DEL
MAL QUE VAS A MORIR
(La
trágica realidad de la medicina venezolana)
Edgardo
Malaspina
1
“Del
mal que vas a morir” (2015) es un libro basado en una entrevista que hace
Roberto Giusti al doctor Gustavo Villasmil, profesor-investigador de la UCV, y
que trata de la trágica realidad de la medicina venezolana.
2
En
el libro se hace un recuento del establecimiento de las instituciones médicas y
los servicios de salud en Venezuela desde los tiempos de la Colonia hasta la
actualidad. El paludismo fue reducido al mínimo con la campaña del doctor
Gabaldón, siendo un ejemplo de lucha contra una enfermedad con repercusión
mundial. En los años 70 Venezuela logró que el 95 % de los partos fueran
asistidos profesionalmente. Y así se llegó a un servicio sanitario, no óptimo,
pero sí medianamente aceptable. Pero con todos esos éxitos aislados, la crisis
de la medicina venezolana ha sido permanente y en constante agudización.
3
En
Noruega la renta petrolera se guarda en un fondo soberano que, entre otras cosas,
se utiliza para el fomento de la salud. En Venezuela se usa para adquirir
material bélico.
El
65 % de los que laboran en el Ministerio Popular para la Salud no es personal
sanitario.
El
sector privado estaba atendiendo a un 55 % de los venezolanos con sólo el 17, 5
% de las camas hospitalarias. Ahora, en medio de la hiperinflación más grande y
más larga del mundo, eso es imposible.
4
Para
cubrir las necesidades de camas hospitalarias necesitamos construir treinta y
cinco hospitales del tamaño del Hospital
Universitario de Caracas.
5
La descapitalización en recursos humanos en el
sector salud es incalculable. El 90 % de los médicos recién graduados quieren
irse del país. “Ningún médico venezolano con talento se conformará jamás con
ser parte de una suerte de proletariado
sanitario, condenado a vivir un sueldo mísero…”
8
La
frase más escuchada en un hospital es: “no hay”; mientras que por radio y
televisión es: “se solicita para paciente grave tal medicamento”.
9
Números
negativos: por cada cien mil partos mueren setenta y seis mujeres, una cifra
vergonzosa. Las muertes por enfermedades agudas han crecido hasta un 13 %. Un
paciente con un infarto al miocardio era atendido en los años 80 en una unidad
de cuidados coronarios. Eso desapareció. La mortalidad bruta por VIH/SIDA ha
aumentado. La vacuna antisarampionosa sólo tiene una cobertura de 72 %. La
tuberculosis reapareció a paso de vencedores.
10
La
masctectomía total en el cáncer de mama no es recomendada porque mutila y afecta sicológicamente a la mujer. Sin
embargo, se practica con regularidad porque otra cirugía más conservadora requiere radiaciones y “aquí no hay quien las
haga”; además, las unidades de radioterapia usadas en oncología están en su
casi totalidad paralizadas.
11
Es
más importante ser bello que ser sano: los posgrados que tienen más aspirantes
es el de Cirugía Estética.
12
“Venezuela
es un país sin camas hospitalarias, ni infraestructuras, sin médicos que vean a
los enfermos. Sin tecnología, sin suministros, al punto que los medicamentos y
los guantes quirúrgicos hay que comprárselos a los buhoneros que operan frente a un hospital porque la
logística hospitalaria no los puede proveer”.
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