros por serlo demasiado; no hallándose medicina segura, porque lo que aprovechaba a uno, hacía daño a otro. Quedaban los cuerpos muertos enteros, sin que apareciese en ellos diferencia de fuerza ni flaqueza; y no bastaba buena complexión, ni buen régimen para eximirse del mal.

11

Médicos atacados por el mal:

La dolencia era tan contagiosa, que atacaba a los médicos. A causa de ello muchos morían por no ser socorridos y muchas casas quedaron vacías.

12

Contagio:

 Los que visitaban a los enfermos morían también como ellos, mayormente los hombres de bien y de honra que tenían vergüenza de no ir a ver a sus parientes y amigos, y más querían ponerse a peligro manifiesto que faltarles en tal necesidad. A todos contristaba mal tan grande, viendo los muchos que morían y los lloraban y compadecían.

13

Inmunidad:

Mas, sobre todo, los que habían escapado del mal, sentían la miseria de los demás por haberla experimentado en sí mismos; aunque estaban fuera de peligro, porque no repetía la enfermedad al que la había padecido, a lo menos para matarle; por lo cual tenían por bienaventurados a los que sanaban, y ellos mismos, por la alegría de haber curado, presumían escapar después de todas las otras enfermedades que les viniesen.

14

Mortalidad:

Machos morían en las cuevas echados, y donde podían, sin respeto alguno, y algunas veces los unos sobre los otros yacían en calles y plazas, revolcados y medio muertos, y en torno de las fuentes, por el deseo que tenían del agua. Los templos donde muchos habían puesto sus estancias y albergues estaban llenos de hombres muertos, porque la fuerza del mal era tanta que no sabían qué hacer.

15

Sepultura:

 Nadie se cuidaba de religión ni de santidad, sino que eran violados y confusos los derechos de sepulturas de que antes usaban, pues cada cual sepultaba los suyos donde podía. Algunas familias, viendo los sepulcros llenos por la multitud de los que habían muerto de su linaje, tenían que echar los cuerpos de los que morían después en sepulcros sucios y llenos de inmundicias. Algunos, viendo preparada la hoguera para quemar el cuerpo de un muerto, lanzaban dentro el cadáver de su pariente o deudo, y le ponían fuego por debajo; otros lo echaban encima del que ya ardía y se iban.

16

La muerte como alivio del mal:

Los que morían de repente eran bienaventurados en comparación de aquellos que duraban largo tiempo en la enfermedad.

17

Hedonismo, pesimismo e inmoralidad:

Los pobres que heredaban los bienes de los ricos, no pensaban sino en gastarlos pronto en pasatiempos y deleites, pareciéndoles que no podían hacer cosa mejor no teniendo esperanza de gozarlos mucho tiempo, antes temiendo perderlos enseguida y con ellos, la vida. Y no había ninguno que por respeto a la virtud, aunque la conociese y entendiese, quisiera emprender cosa buena, que exigiera cuidado o trabajo, no teniendo esperanza de vivir tanto que la pudiese ver acabada, antes todo aquello que por entonces hallaban alegre y placentero a apetito humano lo tenían y reputaban por honesto y provechoso, sin algún temor de los dioses o de las leyes, pues les parecía que era igual hacer mal o bien, atendiendo a que morían los buenos como los malos, y no esperaban vivir tanto tiempo que pudiese venir sobre ellos castigo de sus malos hechos por mano de justicia, antes esperaban el castigo mayor por la sentencia de los dioses, que ya estaba dada, de morir de aquella pestilencia.

Y pues la cosa pasaba así, parecíales mejor emplear el poco tiempo que habían de vivir en pasatiempos, placeres y vicios.

 

lunes, 13 de diciembre de 2021

ASPECTOS MÉDICOS EN DISCURSO DE ROUSSEAU SOBRE EL ORIGEN Y LOS FUNDAMENTOS DE LA DESIGUALDAD ENTRE LOS HOMBRES(1755)

 


ASPECTOS MÉDICOS EN DISCURSO DE ROUSSEAU SOBRE EL ORIGEN Y LOS FUNDAMENTOS DE LA DESIGUALDAD ENTRE LOS HOMBRES(1755)

Edgardo Rafael Malaspina Guerra

Rousseau afirma que las enfermedades provienen de que el hombre ha abandonado la vida salvaje salutífera, al mismo tiempo que ataca a la Medicina por no traer ningún beneficio. Veamos el texto:

