ASPECTOS MÉDICOS DE LA BATALLA DE CARABOBO.
Edgardo Malaspina
1
En
los primeros años de guerra de independencia no existió del lado patriota
ningún servicio de sanidad militar; los hospitales de guerra se improvisaban en
las casas y se denominaban Puestos de Sangre. Los médicos de la guerra eran los
curanderos y barberos y se les llamaba “Cirujanos Romancistas”, porque
recetaban en español o lengua romance y no en latín, el idioma de los médicos
graduados en universidades. Juan José Flores, que llegó a ser el primer
presidente de Ecuador, se inició en la guerra como médico romancista.
2
En total durante la guerra trabajaron para el
bando patriota doscientos diez médicos, y cuatro firmaron el Acta de
Independencia. Casi todos los médicos patriotas en la Batalla de Carabobo eran
de la Legión Británica: Richard Murphy, el más destacado, ocupaba el cargo de
cirujano mayor; Willian Porter Smith,
Stephen Macdavit, Ryding, Jacob Vale y Robert Fry. Entre los venezolanos
estaban Francisco Valbuena, José Liceaga y Narciso Morales. Trabajó también un
italiano: José Caffari de Barga.
3
En
la Legión Británica venía el doctor Eduardo Finlay. Discutió con el General
Arismendi y se embarcó para Trinidad. Él es el padre del cubano Carlos Juan
Finlay, a quien la historia reconoce como el descubridor del transmisor de la
fiebre amarilla. Treinta años antes de Finlay, el venezolano Beauperthuy hizo
el mismo descubrimiento, pero nadie lo tomó en cuenta. Sin embargo, en los
últimos tiempos muchos expertos en la Historia de la Medicina empiezan a
reconocer su aporte pionero.
4
El médico realista más destacado fue Nieto
Samaniego. Se hizo famoso porque le extrajo al General Morillo una lanza que le
quedó en el abdomen, en la batalla de Semen, "empujándola por detrás”.
5
El coronel Tomás Ferriar fue herido en la
Batalla de Carabobo, pero no murió en pleno campo. Fue trasladado a Valencia.
Las heridas se las curaba el Dr. Fry. Para calmar los dolores se le
administraba aguardiente de caña en grandes cantidades. Murió el 17 de julio.
6
En pleno combate de Carabobo, José Antonio
Páez sufrió un ataque epiléptico. En sus memorias así lo comenta: “En esta
ocasión estuve yo a pique de no sobrevivir a la victoria, pues habiendo sido acometido repentinamente de aquel
terrible ataque que me privaba del
sentido, me quedé en el ardor de la carga entre un tropel de enemigos, y tal
vez hubiera sido muerto, si el comandante Antonio Martínez, de la caballería de
Morales, no me hubiera sacado de aquel lugar”. Cuando Martínez
cayó en desgracia, más tarde, Páez lo
ayudó generosamente.
7
El Dr. Julio de Armas afirma que los ataques
epilépticos de Páez se acompañaban de convulsiones, gran ausencia, perdida de
la memoria, cefalea y confusión mental.
El cuadro clínico, según De Armas, es compatible con una epilepsia conformada
por el gran mal.
NOTA: En la fotografía (EM): conjunto
escultural con los nombres de los médicos que participaron en la Guerra de
Independencia con el Dr. José María Vargas al frente. (Panteón Nacional)
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