REFLEXIONES
SOBRE LA CRISIS MÉDICA Y ALIMENTARIA VENEZOLANA
1
La
Sociedad Venezolana de Medicina Interna, considerando que ya no hay
estadísticas oficiales, realizó una
investigación y constató que ahora en Venezuela hay menos gordos, más desnutridos,
más hipertensos , más diabéticos, más estresados y más deprimidos.
2
No
hay medicamentos para tratar la hipertensión arterial y la diabetes. Cuando
aparecen en las farmacias estos fármacos tienen precios que sobrepasan un
sueldo mínimo. El enfermo, entonces, debe decidir si comprar el remedio o
comprar comida. En cualquiera decisión que tome su vida corre peligro.
3
La
Sociedad Venezolana de Cardiología
afirma que en nuestro país no hay capacidad ni posibilidad hospitalaria de salvar
a un infartado.
4
El
80 % de los venezolanos come muy mal por los altos precios de los productos
alimenticios. La gente compra ahora una papa, una zanahoria, un tomate. Un
amigo me dijo: “Nos quitaron la alegría de ir a un supermercado”.
Mucha
gente come de la basura. En un mercado de Caracas (Quinta Crespo) venden carne
de perro. Los que cada día vemos esos cuadros dantescos nos deprimimos.
6
Hay
más gente con depresión, pero no hay medicamentos contra ese mal, provocado por
la situación socioeconómica.
7
El
aeropuerto internacional de Maiquetía es una ruina y la gente que se va y los
acompañantes parecen tomados de una escena de un velorio o de un entierro:
todos lloran. Los que no pueden comprar un boleto en avión se marchan en buses.
Cada mes se van del país casi tres mil jóvenes. Muchos de ellos con títulos.
8
Volvió
el paludismo, la difteria y el sarampión.
9
En
mi largo ejercicio médico jamás había visto edemas (hinchazón) por falta de proteínas.
Pensaba que eso propio de países africanos. Ahora la práctica desmiente mis
suposiciones. Nuestros pediatras dicen que el kwashiorkor (desnutrición severa en niños) ya
está con nosotros.
10
El
gobierno no acepta la ayuda humanitaria por puro orgullo y no reconocer que ha
fracasado. Debe tomar el ejemplo de la Historia: los rusos pasaron por esta
calamidad que ahora pasamos los venezolanos poco tiempo antes de que se
derrumbara la Unión Soviética. Sin embargo, esos rusos orgullosos que pusieron
al primer hombre en el espacio ( Yuri Gagarin,12 de abril de 1961), dejaron a
un lado su merecida altivez y aceptaron la ayuda humanitaria europea y
norteamericana; y eso les permitió salir de la crisis y seguir adelante con su
orgullo intacto.
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