“Respecto de las enfermedades, no repetiré las vanas y falsas declamaciones de las personas de buena salud contra la medicina; pero preguntaré si se puede probar con alguna observación sólida que la vida media del hombre es más corta en aquel país donde ese arte se halla descuidado que donde es cultivado con más atención. ¿Cómo podría suceder así si nosotros nos procuramos más enfermedades que la medicina nos proporciona remedios? La extrema desigualdad en el modo de vivir, el exceso de ociosidad en unos y de trabajo en otros, la facilidad de excitar y de satisfacer nuestros apetitos y nuestra sensualidad, los alimentos tan apreciados de los ricos, que los nutren de substancias excitantes y los colman de indigestiones; la pésima alimentación de los pobres, de la cual hasta carecen frecuentemente, carencia que los impulsa, si la ocasión se presenta, a atracarse ávidamente; las vigilias, los excesos de toda especie, los transportes inmoderados de todas las pasiones, las fatigas y el agotamiento espiritual, los pesares y contrariedades que se sienten en todas las situaciones, los cuales corroen perpetuamente el alma: he ahí las pruebas funestas de que la mayor parte de nuestros males son obra nuestra, casi todos los cuales hubiéramos evitado conservando la manera de vivir simple, uniforme y solitaria que nos fue prescrita por la naturaleza. Si ella nos ha destinado a ser sanos, me atrevo casi a asegurar que el estado de reflexión es un estado contra la naturaleza, y que el hombre que medita es un animal degenerado. Cuando se piensa en la excelente constitución de los salvajes, de aquellos al menos que no hemos echado a perder con nuestras bebidas fuertes; cuando se sabe que apenas conocen otras enfermedades que las heridas y la vejez, véase uno muy inclinado a creer que podría hacerse fácilmente la historia de las enfermedades humanas siguiendo la de las sociedades civiles. Tal es por lo menos la opinión de Platón, quien juzga, a propósito de ciertos remedios empleados o aprobados por Podalirio y Macaón en el sitio de Troya, que diversas enfermedades que estos remedios hubieron de provocar no eran conocidas entonces entre los hombres, y Celso refiere que la dieta, tan necesaria hoy día, fue inventada por Hipócrates.

Con tan contadas causas de males, el hombre, en el estado natural, apenas tiene necesidad de remedio y menos de medicina. La especie humana no es a este respecto de peor condición que todas las demás, y fácil es saber por los cazadores si encuentran en sus correrías muchos animales mal conformados. Algunos encuentran animales con grandes heridas perfectamente cicatrizadas, con huesos y aun miembros rotos curados sin más cirujano que la acción del tiempo, sin otro régimen que su vida ordinaria, y que no por no haber sido atormentados con incisiones, envenenados con drogas y extenuados con ayunos han dejado de quedar perfectamente curados. En fin; por muy útil que sea entre nosotros la medicina bien administrada, no es menos cierto que si el salvaje enfermo, abandonado a sí mismo, nada tiene que esperar sino de la naturaleza, nada tiene que temer, en cambio, sino de su mal, lo cual hace con frecuencia que su situación sea preferible a la nuestra.

Guardémonos, pues, de confundir al hombre salvaje con los que tenemos ante los ojos. La naturaleza trata a los animales abandonados a sus cuidados con una predilección que parece mostrar cuán celosa es de este derecho. El caballo, el gato, el toro y aun el asno mismo tienen la mayor parte una talla más alta y todos una constitución más robusta, más vigor, más fuerza y más valor en los bosques que en nuestras casas; pierden la mitad de estas cualidades siendo domésticos, y podría decirse que los cuidados que ponemos en tratarlos bien y alimentarlos no dan otro resultado que el de hacerlos degenerar. Así ocurre con el hombre mismo: al convertirse en sociable y esclavo, vuélvese débil, temeroso, rastrero, y su vida blanda y afeminado acaba de enervar a la vez su valor y su fuerza. Añadamos que, entre la condición salvaje y la doméstica, la diferencia de hombre a hombre debe ser mucho mayor que de bestia a bestia, pues habiendo sido el animal y el hombre igualmente tratados por la naturaleza, todas las comodidades que el hombre se proporcione de más sobre los animales que domestica son otras tantas causas particulares que le hacen degenerar más sensiblemente. Ocurre que los hombres disolutos se entregan a excesos que les producen la fiebre o la muerte porque el espíritu corrompe los sentidos y la voluntad habla cuando calla la naturaleza.”

OBSERVACIONES: En realidad, la Medicina ha contribuido a alargar la esperanza de vida, y con una vida más larga sobrevienen las enfermedades propias de la vejez. Las enfermedades (Que luego se llamarán de la civilización*), que Rousseau achacaba al progreso social, en realidad se deben al desarrollo de la Medicina.

*Algunas enfermedades de la civilización :Enfermedades metabólicas y endocrinas como la obesidad, la diabetes mellitus tipo 2, el síndrome metabólico y la osteoporosis. Enfermedades cardiovasculares como la aterosclerosis, hipertensión arterial, infarto del miocardio y otras cardiopatías.

 

viernes, 10 de diciembre de 2021

domingo, 5 de diciembre de 2021

LOS MISERABLES. ASPECTOS MÉDICOS.

 


LOS MISERABLES.ASPECTOS MÉDICOS.

Edgardo Rafael Malaspina Guerra

1

Los miserables es un libro de Historia, de la Historia de Francia vista al través de las tragedias humanas, especialmente las de la gente de abajo: los más miserables. Son varios relatos, pero el que sirve de escenario principal para unificar toda la trama es la vida de Juan Valjean que fue hecho prisionero por robarse un pan, pasa 19 años en la cárcel, trata de redimirse en numerosos pasajes de filantropía y buena fe, pero la sociedad más miserable que él mismo le coloca todos los obstáculos posibles.

Los miserables también es un cuento de hadas: Cossette, de huérfana y poco agraciada en la infancia por la desnutrición y el maltrato en la casa donde es abandonada, se convierte en una mujer muy hermosa y en baronesa al contraer matrimonio con Marius.

