CHARLES
DARWIN :AUTOBIOGRAFÍA
Edgardo
Rafael Malaspina Guerra
I
En
1887 fue publicada por su familia la autobiografía Charles Darwin (1809-1882).El
naturalista la escribió para sus hijos como “Recuerdos del desarrollo de mi mente
y mi carácter”.) La concibió en 1876 “escribiendo una hora casi todas las
tardes”.
II
Karl
Marx quiso dedicarle a Darwin su libro El capital, pero Darwin rechazó el
ofrecimiento.
III
La
cabeza de Darwin era perfecta para ser sacerdote porque tenía desarrollada “la
protuberancia de la reverencia”. Medía 1, 87 m. Caminaba encorvado. Usaba
polvos de rapé. Fumaba cuando escuchaba la lectura de novelas. Bebía poco vino.
Cuando estaba enfermo no se quejaba. Al levantarse daba un paseo antes de
desayunar. Trabajaba hasta el mediodía con varios intervalos de descanso activo
como la lectura de la correspondencia. Consideraba que el mejor tiempo para el
trabajo intelectual estaba entre las 8 y 9: 30 de la mañana. Su cena consistía
en una taza de té. Le gustaba leer artículos “que no podía entender”. Tenía horror
de escribir libros largos.
IV
Desde
la infancia amaba coleccionar conchas, sellos, monedas y minerales. La pasión
por el reino animal hizo que su padre una vez le dijera: “Sólo te gustan la
caza, los perros y atrapar ratas, y serás una desgracia para ti y para toda tu
familia”.
V
En
su juventud leía poesía , a Lord Byron ,Walter Scott y Shakespeare .
VI
Estudios
de Medicina por dos años:
La
educación en Edimburgo se impartía enteramente en forma de lecciones
magistrales, que resultaban intolerablemente aburridas, a excepción de las de química
de Hope; pero, en mi opinión, este sistema de enseñanza no presenta ninguna
ventaja y sí, en cambio, muchas desventajas. en comparación con el que se basa
en la lectura. Las clases de '\1ateria Médica del doctor Duncan a las ocho en
punto, en una mañana de invierno, son algo horrible de recordar. El doctor Munro
hacía sus conferencias de anatomía humana tan aburridas como él mismo, y la
materia me disgustaba. Que no se me obligara a practicar disección se ha
revelado una de las mayores calamidades de la vida, ya que pronto hubiera
superado mi repugnancia, y la práctica hubiera sido estimable para todo mi
trabajo futuro. Esto ha sido un mal irremediable, así como mi incapacidad para
dibujar. También asistía regularmente a las sesiones clínicas en el hospital.
Ciertos casos me angustiaron enormemente y aún conservo vivas imágenes de
algunos de ellos; sin embargo. no era tan tonto como para dejar que esto
aminorara mi asistencia. o puedo comprender por qué esta parte de mis estudios
médicos no me interesó más, pues durante el verano anterior a mi llegada a
Edimburgo. Empecé a asistir en Shrewsbury a algunos pobres, principalmente
niños y mujeres: Tomaba notas del caso tan completas como me era posible, con
todos los síntomas. y las leía en \'oz alta a mi padre, quien me sugería nuevas
indagaciones y me aconseja las medicinas que había que administrar, y que yo
mismo preparaba. Hubo momentos en que tenía como mínimo doce pacientes, y
sentía un profundo interés por el trabajo. Mi padre, que era con mucho el mejor
juez de caracteres que he conocido jamás. decía que yo triunfaría como médico;
quería decir con esto que tendría muchos pacientes. Sostenía que el principal
elemento del éxito era inspirar confianza; sin embargo, lo que no sé es que vio
en mí que le convenciera de que yo inspiraría confianza. También asistí en dos
ocasiones a la sala de operaciones en el hospital de Edimburgo y vi dos
operaciones muy graves, una de ellas de un niño, pero salí huyendo antes de que
concluyeran. Nunca más volví a asistir a una, pues ningún estímulo hubiera sido
suficientemente fuerte como para forzarme a ello; esto era mucho antes de los
benditos días del cloroformo. Los dos casos me tuvieron obsesionado durante
muchos años.
PÁRRAFOS
Y FRASES
1
-Las
nuevas ideas no deben escribirse para convencer a los contemporáneos , sino a
las generaciones futuras.
