EL CIRUJANO
CLANDESTINO
Edgardo
Malaspina
1
Christian
Barnard se hizo famoso el 3 de diciembre de 1967 cuando realizó el primer
trasplante de corazón. Más de 30 personas conformaban el equipo quirúrgico. La
donante -ahora nunca se conocen, en aquel momento fue algo público- fue Denise
Darvall, una joven atropellada el día anterior, cuyo padre autorizó la
donación. El receptor sólo sobrevivió 18 días, muriendo de una infección
pulmonar
2.
Los
elogios y fotografías de los héroes del primer trasplante cardíaco aparecieron
en todos los periódicos del mundo; pero jamás se mencionó a Hamilton Naki, el
hombre más importante después de Barnard en la operación, simplemente
porque era negro.
Naki
era el jardinero de la Universidad del Cabo, luego fue cuidador de animales de
laboratorio. Le propusieron ser ayudante de cirugía cuando notaron que era
muy hábil con sus manos. Pronto Naki enseñaba técnicas quirúrgicas a los
futuros cirujanos, pero a escondidas. Entrenó a 3000 cirujanos y ayudó a Barnard a desarrollar varias técnicas
de cirugía cardiaca.
Naki
fue el encargado de extraer el corazón de la donante para el primer transplante
de corazón , operación considerada muy delicada para poder conservar en estado
óptimo el órgano.
Naki
no fue nombrado en nada en lo referente al trasplante. El apartheid no lo
permitió.
En
mi biblioteca tengo dos libros este tema, los cuales guardan un sospechoso
silencio sobre Naki : uno de Notarnicola y otro del propio Barnard.
Vittorio
Notarnicola escribió una biografía de Barnard con el nombre de “El corazón no
muere”; tiene 227 páginas y nunca cita a
Naki. Barnard escribió su autobiografía intitulada “Mi vida”. Consta de 600
páginas y jamás habla de Naki. No obstante, Barnard reconoció el trabajo del
cirujano clandestino.
5
Poco antes de fallecer, el 2 de septiembre de
2001, Barnard expresó, refiriéndose al jardinero:
“Tenía mayor pericia técnica de la que yo tuve
nunca. Es uno de los mayores investigadores de todos los tiempos en el campo de
los trasplantes, y habría llegado muy lejos si los condicionantes sociales se
lo hubieran permitido”.
6
Decía
Cervantes en boca de Don Quijote que quien sabe que va morir pronto suele decir
grandes verdades. Naki murió en el 2005. Dos años antes la Universidad del Cabo
le había concedido el título de médico honorario.
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