NO HAY CADÁVERES ...EN LA UCV

Viernes 13 de Mayo de 2011
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EDUCACIÓN

La sala de preparación de cuerpos está en desuso desde hace tres años

En la UCV no hay cadáveres para las lecciones de anatomía

Actualmente sólo hay un cuerpo disecado para 300 estudiantes, cuando debería haber por lo menos 18

LAURA WEFFER CIFUENTES lweffer@el-nacional.com

A finales del año pasado, la rutina del Instituto Anatómico José Izquierdo de la Universidad Central de Venezuela fue interrumpida por la inesperada presencia de un ataúd. En el pasillo de entrada de la institución dejaron el féretro de un difunto, que formaba parte de la veintena de personas que anualmente legan su cuerpo para el estudio de la ciencia.

Los familiares cumplieron con el compromiso de entregar el cadáver a los estudiantes. Sin embargo, lo que no sabían era que no había condiciones para preservar el cuerpo correctamente. Desde hace tres años no funciona la sala de preparación de cuerpos ni la cava para congelarlos. El lugar es todo menos aseado.

En una camilla oxidada hay un amasijo de trozos de cadáveres que se asemeja a árboles arrancados de raíz. Se reconoce que se trata de seres humanos porque, eventualmente, se observa una dentadura, unos cabellos o sobresalen unos pies en los que todavía es posible identificar dedos y uñas. Las moscas hicieron de esa sala su reino. Hay filtraciones en las paredes y los lavamanos tienen años sin recibir una gota de agua. En una esquina reposa una botellita de licor a medio terminar. "La inf raestructura f ue pensada para funcionar de manera óptima. El mecanismo está diseñado para que el técnico ni siquiera tenga que tocar el cadáver. Por eso, en el techo aún hay rieles con ganchos en los que se transportaba el cuerpo. Eso, como las otras cosas, no funciona desde hace mucho tiempo", indicó el director del instituto, Marco Álvarez. En épocas anteriores, los bomberos tenían llave para abrir la cava, por lo que no hacía falta que estuviese presente un técnico especializado para encargarse del trámite, sobre todo tomando en cuenta que la recepción se hacía principalmente de noche o los fines de semana. Actualmente, el refrigerador está clausurado.

Sin acceso a información anatómica. En el rincón permanecen semiabiertos los tanques de formol. El procedimiento para preservar los cuerpos comienza con la refrigeración. Después se hace la perfusión (se introduce una cánula con formol por la aorta del individuo), pero la máquina para ello está descompuesta. El tercer paso es sumergir los cuerpos en el compuesto químico por cuatro meses, tiempo que garantiza que no se van a descomponer en el futuro. De esta manera, los órganos son disecados y pueden ser utilizados por los estudiantes para conocer en detalle el organismo humano.

"Es gravísimo que no tengamos cuerpos en el Departamento de Anatomía", señaló Nelson Arvelo, jefe del Departamento de Ciencias Morfológicas. En la actualidad sólo hay 1 cadáver para 300 alumnos, cuando deberían tener disponibles, por lo menos, 18 o 20 para todas las cohortes. "Los estudiantes de salud pública tienen 2 años que no hacen prácticas de anatomía", afirmó Álvarez. En lugar de manejar los cuerpos, se valen de láminas que, además, son mostradas en las paredes con retroproyectores. Para Arvelo, la situación es muy delicada. Desde su punto de vista no hay tecnología que sustituya el primer acercamiento del estudiante al cuerpo humano.

"Lo que está escrito en los textos de anatomía es la descripción de un individuo perfecto y europeo. Es un concepto atrasado pensar que la anatomía es universal", aseveró el especialista. Destacó que cada individuo fallecido tiene sus particularidades, lo que sirve para las lecciones. "Además, esta materia permite el primer contacto del joven con la muerte: saber que esa persona estuvo viva, que tenía nombre y apellido, que no es un objeto, ofrece la destreza, el conocimiento espacial, el dominio y la sensibilización ante el hecho de que muchas veces no se puede salvar a un paciente, sino ayudarlo a bienmorir".

La materia de anatomía se cursa el primer año de la carrera. "Pero sin cadáver es una experiencia incompleta. Las técnicas de disección nos ayudan a pulir las técnicas quirúrgicas", aseveró la estudiante Antonieta del Cioppo.

"El cadáver disponible está viejo, seco y no podemos detallar los órganos", agregó Jesús Chacón. En estos momentos, tanto Álvarez como Arvelo desarrollan una campaña por la recuperación de la sala y las cavas, para dotar a los estudiantes de esa herramienta, vital para su aprendizaje.

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