2

Los miserables fue publicada por Víctor Hugo en 1862. Es una novela romántica sobre los oprimidos en el contexto de la lucha de las fuerzas del bien( obispo Bienvenue ) y del mal (los Thénardier). El caso de un infractor de la ley redimido ( Jean Valjean- Monsieur Madeleine) es real, así como el marco histórico ( la batalla de Waterloo y sucesos en Francia a partir de 1815, etc. ) y son el telón de fondo de la narración.

 La obra es un manifiesto a favor de los caídos en desgracia (Jean Valjean, Petit Gervais, Fantine, Cossette ,Champmathieu) , pero también sobre el resentimiento social, el papel de la rigidez o flexibilidad de la justicia ( Javert) y las reservas morales de hombre para superarse con esfuerzo propio y con la ayuda o adversidad de la sociedad.

3

A los largo de la novela se hace mención a enfermedades como fiebres lácteas  (fiebre puerperal, mastitis ), fiebre cerebral (encefalitis), reumatismo, gota, cólera, temblores en todo el cuerpo , que no podemos precisar si se refiere exactamente a la enfermedad de Parkinson, porque a pesar de que el doctor James Parkinson describió el mal en 1817, sólo se le reconoció como una entidad propia en 1861 por Jean-Martin Charcot .

Hay una descripción peculiar del médico forense cuando constata la muerte y hace la partida de defunción : Un médico de los muertos es el que hace los pasaporte al paraíso.

 

En un párrafo se dice que el azúcar es como la sal que seca, y luego se explica que el azúcar provoca cambios en la sangre y está asociada a la diabetes y a la tisis.

El señor Magdalena decide voluntariamente ante un tribunal reconocer que en realidad es Jean Valjean, para salvar un pobre hombre acusado injustamente con su nombre, Un hombre es acusado falsamente de ser Jean Valjean ante un tribunal que le puede imponer un duro castigo. El señor Magdalena tiene angustiosos diálogos interiores, y al final decide reconocer valientemente que él es el propio Jean Valjean para salvar al pobre hombre. Instantáneamente su cabello se le pone blanco , lo que configura un caso típico de estrés postraumático.

4

MONSEÑOR BIENVENIDO, EL HOSPITAL Y LOS ENFERMOS.

(Párrafo)

El señor Myriel se convierte en monseñor Bienvenido. El palacio episcopal de D. estaba contiguo al hospital, y era un vasto y hermoso edificio construido en piedra a principios del último siglo. Todo en él respiraba cierto aire de grandeza: las habitaciones del obispo, los salones, las habitaciones interiores, el patio de honor muy amplio con galerías de arcos según la antigua costumbre florentina, los jardines plantados de magníficos árboles. El hospital era una casa estrecha y baja, de dos pisos, con un pequeño jardín atrás. Tres días después de su llegada, el obispo visitó el hospital. Terminada la visita, le pidió al director que tuviera a bien acompañarlo a su palacio.

-Señor director -le dijo una vez llegados allí-: ¿cuántos enfermos tenéis en este momento?

Veintiséis, monseñor.

-Son los que había contado -dijo el obispo.

-Las camas -replicó el director- están muy próximas las unas a las otras.

-Lo había notado.

-Las salas, más que salas, son celdas, y el aire en ellas se renueva difícilmente.

-Me había parecido lo mismo.

-Y luego, cuando un rayo de sol penetra en el edificio, el jardín es muy pequeño para los convalecientes.

También me lo había figurado.

-En tiempo de epidemia, este año hemos tenido el tifus, se juntan tantos enfermos; más de ciento, que no sabemos qué hacer.

-Ya se me había ocurrido esa idea.

-¡Qué queréis, monseñor! -dijo el director-: es menester resignarse.

Esta conversación se mantenía en el comedor del piso bajo.

El obispo calló un momento; luego, volviéndose súbitamente hacia el director del hospital, preguntó:

¿Cuántas camas creéis que podrán caber en esta sala?

-¿En el comedor de Su Ilustrísima? Exclamó el director estupefacto.

El obispo recorría la sala con la vista, y parecía que sus ojos tomaban medidas y hacían cálculos.

-Bien veinte camas -dijo como hablando consigo mismo; después, alzando la voz, añadió:

Mirad, señor director, aquí evidentemente hay un error. En el hospital sois veintiséis personas

repartidas en cinco o seis pequeños cuartos.

Nosotros somos aquí tres y tenemos sitio para sesenta. Hay un error, os digo; vos tenéis mi

casa y yo la vuestra. Devolvedme la mía, pues aquí estoy en vuestra casa.

Al día siguiente, los veintiséis enfermos estaban instalados en el palacio del obispo, y éste en el hospital.

Monseñor Myriel no tenía bienes. Su hermana cobraba una renta vitalicia de quinientos francos y monseñor Myriel recibía del Estado, como obispo, una asignación de quince mil francos.

