ALBORES DE LA ÉTICA
MÉDICA VENEZOLANA.
Edgardo
Malaspina
Un hecho ocurrido durante la Guerra de
Independencia nos habla de la fuerza moral y los principios éticos de quienes
ejercían la medicina en medio de las turbulencias de los enfrentamientos
bélicos.
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Vivía en Caracas a principios del siglo XIX un
curioso francés de nombre Juan Buscat , quien para legalizar el ejercicio de la
profesión solicitó en varias ocasiones permiso al Protomedicato, la institución
que regentaba todo lo referente al ejercicio de la medicina durante la colonia.
El Tribunal del Protomedicato negó la solicitud de Buscat por no encontrarlo
competente cada vez que hacía su petición. Pero Buscat no se daba por vencido y
se adhiere a la causa patriota.
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En 1814 acompaña a los independentistas en la
Emigración a Oriente, y luego de algún tiempo con la victoria de los patriotas
se dirige nuevamente al Protomedicato con su antigua petición y afirmando,
escribe el historiador de medicina Ambrosio Perera , “con la más cínica
tranquilidad y satisfacción , que habiendo sido él llamado en 1815 a prestar servicios médicos al
español Gorrín, que padecía de una afección de los pulmones , le dio
muerte por medio del alcohol, y de otros
venenos, con el fin de librar a los patriotas de tan temible e importante enemigo,
y termina pidiendo en recompensa de este asesinato que se le confiera el título
desde asaz largo tiempo pretendido” .
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El
Tribunal se horrorizó ante semejante confesión y rechazó tajantemente su
petición por contravenir el Juramento Hipocrático. En 1835 la Facultad Médica
de Caracas ordenó someter a juicio a Buscat por su crimen.
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En el Juramento Hipocrático se estipula
expresamente mantener al paciente alejado de todo daño. En sus sentencias el
Padre de la Medicina afirma que ante la enfermedad sólo hay dos opciones: curar
o, al menos, no perjudicar.
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El
Código de Deontología Médica aprobado durante la LXXVI reunión extraordinaria
de la Asamblea de la Federación Médica Venezolana, realizada en Caracas el 20
de marzo de 1985 estipula entre sus postulados : “ Mantendré con todas mis
fuerzas el honor y las nobles tradiciones de la profesión médica y no haré distinción
en el ejercicio de mis obligaciones ni por adhesión a partido político o
posición social”; y uno de sus artículos establece: “ El papel fundamental del
médico es aliviar el sufrimiento humano, sin que motivo alguno, ya sea
personal, colectivo, religioso o político, lo separen de este noble objetivo”
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