-Lo
que se arroja, a buen seguro que se necesitará inmediatamente , y de esa manera,
las cosas se acumula.
2
Consagraba
parte del día a escribir mi diario, y ponía especial cuidado en describir
minuciosa y vivamente todo lo que había visto; esto fue una buena práctica.
Parte de mi diario sirvió también para mi correspondencia con casa, que enviaba
a Inglaterra en cuanto se prestaba una oportunidad.
3
Depresión
y palpitaciones :
La
idea de dejar a toda mi familia y amigos por un lapso de tiempo tan largo me
deprimía profundamente y ]a atmósfera de aquellos días me parecía increíblemente
triste. También estaba preocupado por las palpitaciones y dolores de corazón y,
como la mayoría de los jóvenes ignorantes, estaba convencido de que tenía una
enfermedad cardíaca . No consulté a ningún médico, porque estaba seguro de que
me diría que no me hallaba en condiciones para hacer el viaje, y yo estaba
dispuesto a ir a todo trance.
4
Todo
nuevo punto de vista debe explicarse con una extensión considerable ,con el fin
de despertar la atención del público.
5
Lyell
me aconsejó firmemente no enredarme en polémicas , pues raramente se conseguía nada
bueno y ocasionaba una triste pérdida de tiempo y paciencia.
6
El
retraso en la publicación de un libro es una gran ventaja , puesto que, tras un
largo intervalo, una persona puede criticar su propia obra casi también como si
fuera de otro.
7
Espero
morir antes de que mi mente falle sensiblemente.
8
He
comprado muchos libros y al final de cada uno hago una ficha completa de todos
los datos que se relacionan con mi trabajo.
9
He
dicho que en un aspecto mi mente ha cambiado durante los últimos veinte o
treinta años. Hasta la edad de treinta, o algo más, muchos tipos de poesía,
tales como las obras de Milton, Gray, Byron, Wordsworth, Coleridge y Shelley me
procuraban un gran placer, e incluso cuando colegial me deleitaba intensamente
con la lectura de Shakespeare, especialmente en las obras históricas. También
he dicho que antaño la pintura me gustaba bastante, y la música muchísimo. Pero
desde hace muchos años no tengo paciencia para leer una línea de poesía; poco
tiempo atrás he intentado leer a Shakespeare y lo he encontrado tan
intolerablemente pesado que me dio nauseas. También he perdido prácticamente mi
afición por la pintura o la música.
10
Por
otra parte, durante años, las novelas que son obras de la imaginación, aunque
de no muy alta categoría. han sido para mí un maravilloso descanso, un placer. A
menudo bendigo a los novelistas. Me han leído en voz alta un número
sorprendente de novelas y me gustan todas si son medianamente buenas y no
terminan mal -contra éstas debía promulgarse una ley. Para mi gusto una novela
no es de primera categoría al menos que contenga una persona que lo conquiste a
uno por completo, y si es una mujer guapa, mucho mejor. Esta curiosa y
lamentable pérdida de los más elevados gustos estéticos es de lo más extremo,
pues los libros de historia, biografías, viajes (independientemente de los
datos científicos que puedan contener), y los ensayos sobre todo tipo de
materias me siguen interesando igual que antes. Mi mente parece haberse convertido
en una máquina que elabora leyes generales. datos: pero lo que no
puedo concebir es por qué esto ha ocasionado únicamente la atrofia de aquellas
partes del cerebro de la que dependen las aficiones más elevadas.
11
Si
tuviera que vivir de nuevo mi vida me impondría la obligación de leer algo de
poesía y escuchar algo de música por lo menos una vez a la semana, pues tal vez
de este modo se mantendría activa por el uso la parte de mi cerebro ahora
atrofiada. La pérdida de estas aficiones supone una merma de felicidad y puede
ser perjudicial para el intelecto. y más probablemente para el carácter moral.
pues debilita el lado emotivo de nuestra naturaleza.
12
Mi
capacidad para seguir una argumentación prolongada y puramente abstracta es muy
limitada.
13
Mi
memoria es tan mala que nunca he sido capaz de retener una sola fecha o un
verso durante más de unos pocos días.
14
Mis
costumbres son metódicas, y ello ha sido de no poca utilidad para mi particular
línea de trabajo. Por último, he disfrutado do de bastantes ratos de ocio por
no tener que ganarme el pan.