El día mismo en que se trasladó a vivir al hospital, el prelado determinó de una vez para siempre el empleo de esta suma, del modo que consta en la nota que transcribimos aquí, escrita de su puño y letra…

 

DÍA DEL PROFESOR UNIVERSITARIO

 


FELICITACIONES A LOS PROFESORES UNIVERSITARIOS DE VENEZUELA

Edgardo Rafael Malaspina Guerra

1

Hoy es el Día del Profesor Universitario. Aprobado por la Federación de Asociaciones de Profesores Universitarios de Venezuela (Fapuv) y el Consejo Nacional de Universidades (CNU), el 5 de Diciembre de cada año se celebra el Día del Profesor Universitario, para conmemorar la aprobación de la Ley de Universidades de 1958.

2

La docencia ha sido una de las cosas más felices que ha pasado en mi vida, porque se aprende, más y mejor, cuando se enseña. Y este aprendizaje proviene del trato con la gente y también, por supuesto, de los libros.

3

Fui y sigo siendo exigente con mis alumnos, porque el alguna parte leí que las piedras sometidas a muy altas presiones se convierten en diamantes; así mismo, nuestras exigencias hacia nuestros pupilos los transforman en buenos profesionales.

4

Estoy muy orgulloso de que entre mis estudiantes hoy en día haya médicos brillantes. Los profesores siempre debemos pensar que nuestros alumnos nos superarán. Entonces uno puede decir con jactancia y hasta con alegría: ¡A ese muchacho yo le di clases!

6

Comparto una caricatura que me hicieron mis alumnos. Algunos, los menos, pensaban que era el propio diablo por mis exigencias; otros, creo que la mayoría, pensaban lo contrario.

sábado, 4 de diciembre de 2021

SANTA BÁRBARA Y LOS BARBITÚRICOS

 


LOS SANTOS Y LA MEDICINA

 

SANTA BÁRBARA Y LOS BARBITÚRICOS

 

Edgardo Rafael Malaspina Guerra

 

1

En el cristianismo primitivo se recordaba que Cristo inició sus prédicas con curaciones milagrosas y uno de los evangelistas era médico: San Lucas, cuya figura adorna muchas facultades médicas por ese motivo. Esas evocaciones se hacían porque la medicina era fuertemente mágico-religiosa. Pero existía un problema: la fe para curarse debía reforzarse con imágenes santas, por eso Plotino (205 – 270), desarrolló la teoría de las imágenes y su poder curador.  Esto entraba en contradicción con los mandatos del Decálogo que instan abstenerse de adorar imágenes.  Esa parte del Decálogo está equivocada, tal vez pensó Plotino,  porque la práctica demuestra que las imágenes emanan un poder curador (Doctrina de la Emanación). Es así como las imágenes empiezan a usarse en el tratamiento de las enfermedades, y no hay hospital o clínica que no las tenga en sus espacios.

2

Muchos religiosos, luego elevados a santos, se dedicaron a fundar hospitales y a recoger enfermos. Así surgen Santa Elena, San Basilio, San Efrén y Santa Fabiola. Los cristianos hicieron grandes aportes a la medicina desde el punto de vista de la atención humanitaria.  Los enfermos pobres eran asistidos durante largo tiempo, atendidos con entusiasmo y se regían por el principio de la caridad cristiana.

3

 

Los hermanos San Cosme y San Damián (III), ejercieron la medicina entre los pobres y fueron martirizados en el 278.  Después de su muerte curaron con milagros: Una vez sustituyeron la pierna de un enfermo de gangrena por la de un negro que había muerto, afirma la leyenda. Ellos son los protectores de las sociedades de trasplantes de órganos.

4

Para rogarle a San Vito se bailaba hasta la pérdida del conocimiento.  Las ceremonias eran masivas lo que provocaba histerias colectivas.    En lo que respecta a San Vito se sabe que fue un mártir cristiano de Sicilia que murió en el 303 bajo el dominio del emperador Diocleciano.  Se le asocia actualmente con la corea aguda (Mal de San Vito).

5

A cada enfermedad se le llegó asignar un santo que protegía al afectado.  Santa Isabel y San Lázaro para los leprosos, Santa Teresa de Ávila protegía los enfermos del corazón, San Roque a los pestosos y Santa Bárbara es invocada ´para bajar la fiebre.

6

 

El 4 de diciembre de 1864 el investigador alemán Adolfo Bayer descubrió una sustancia que actúa como sedante del sistema nervioso. Se fue a una taberna para brindar con cerveza por su descubrimiento. Pero allí estaban celebrando el día de Santa Bárbara. Como su medicamento aún no tenía nombre, razonó: de Bárbara, barbitúrico. Y el mundo supo de los barbitúricos, el más conocido de los cuales es el Fenobarbital, medicamento sin el cual no pueden vivir muchos epilépticos.

 

 

 

 

 

 

 

 

viernes, 3 de diciembre de 2021

¿POR QUÉ EN VENEZUELA NO CELEBRAMOS EL DÍA DEL MÉDICO EL 3 DE DICIEMBRE COMO LO HACE CASI TODA LATINOAMÉRICA?

 


¿POR QUÉ EN VENEZUELA NO CELEBRAMOS EL DÍA DEL MÉDICO EL 3 DE DICIEMBRE COMO LO HACE CASI TODA LATINOAMÉRICA?

