EL NACIONAL -
Miércoles 02 de Marzo de 2011
Educación y Sociedad/4
Educación y Sociedad
RETIRO
El profesional solicitó su jubilación como medida de protesta"Los médicos integrales son un golpe brutal a la medicina venezolana"
Rafael Muci-Mendoza, internista y neuro-oftalmólogo del Hospital Vargas de Caracas, con 45 años de servicio, considera que el Gobierno atropella la salud nacional
ANDREA SMALL C. asmall@el-nacional.com
L uego de 45 años y una semana de servicio, Rafael Muci-Mendoza, médico internista y neuro-oftalmólogo, considerado por muchos de sus colegas como uno de los científicos más prominentes del país, solicitó su jubilación de la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela.
En su oficina, en el Hospital Vargas de Caracas, rodeado de varias generaciones de alumnos que le consideran una inspiración, Muci-Mendoza explica que su retiro dado a conocer públicamente en una carta de renuncia es una medida de protesta contra la incursión de miles de médicos integrales comunitarios en los hospitales del país.
Esto, a su juicio, representa un ataque en contra de la medicina venezolana. --¿A qué se debe su solicitud de jubilación ante la Facultad de Medicina de la UCV? --
Es mi protesta ante la imposición de las autoridades de la Facultad de Medicina de la UCV y la dirección del Hospital Vargas por lo que considero una tremenda injusticia que viola leyes de la república.
Tengo la certeza de que las promociones de médicos integrales comunitarios son un golpe brutal a la medicina y a la soberanía de la salud venezolana. ¿Cómo podemos seguir engañando a unos estudiantes y avalar sus estudios de medicina paralelos y en desconocimiento de su pobre e improvisada formación? ¿Cómo podemos aceptar que hayan recibido una preparación tan pobre en ciencias básicas, semiología, clínicoterapéutica médica, quirúrgica y obstétrica y en pocos meses se gradúan de médicos?
¿Cómo podemos cohonestar el engaño perpetrado por el Estado venezolano, la misión cubana y médicos venezolanos colaboracionistas, traidores a sus raíces, a jóvenes ilusionados cuando en 10 meses quieren sin ningún programa ni preparación forzar el aprendizaje de las bases de la clínica? Es una oferta engañosa y me niego a ser cómplice de tal nivel de mediocridad. Por eso solicité mi jubilación. Sé que me expongo con esto a ser llamado traidor, pero no me importa. Yo dejaré que mi hoja de vida y todo el trabajo que he hecho por este hospital, esta universidad y este país, hablen por mí. --
¿Qué significa para usted jubilarse en estas circunstancias? --Este es un golpe muy duro para mí. He renunciado a mi sueño de jubilarme a los 50 años de leal servicio a mi universidad, a la que he dedicado tanto tiempo y empeño. Me jubilo oficialmente a los 45 años y 7 días, aunque en la práctica me mantengo en mis obligaciones en la Unidad de Neuro-Oftalmología del Hospital Vargas. Continuaré viendo a mis pacientes y enseñando a mis alumnos, fiel a mi verdad. --¿Por qué rechaza con tanto afán a los médicos integrales comunitarios? --Aunque no lo parezca, mi intención no es segregarlos sino propiciar la revisión de un plan de estudios desconocido, es un gesto de solidaridad con los engañados, los cuales deberán afrontar en el futuro próximo retos para los cuales no están preparados y para los cuales sí preparamos a nuestros alumnos regulares, hoy día asfixiados por un régimen que no les quiere.
¿Qué han aprendido en cinco años durante los cuales estuvieron dentro del closet? Deben tomar conciencia del daño que le hacen a ellos y al pueblo venezolano sin distingos, a quienes irán dirigidas sus acciones. ¿Con qué derecho los engañan? Han sido escogidos con demagogia, sin un proceso de selección, sin un simple examen previo. Pareciera que una de las razones principales para la admisión es estar dispuestos a tomar la formación ideológica socialista e incluso comunista, que constituye la mayor parte del currículo de estudio. Creo que hay cosas mucho más importantes en el campo de la medicina venezolana de las que el Gobierno debería ocuparse en este momento. --¿Cómo cuales? --
Por ejemplo, los salarios y beneficios de los médicos en los hospitales públicos y los profesores de medicina de las universidades nacionales. A mí me avergüenza mucho decir que mensualmente devengo un salario de tan sólo 1.331 bolívares mensuales, que con las deducciones correspondientes termina siendo de 829,36 bolívares, luego de casi 5 décadas de servicio.
Si yo me voy hoy, ¿qué profesional joven querrá tomar mi puesto con una paga tan miserable como esa? Esto también está relacionado con las oportunidades que les ofrecemos a los médicos más jóvenes, los que se forman correctamente, los que el país necesita. Ya se ha vuelto una costumbre que nuestros médicos se gradúan e inmediatamente se van al extranjero a servir, con pesar, a ciudadanos de otros países que les son desconocidos pero que los valoran más. Es algo lamentable en lo que hay que detenerse a pensar y actuar.
© 2011 CA Editora El Nacional. Todos Los Derechos Reservados
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