15
Método:
Por
lo tanto, mi éxito como hombre de ciencia, cualquiera que sea la altura que
haya alcanzado, ha sido determinado, en la medida que puedo juzgar, por
complejas diversas cualidades y condiciones mentales. De ellas, las más
importantes han sido: - la pasión por la ciencia - paciencia ilimitada para
reflexionar largamente sobre cualquier tema ,laboriosidad en la observación y
recolección de datos -y una mediana dosis de imaginación, así como de sentido
común.
16
Darwin
y los libros:
Consideraba
que los libros son sólo piezas para trabajar con ellos. No los encuadernaba.
Les colocaba una pinza de metal si las hojas se desprendían. Los libros gruesos
los partía en dos para hacerlos más manejables. Arrancaba las páginas de un
libro si las consideraba innecesarias. Dividía los libros en leídos, examinado superficialmente
y no leídos en diferentes estantes. Se lamentaba por los libros que no podría
leer. Escribía en el borde de los libros que leía. Hacía resúmenes de los
libros leídos. Antes de escribir un libro trazaba un plan sobre el mismo.
17
-Espero
no haber escrito una palabra sin creer en ella en el momento de escribirla.
-Cualquier
cosa que se vaya a dar a la publicidad debe ser pesada maduramente y expuesta
con precaución.
-En
ningún momento he sido pensador o escritor. Lo que haya hecho en el dominio de
las ciencias se debió solamente a mis largos estudios , a la paciencia y a la
laboriosidad.
-El
hábito de la investigación hace al hombre prudente.
-Un
hombre y un mosquito están en la misma categoría
18
Darwin
y la religión:
-Nunca
he sido un ateo…el agnosticismo sería la descripción más correcta de mi estado
de ánimo”.
-Me
siento en cierto modo poco dispuesto a expresar públicamente mis ideas en
materia de religión , porque no creo haber pensado en ello con suficiente
profundidad como para que merezca ser publicado.
-Si
admitimos una Causa Primera (Dios) , la mente todavía anhela saber cuándo llegó
y cómo surgió.
-La
teoría de la evolución es completamente compatible con la con la creencia en
Dios. Pero diferentes personas tienen diferentes definiciones de lo que se
entiende por Dios.
-No
creo que haya ocurrido nunca ninguna revelación.
-El
Antiguo Testamento no es más digno de crédito que los libros sagrados
indostánicos.
-Cuanto
más conocemos las leyes fijas de la naturaleza, menos creíbles resultan los
milagros.
-Un
pobre hombre que se encuentra bajo un árbol resulta muerto por un rayo. ¿Dios
intencionalmente mató a este hombre ? Yo no puedo no quiero creerlo.
-
Las
argumentaciones directas contra el cristianismo poca mella hacen en el público,
y, sin embargo, la libertad de expresión se ve más favorecida por las
argumentaciones meramente científicas.
-No
cree en la Biblia como revelación divina, ni en Jesucristo como hijo de Dios.
19
Darwin
y Marx
Carlos
Marx (1818-1883) tomó en cuenta las teorías de Darwin para elaborar las suyas
sobre el materialismo histórico y dialéctico.
Darwin
publicó El Origen de las Especies en 1859. Marx escribió a Engels en 1860: “El
libro de Darwin constituye “el fundamento histórico-natural de nuestra
concepción”.
A
raíz de la publicación en 1873 de la segunda edición del primer volumen de “El
Capital”, de Karl Marx, este escribió a Darwin la siguiente nota:
“A
Mr. Charles Darwin de parte de su sincero admirador, Karl Marx”.
Darwin
no llegó a abrir el libro de Marx y, por lo tanto, no lo leyó.
La
idea de algunos socialistas alemanes de fusionar el socialismo y la evolución
mediante la selección natural me parece una idea descabellada. (Darwin).
En
el archivo de Marx se ha encontrado una carta de Darwin fechada el 12 de
Octubre de 1880 en la que el naturalista rechaza el ofrecimiento que se le
había hecho en una carta anterior (supuestamente) de Marx de dedicarle una obra
que también se ha pensado que pudiera ser el segundo tomo de su obra cumbre, El
Capital, aún sin publicar en esa fecha, y que como el tercer volumen no se
publicaría hasta después de la muerte del propio Marx.
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