Edgardo Rafael Malaspina Guerra

1

El 10 de marzo de 1955 la Asamblea Extraordinaria de la Federación Médica Venezolana, reunida en su sede gremial de Caracas, frente a la Plaza de las Tres Gracias, aprobó la iniciativa del doctor Ángel Bajares Lanza, médico gremialista, escritor y periodista, sobre la creación del Día del Médico Venezolano. En el acuerdo correspondiente, la Federación Médica Venezolana declaró que los facultativos de nuestro país ven en el doctor José María Vargas (nacido el 10 de marzo de 1786) un símbolo imperecedero y renuevan constantemente los principios que hicieron de su vida el más bello ejemplo de abnegación.

2

El Día del Médico en casi toda Latinoamérica se celebra, desde 1953, el 3 de diciembre en honor al médico cubano   Carlos Juan Finlay (1833-1815), “ quien descubrió que la fiebre amarilla era transmitida por un vector: el mosquito Aedes aegypti”.

No obstante, los venezolanos, sin restarle importancia al trabajo científico de Finlay ,consideramos que quien primero hizo el descubrimiento sobre el agente transmisor de la fiebre amarilla fue el médico venezolano Luis Daniel Beauperthuy (1897-1871).

En efecto, Beauperthuy hizo público su descubrimiento en la Gaceta de Cumaná en 1854, y en 1856 lo comunicó a la Academia de Ciencias de París.

Finlay habló de su descubrimiento en 1881. Habían pasado 27 años desde que Beauperthuy reportó su hallazgo científico.

3

Esas injusticias históricas no son nada raras en nuestro continente, que precisamente se llama América por una confusión entre cartógrafos ,y no Colombia como acertadamente sugirieron Francisco de Miranda y Simón Bolívar.

martes, 30 de noviembre de 2021

LOS TRES TIPOS DE MEDICINA

 


LOS TRES TIPOS DE MEDICINA

Por : Edgardo Rafael Malaspina Guerra.

1

 Cualquier tipo de medicina no es   más que una forma derivada de las tres ramas primigenias: la instintiva, la mágico-religiosa y la empírica. La más antigua de todas es la instintiva, manifestación inequívoca de nuestra procedencia animal .La medicina instintiva la observamos cuando los animales comen hierbas, tierra y hasta excrementos. Aristóteles supuso un antídoto contenido en el orégano porque notó que las tortugas lo comían cuando devoraban culebras venenosas .La geofagia , ampliamente practicada por nuestros indígenas y por niños con parasitosis (pica) , es un ejemplo de lo que hablamos. El uso del caolín o arcilla blanca en la farmacología moderna (kaopecón, kaopectate) es parte de la misma opera. Los elefantes, cerdos y muchos otros animales recurren al barro (barroterapia) para proteger su piel. Ese el principio del uso masivo de cremas en dermatología. Los antiguos egipcios vieron como el ibis, supuestamente,  cuando tenía mucha sed bebía agua colocándola con su pico en el recto. Por esa vía   el líquido vital llega más rápido al torrente sanguíneo : la idea para la invención del supositorio estaba clara; y los egipcios lo inventaron hace cinco mil años. A la hora de bajarle la fiebre a un niño el supositorio le gana al jarabe.

El investigador y escritor colombiano Humberto Amaya Luzardo vivió más de treinta años en la selva amazónica donde realizó importantes observaciones sobre la medicina instintiva practicada por los indígenas. En su libro “Bajo el techo de paja” escribió sobre el tratamiento contra las mordeduras de serpiente: “Uno aprende mirando a los bichos. Si usted se pone a mirar a los micos y ve cuando una culebra muerde a un mico, entonces de la ramita que el coja y se eche , échese usted también de la misma. Si no le gusta mirar a los micos…agárrese a mirar a las culebras y de la pajita que ella coma, coja y coma usted también que esa es la que sirve.”

2

La medicina mágico-religiosa surge asociada a la forma del pensamiento más primitivo: el que se fundamenta en la aceptación de fuerzas maravillosas responsables de todo lo que sucede en la naturaleza. La enfermedad aparece por magia y la curación también. Fue el eje de la medicina de todos los pueblos antiguos(medicina tradicional china, ayurveda hindú, etc.) ; y es el sustento de la hechicería, los milagros de los santos y algunas curaciones espectaculares que no tienen una explicación racional. La autoestima, la fe y las oraciones practicadas por el paciente conforman el ambiente emocional propicio para el restablecimiento de la salud. La medicina mágica, otrora campo exclusivo de los brujos, es ahora materia de investigación en búsqueda de explicaciones que tengan sustratos objetivos y demostrables : la psiconeuroinmunología.

3

Por último, tenemos la medicina empírica, cuya base es la aplicación de una experiencia favorable para la salud: el reposo luego de una fractura , un baño cuando hay fiebre alta o el uso de una planta para determinada enfermedad. La medicina científica es su heredera y en su radio de acción está la práctica clínica, la medicina   experimental y la medicina basada en evidencias.

 

martes, 9 de noviembre de 2021

SINUHÉ , EL EGIPCIO

 


 

SINUHÉ, EL EGIPCIO

Edgardo Rafael Malaspina Guerra

Sinuhé , el egipcio (1945) del escritor finlandés Mika Waltari (1908-1979) es una de las mejores y amenas maneras de conocer parte de la historia de la Antigüedad a través de las peripecias, viajes (Babilonia, la Creta Minoica, entre los hititas y otros pueblos vecinos) y ejercicio de la profesión de un médico, Sinuhé, y su compañero Kaptah.

Se hace un recorrido ficticio por el mandato de Akenatón( décimo faraón de la dinastía XVIII de Egipto, 1353-1336 a. C), su dios sol (Amón) , el monoteísmo, la mitología de algunos pueblos antiguos, las locuras del amor(Sinuhé ´pierde la cabeza y sus propiedades por una mujer), el exilio, los embalsamamientos (Casas de la muerte), la práctica médica (Casas de la vida) con descripciones de enfermedades (epilepsía del faraón)  y tratamientos (trepanaciones).

En algún momento Kaptah es coronado faraón por un día durante el cual gobierna y toma decisiones tribunalicias, momento que recuerda a Sancho y su Barataria.

FRASES

1

En su maldad, el hombre es más cruel y más endurecido que el cocodrilo del río. Su corazón es más duro que la piedra. Su vanidad, más ligera que el polvo de los caminos.

2

 He visto a un hombre que había bebido vino en copas de oro inclinarse sobre el río para beber agua con la mano.

3

Goza de tu juventud porque la vejez tiene cenizas en la garganta.

4

 

Saber es entrar al dolor.

5

El rico no es el que posee oro y plata, sino el que se contenta con poco.

6

Cada cual busca en sus creencias un consuelo a las contrariedades y reveses de la vida.

7

Al aproximase la vejez, mi espíritu goza volando como un pájaro hacia los días de mi infancia. En mi memoria mi infancia brilla con un resplandor como si entonces todo hubiese sido mejor y más bello que ahora.

8

El vino es un don de los dioses si se usa con moderación. Un vaso no hace daño a nadie, dos hacen un charlatán, pero quien vacía la jarra entera se despierta en el arroyo desnudo y lleno de contusiones.

9

Nada es más grande que un verdadero médico. Delante de él el faraón está desnudo y el hombre más rico es igual que el más pobre.

10

Sólo los dioses curan las heridas de la cabeza.

11

l hombre debería reflexionar sobre los votos que emite en voz alta, porque los deseos así formulados tienen una enojosa tendencia a realizarse, y se realizan muy fácilmente si tienden al mal de nuestro prójimo. Cuando se desea algún mal a alguien, este deseo se realiza mucho más fácilmente que si se le desea bien.

12

 El ojo se cansa de ver, los ruidos y las vanas palabras fatigan el oído, y el corazón sueña demasiado para ser feliz. Así calmaba mi corazón durante el viaje y comí los buenos platos preparados por el cocinero real y bebí vino, y al final la muerte no era más que un viejo amigo sin nada espantoso, mientras la vida era peor que la muerte,  con todos sus tormentos, y la vida era como una ceniza caliente y la muerte como una onda fresca.

 

 

viernes, 5 de noviembre de 2021

DARWIN. AUTOBIOGRAFÍA

 


CHARLES DARWIN :AUTOBIOGRAFÍA

 

Edgardo Rafael Malaspina Guerra

I

En 1887 fue publicada por su familia la autobiografía Charles Darwin (1809-1882).El naturalista la escribió para sus hijos como “Recuerdos del desarrollo de mi mente y mi carácter”.) La concibió en 1876 “escribiendo una hora casi todas las tardes”.

II

Karl Marx quiso dedicarle a Darwin su libro El capital, pero Darwin rechazó el ofrecimiento.

III

La cabeza de Darwin era perfecta para ser sacerdote porque tenía desarrollada “la protuberancia de la reverencia”. Medía 1, 87 m. Caminaba encorvado. Usaba polvos de rapé. Fumaba cuando escuchaba la lectura de novelas. Bebía poco vino. Cuando estaba enfermo no se quejaba. Al levantarse daba un paseo antes de desayunar. Trabajaba hasta el mediodía con varios intervalos de descanso activo como la lectura de la correspondencia. Consideraba que el mejor tiempo para el trabajo intelectual estaba entre las 8 y 9: 30 de la mañana. Su cena consistía en una taza de té. Le gustaba leer artículos “que no podía entender”. Tenía horror de escribir libros largos.

IV

Desde la infancia amaba coleccionar conchas, sellos, monedas y minerales. La pasión por el reino animal hizo que su padre una vez le dijera: “Sólo te gustan la caza, los perros y atrapar ratas, y serás una desgracia para ti y para toda tu familia”.

V

En su juventud leía poesía , a Lord Byron ,Walter Scott y Shakespeare .

VI

Estudios de Medicina por dos años:

La educación en Edimburgo se impartía enteramente en forma de lecciones magistrales, que resultaban intolerablemente aburridas, a excepción de las de química de Hope; pero, en mi opinión, este sistema de enseñanza no presenta ninguna ventaja y sí, en cambio, muchas desventajas. en comparación con el que se basa en la lectura. Las clases de '\1ateria Médica del doctor Duncan a las ocho en punto, en una mañana de invierno, son algo horrible de recordar. El doctor Munro hacía sus conferencias de anatomía humana tan aburridas como él mismo, y la materia me disgustaba. Que no se me obligara a practicar disección se ha revelado una de las mayores calamidades de la vida, ya que pronto hubiera superado mi repugnancia, y la práctica hubiera sido estimable para todo mi trabajo futuro. Esto ha sido un mal irremediable, así como mi incapacidad para dibujar. También asistía regularmente a las sesiones clínicas en el hospital. Ciertos casos me angustiaron enormemente y aún conservo vivas imágenes de algunos de ellos; sin embargo. no era tan tonto como para dejar que esto aminorara mi asistencia. o puedo comprender por qué esta parte de mis estudios médicos no me interesó más, pues durante el verano anterior a mi llegada a Edimburgo. Empecé a asistir en Shrewsbury a algunos pobres, principalmente niños y mujeres: Tomaba notas del caso tan completas como me era posible, con todos los síntomas. y las leía en \'oz alta a mi padre, quien me sugería nuevas indagaciones y me aconseja las medicinas que había que administrar, y que yo mismo preparaba. Hubo momentos en que tenía como mínimo doce pacientes, y sentía un profundo interés por el trabajo. Mi padre, que era con mucho el mejor juez de caracteres que he conocido jamás. decía que yo triunfaría como médico; quería decir con esto que tendría muchos pacientes. Sostenía que el principal elemento del éxito era inspirar confianza; sin embargo, lo que no sé es que vio en mí que le convenciera de que yo inspiraría confianza. También asistí en dos ocasiones a la sala de operaciones en el hospital de Edimburgo y vi dos operaciones muy graves, una de ellas de un niño, pero salí huyendo antes de que concluyeran. Nunca más volví a asistir a una, pues ningún estímulo hubiera sido suficientemente fuerte como para forzarme a ello; esto era mucho antes de los benditos días del cloroformo. Los dos casos me tuvieron obsesionado durante muchos años.

 

PÁRRAFOS Y FRASES

1

-Las nuevas ideas no deben escribirse para convencer a los contemporáneos , sino a las generaciones futuras.

-Lo que se arroja, a buen seguro que se necesitará inmediatamente , y de esa manera, las cosas se acumula.

2

Consagraba parte del día a escribir mi diario, y ponía especial cuidado en describir minuciosa y vivamente todo lo que había visto; esto fue una buena práctica. Parte de mi diario sirvió también para mi correspondencia con casa, que enviaba a Inglaterra en cuanto se prestaba una oportunidad.

3

Depresión y palpitaciones :

La idea de dejar a toda mi familia y amigos por un lapso de tiempo tan largo me deprimía profundamente y ]a atmósfera de aquellos días me parecía increíblemente triste. También estaba preocupado por las palpitaciones y dolores de corazón y, como la mayoría de los jóvenes ignorantes, estaba convencido de que tenía una enfermedad cardíaca . No consulté a ningún médico, porque estaba seguro de que me diría que no me hallaba en condiciones para hacer el viaje, y yo estaba dispuesto a ir a todo trance.

4

Todo nuevo punto de vista debe explicarse con una extensión considerable ,con el fin de despertar la atención del público.

5

Lyell me aconsejó firmemente no enredarme en polémicas , pues raramente se conseguía nada bueno y ocasionaba una triste pérdida de tiempo y paciencia.

6

El retraso en la publicación de un libro es una gran ventaja , puesto que, tras un largo intervalo, una persona puede criticar su propia obra casi también como si fuera de otro.

7

Espero morir antes de que mi mente falle sensiblemente.

8

He comprado muchos libros y al final de cada uno hago una ficha completa de todos los datos que se relacionan con mi trabajo.

9

He dicho que en un aspecto mi mente ha cambiado durante los últimos veinte o treinta años. Hasta la edad de treinta, o algo más, muchos tipos de poesía, tales como las obras de Milton, Gray, Byron, Wordsworth, Coleridge y Shelley me procuraban un gran placer, e incluso cuando colegial me deleitaba intensamente con la lectura de Shakespeare, especialmente en las obras históricas. También he dicho que antaño la pintura me gustaba bastante, y la música muchísimo. Pero desde hace muchos años no tengo paciencia para leer una línea de poesía; poco tiempo atrás he intentado leer a Shakespeare y lo he encontrado tan intolerablemente pesado que me dio nauseas. También he perdido prácticamente mi afición por la pintura o la música.

10

Por otra parte, durante años, las novelas que son obras de la imaginación, aunque de no muy alta categoría. han sido para mí un maravilloso descanso, un placer. A menudo bendigo a los novelistas. Me han leído en voz alta un número sorprendente de novelas y me gustan todas si son medianamente buenas y no terminan mal -contra éstas debía promulgarse una ley. Para mi gusto una novela no es de primera categoría al menos que contenga una persona que lo conquiste a uno por completo, y si es una mujer guapa, mucho mejor. Esta curiosa y lamentable pérdida de los más elevados gustos estéticos es de lo más extremo, pues los libros de historia, biografías, viajes (independientemente de los datos científicos que puedan contener), y los ensayos sobre todo tipo de materias me siguen interesando igual que antes. Mi mente parece haberse convertido en una máquina que elabora leyes generales. datos: pero lo que no puedo concebir es por qué esto ha ocasionado únicamente la atrofia de aquellas partes del cerebro de la que dependen las aficiones más elevadas.

11

Si tuviera que vivir de nuevo mi vida me impondría la obligación de leer algo de poesía y escuchar algo de música por lo menos una vez a la semana, pues tal vez de este modo se mantendría activa por el uso la parte de mi cerebro ahora atrofiada. La pérdida de estas aficiones supone una merma de felicidad y puede ser perjudicial para el intelecto. y más probablemente para el carácter moral. pues debilita el lado emotivo de nuestra naturaleza.

12

Mi capacidad para seguir una argumentación prolongada y puramente abstracta es muy limitada.

13

Mi memoria es tan mala que nunca he sido capaz de retener una sola fecha o un verso durante más de unos pocos días.

14

Mis costumbres son metódicas, y ello ha sido de no poca utilidad para mi particular línea de trabajo. Por último, he disfrutado do de bastantes ratos de ocio por no tener que ganarme el pan.

15

Método:

Por lo tanto, mi éxito como hombre de ciencia, cualquiera que sea la altura que haya alcanzado, ha sido determinado, en la medida que puedo juzgar, por complejas diversas cualidades y condiciones mentales. De ellas, las más importantes han sido: - la pasión por la ciencia - paciencia ilimitada para reflexionar largamente sobre cualquier tema ,laboriosidad en la observación y recolección de datos -y una mediana dosis de imaginación, así como de sentido común.

16

Darwin y los libros:

Consideraba que los libros son sólo piezas para trabajar con ellos. No los encuadernaba. Les colocaba una pinza de metal si las hojas se desprendían. Los libros gruesos los partía en dos para hacerlos más manejables. Arrancaba las páginas de un libro si las consideraba innecesarias. Dividía los libros en leídos, examinado superficialmente y no leídos en diferentes estantes. Se lamentaba por los libros que no podría leer. Escribía en el borde de los libros que leía. Hacía resúmenes de los libros leídos. Antes de escribir un libro trazaba un plan sobre el mismo.

17

-Espero no haber escrito una palabra sin creer en ella en el momento de escribirla.

-Cualquier cosa que se vaya a dar a la publicidad debe ser pesada maduramente y expuesta con precaución.

-En ningún momento he sido pensador o escritor. Lo que haya hecho en el dominio de las ciencias se debió solamente a mis largos estudios , a la paciencia y a la laboriosidad.

-El hábito de la investigación hace al hombre prudente.

-Un hombre y un mosquito están en la misma categoría

18

Darwin y la religión:

-Nunca he sido un ateo…el agnosticismo sería la descripción más correcta de mi estado de ánimo”.

-Me siento en cierto modo poco dispuesto a expresar públicamente mis ideas en materia de religión , porque no creo haber pensado en ello con suficiente profundidad como para que merezca ser publicado.

-Si admitimos una Causa Primera (Dios) , la mente todavía anhela saber cuándo llegó y cómo surgió.

-La teoría de la evolución es completamente compatible con la con la creencia en Dios. Pero diferentes personas tienen diferentes definiciones de lo que se entiende por Dios.

-No creo que haya ocurrido nunca ninguna revelación.

-El Antiguo Testamento no es más digno de crédito que los libros sagrados indostánicos.

-Cuanto más conocemos las leyes fijas de la naturaleza, menos creíbles resultan los milagros.

-Un pobre hombre que se encuentra bajo un árbol resulta muerto por un rayo. ¿Dios intencionalmente mató a este hombre ? Yo no puedo no quiero creerlo.

- Las argumentaciones directas contra el cristianismo poca mella hacen en el público, y, sin embargo, la libertad de expresión se ve más favorecida por las argumentaciones meramente científicas.

-No cree en la Biblia como revelación divina, ni en Jesucristo como hijo de Dios.

19

Darwin y Marx

Carlos Marx (1818-1883) tomó en cuenta las teorías de Darwin para elaborar las suyas sobre el materialismo histórico y dialéctico.

Darwin publicó El Origen de las Especies en 1859. Marx escribió a Engels en 1860: “El libro de Darwin constituye “el fundamento histórico-natural de nuestra concepción”.

A raíz de la publicación en 1873 de la segunda edición del primer volumen de “El Capital”, de Karl Marx, este escribió a Darwin la siguiente nota:

“A Mr. Charles Darwin de parte de su sincero admirador, Karl Marx”.

Darwin no llegó a abrir el libro de Marx y, por lo tanto, no lo leyó.

La idea de algunos socialistas alemanes de fusionar el socialismo y la evolución mediante la selección natural me parece una idea descabellada. (Darwin).

 

 

 

 

En el archivo de Marx se ha encontrado una carta de Darwin fechada el 12 de Octubre de 1880 en la que el naturalista rechaza el ofrecimiento que se le había hecho en una carta anterior (supuestamente) de Marx de dedicarle una obra que también se ha pensado que pudiera ser el segundo tomo de su obra cumbre, El Capital, aún sin publicar en esa fecha, y que como el tercer volumen no se publicaría hasta después de la muerte del propio Marx.